jueves, 31 de mayo de 2018

Libros de mayo

Hoy es el último día del mes, así que ya os puedo hablar de los libros leídos en las últimas semanas. Mayo ha resultado ser un mes bastante bueno en cuanto a lecturas. Parece que he vuelto a coger las ganas de leer. Y eso depende, como siempre, de los libros que has leído, y de los deseos que te produzcan de seguir leyendo o de dejar de hacerlo por una temporada.

Empecé el mes con dos libros a la vez:



El pan a secas y Nunca falta nadie. Y no fueron aciertos para mí ninguno de los dos. Se me hicieron, no diré largos, porque no lo son, pero penosos de terminar. No me convencieron, así que me fui a por otro libro de Nicole Krauss, la autora de La historia del amor, mi favoritísimo en lo que va de año. Esta vez fue Llega un hombre y dice. Pero, a pesar de tenerlo empezado, se me cruzaron algunos libros por el camino.



También por entonces empecé a leer un libro que tenía pendiente desde hace tiempo y que me tiraba para atrás portada y título, aunque creo que Dina lo había leído y recomendado, y por eso lo tenía en mi lista. Fulminado por un rayo. Lo leí en esos días de preparativos para el viaje y me gustó.



Inmediatamente después comencé a leer Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, una novela con buenísimas críticas que tenía en mi lista desde hacía mucho tiempo, y que en este momento me apetecía. Aún no he tenido tiempo de hablaros de ella, pero lo haré. Me ha encantado, me ha parecido emocionante, brillante...



Y a continuación, llegó a casa un libro que me encantó y del que también os hablaré. De momento, os dejo con la duda.



Luego he leído, como os contaba esta misma semana, Mujeres. Y aún me ha quedado tiempo para disfrutar de una obra corta de Rafael Chirbes: París-Austerlitz. Me ha gustado mucho, también. Y creo que me anime con alguna otra de sus obras, no tardando demasiado.



Con todas estas idas y venidas de libros, no he terminado uno que empecé a principios de mes, que es Llega y un hombre y dice. No sé ya si lo terminaré, porque veo que he preferido leer cualquier cosa antes que esta novela, llego por la mitad y no termino de verle el sentido, y ayer mismo empecé un libro nuevo sin haber hecho ni el intento de volver a él. Así que no sé si pasará a engrosar la lista de los abandonados.

Sin contar el inacabado, han sido un total de siete libros. Y algunos muy interesantes.


miércoles, 30 de mayo de 2018

La cuenta atrás

Todos los años, más o menos por estas fechas, empiezo con mi particular cuenta atrás para el final del curso. Ya no cuento ni fines de semana ni fiestas, ni los días de trabajo después de que demos las vacaciones a los niños. En mi calendario ahora mismo están marcados a fuego los días que tengo de clase hasta las vacaciones, el día 22. El último día, por supuesto, no cuenta, porque nos vamos de actividad de convivencia todo el instituto a la piscina. Sí, como lo oís. No sé de quién sería la feliz idea. Os contaré las ganas que tengo el día 21.



El caso es que, incluso contando el día de hoy, que ya ha empezado y está casi hecho (escribo esto a la seis y media de la mañana, jajaja), me faltan catorce días de clase para terminar este curso. Como lo oís. Catorce días. Son poquísimos.



Tengo programado más o menos cada día de esos catorce, y no me da tiempo ya a gran cosa. Pero creo que este año hemos trabajado bastante bien. Todo es muy mejorable, pero no me quejo. Así que casi, casi, puedo ir cerrando cosillas.



Lo peor, los papeleos de fin de curso, poner notas, las evaluaciones, las decisiones de promoción o titulación de los alumnos... Pero eso es inevitable. Y ya me falta muy poquito para dejarlo todo atrás y estar de vacaciones.



Así que hoy, con esta cuenta atrás, empiezo ya a pensar en vacaciones.

martes, 29 de mayo de 2018

Mujeres

Me regalaron este libro hace ya bastante tiempo. Lo hojeé y me pareció bonito. Luego lo puse en la estantería y, por su formato alargado, no veía el lomo, así que me olvidé de él hasta hace unos días.

Llevé a mis alumnos, como he hecho en los últimos años, algunos de mis cómics y novelas gráficas para que lean en estos días de final de curso. Tenían que escoger un libro y leerlo, luego preparar una exposición oral de tan solo cinco minutos para contarles a sus compañeros cosas del libro, su autor, argumento, si les ha gustado...

Y entre los libros que llevé estaba este. Nadie lo escogió y, mientras mis alumnos se disponían a leer sus elecciones, yo lo escogí a él para mí. Y lo he leído en un par de clases de concentración lectora de mis alumnos.



Título: Mujeres
Autor: Isabel Ruiz Ruiz 
Editorial: (Libro publicado gracias al crowdfunding)

Sé que existen ya Mujeres 2 y Mujeres 3. Y creo que es una buenísima idea.

En este álbum ilustrado se recopilan las biografías, a grandes rasgos, de mujeres importantes de la historia. Y junto a esas líneas, una preciosa ilustración de cada mujer. Aparecen, por ejemplo, Clara Campoamor, Virginia Wolf, Isadora Duncan... En total 18 mujeres que ha sido una delicia leer.

lunes, 28 de mayo de 2018

Inteligencias múltiples

No vengo hoy a explicar por aquí la teoría de las inteligencias múltiples, algo conocido de sobra en el campo de la educación y en muchos otros ámbitos. Solo venía a contaros lo que opino yo, así con mis teorías de andar por casa, sobre este tema.



Para los que no estéis enterados de qué es esto de las inteligencias múltiples, os contaré a grandes rasgos que es una teoría que consiste en que la inteligencia no es un todo, sino que incluye el conjunto de distintas inteligencias interrelacionadas. Estas inteligencias son: lógica-matemática, lingüístico-verbal, espacial, musical, intrapersonal, interpersonal, corporal o kinésica y naturalista.

Según esto, la mayoría de las personas tendríamos desarrolladas en mayor medida unas inteligencias que otras, y podríamos ser brillantes en alguna de ellas y absolutamente desastrosos en otras. Por ejemplo, alguien que tuviera muy desarrollada la inteligencia matemática podría no tener en absoluto capacidades de desarrollo personal, de relaciones con los demás e incluso consigo mismo.



También hay personas que desarrollan todas las inteligencias, o muchas de ellas, en gran medida, pero esas personas no son la mayoría. Es, por ejemplo, ese alumno que saca buenísimas notas en todo sin esfuerzo y que no sabe si decantarse por ciencias o letras porque se le dan bien ambas cosas. Y además es buena persona, se relaciona estupendamente con los demás y es muy equilibrado. Aunque tal vez ese alumno no tenga oído musical o le sea complicado orientarse en un lugar desconocido.

Bien, yo no sé si esta teoría, tan debatida y a la vez tan seguida en educación, está en lo cierto o no, pero todos sabemos, simplemente por lógica, que algunas personas tienen habilidades mucho más desarrolladas que otras, mientras que algunas personas no destacan en una en especial y podrían dedicarse prácticamente a lo que quisieran porque desarrollan casi en igual medida todas.

Sin embargo, aún seguimos pensando que hay inteligencias de primera, importantes, y otras que no lo son tanto. Y también eso de que "lo primero es lo primero".  Ejemplos.



Tengo un alumno muy creativo. Siempre está inventando cosas; cosas tan extrañas a veces que nos vuelve locos. Es un chico que además necesita el campo. Sale a pescar en cuanto tiene ocasión, conoce plantas y animales de todo tipo y le encanta vivir o estar rodeado de naturaleza. Este alumno el curso pasado tenía grandes dificultades para leer y mayores para entender lo que leía; ahora hemos mejorado eso bastante. Tiene una imaginación fantástica pero en estos momentos no es capaz de despejar una ecuación. Y tampoco entiende conceptos abstractos cuando les hablo en sociales, por ejemplo, de desigualdades sociales. Este chico tiene desarrolladas unas capacidades (menos de lo que deberían, porque nadie le ha animado a ello) y otras muy atrofiadas. Pero su vida será complicada porque lo académico se le atraviesa. No hemos sido, tampoco, capaces de darle una salida a sus inteligencias.



Tengo un alumno que es brillante en el tema de las ciencias sociales. Le encanta la historia, lee sobre el tema, ve documentales constantemente, le llama mucho la atención la política, está atento a las noticias, se interesa por lo que pasa en el mundo y lo analiza todo con mirada crítica. Podríamos pensar en un alumno buenísimo, pero ni siquiera aprueba la materia de historia, porque nunca ha estudiado y le cuesta mucho concentrarse en nada que no le interese. Sus relaciones sociales son estupendas, es educado, se lleva bien con todo el mundo, y sabe muchísimo de música, además de tocar el piano decentemente. Su vida también será complicada. El otro día me preguntó si sabía de alguna Formación profesional que fuera de Ciencias políticas o de Historia. Es decir, tiene muy claros sus intereses pero no va a hacer bachillerato porque el sistema educativo no es el adecuado para él. Y tendrá dificultades para titular el curso próximo, ya con 18 años.



Tengo un alumno que es un gran trabajador. Lleva años ayudando en su casa. Es capaz de saber qué le pasa al motor de un tractor, de una cosechadora, programar un dron, un gps... Y no lo es de aprobar una prueba sencilla de lengua. En matemáticas tiene menos dificultades, pero está en un nivel de primero o segundo de la ESO. No va a titular el curso próximo. Lo sabe y va a buscar una salida en una FPBásica de mecánica o similar, pero lo ha buscado él y nadie le ha dirigido hacia ahí cuando tenía, por ejemplo, quince años, y no los dieciocho que cumple en breve. Años perdidos sintiéndose el peor en todo.



Lo que os venía a decir: que está muy bien esto de las inteligencias múltiples, pero no si consideramos que algunas son mucho más importantes que otras y no dejamos que desarrollen las que tienen, las que les interesan, las que se le dan bien. No si seguimos machacándoles año tras año, a la cola de sus compañeros, sintiéndose los más tontos del mundo porque no entienden cosas que sí saben hacer los demás.

domingo, 27 de mayo de 2018

Mi semana 21/52

Esta semana hemos aterrizado de nuevo en el instituto, después de pasar una semana fuera, realizando actividades fuera de lo académico. Y ha sido duro. Si esto pasa a principios o a mitad de curso, creo que nos habría costado menos, pero como ya estamos contando las semanas para terminar, este patrón no ha venido en el mejor momento. El lunes fue terrible para las dos profesoras que los acompañamos, hasta el punto que tuvimos que volver de clase cantando en el coche para no quedarnos dormidas, porque estábamos fatal. A mí se me agravó con un catarro que me ha durado hasta el jueves, pero del que ya estoy completamente recuperada.



Esta semana también ha estado marcada por la comunión de mi sobrino, que es hoy, y por los últimos preparativos para ella. Me faltaba elegir qué ponerme, y luego comprarme zapatos y complementos. Y preparar las cosas de mis chicos. Así que he estado tremendamente ocupada. Une todo eso a los exámenes de los dos y tienes una semana bastante complicadilla.



Pero también ha sido una buena semana; por motivos que no consigo ver, he estado contenta, motivada, con ganas de hacer cosas, incluso de trabajar. Es cierto que he llegado al viernes arrastrándome, pero más pensando en el fin de semana que me esperaba que por otras causas.



El caso es que ya veo el verano asomar en el horizonte, tengo planes para las próximas semanas (a veces demasiados) y muchísimas cosas que preparar. Me encanta.

Y sí, mañana empiezo mi particular cuenta atrás para las vacaciones de verano, porque ya veo el final del curso muy cerca. Y me apetece un montón este mes de junio.


viernes, 25 de mayo de 2018

De comunión

El domingo celebra mi sobrino la Primera Comunión. Y la verdad es que siempre me encanta estar con mis sobrinos, pero lo de la comunión, la familia, la cantidad de personas invitadas y todo el rollo me apetece más bien poco. Ni arreglarme especialmente, elegir complementos, zapatos, bolso, y no sé cuántas cosas.



No voy a hablar del tema de las comuniones ni de que se nos está yendo de las manos, porque creo que cada uno lo celebra como quiere, o como puede, y si es con mucha gente, perfecto, y si es en la intimidad, perfecto también.

Pero estoy cansada de comprarme ropa o zapatos para un día. No me apetece nada. Porque soy una persona que viste de sport todo el año, que se arregla más bien poco, y determinadas cosas no me sirven luego para nada, nunca veo ocasión de ponérmelas.



Además, tenemos que viajar los cuatro con mi madre hasta Segovia, y como somos muchos vamos a ir y volver mismo día porque al día siguiente trabajamos. Así que es un día bastante poco apetecible para mí.

Por si fuera poco, mi hijo mayor no hace más que decir que vaya fechas de comuniones, que él tenía que quedarse. Tiene, aparte de los exámenes del instituto, los dos de la Escuela de Idiomas la semana que viene. Y el pequeño las pruebas del instrumento y un trabajo para entregar el lunes.



Lo único bueno, aparte de ver a mis niños, es que viene mi hermano desde Canarias, y creo que hace más de un año que no le veo. Pasará por aquí una semana, con lo que tendremos tiempo de achucharle un poco.


jueves, 24 de mayo de 2018

Conflictos y fin de curso

A estas alturas, con menos de un mes para el final del curso, todos estamos cansados, con pocas ganas de trabajar, y la paciencia está ya en el límite de la reserva.



El curso pasado terminé muy mal estos últimos días. Teníamos un problema con una alumna, un problema que se fue enquistando y que no supe resolver. Y eso, además de las características muy especiales de mis alumnos, hicieron que el curso me resultara más largo que nunca, más pesado e insoportable, y que pensara constantemente en los días que me quedaban para terminar.

Este año no es lo mismo, ni mucho menos. Aunque los grupos de alumnos que tengo hacen que esté cansada, muy cansada, y también tenga ganas de terminar. No es que me estén dando problemas, salvo una alumna que los dio en el viaje y cuyas secuelas aún se dejan ver en clase, ya que tengo a la agresora y agredida, una sentada delante de la otra, en una clase de reducidas dimensiones.



Estoy cansada, y no físicamente, porque me encuentro bastante bien, sino mentalmente. Estoy programando las últimas semanas, y no quiero empezar ya a contar los días, porque luego se me hace mucho más largo, pero no será por ganas.

Las clases esta semana han estado bien, los chicos han vuelto a la dinámica del aula sin problemas, no tengo queja, están trabajando, pero soy yo la que ya no tengo ganas, y además, los chavales saben quién aprueba y quién suspende, quién repetirá y quién pasará de curso; lo tenemos todos claro y este mes va a ser eterno.



Por otra parte, a estas alturas de curso siempre me planteo qué he hecho mal, qué tenía que haber trabajado más. Son esos momentos de "el curso que viene lo hago de otra manera". Porque siempre piensas que no has hecho lo suficiente, que tendrías que haber dedicado más tiempo a una cosa y menos a otra, y, sobre todo, en los ratos "perdidos", esos momentos en que nos hemos relajado, hemos aprovechado poco el tiempo y los recursos... En estos momentos considero siempre que he trabajado poquísimo y que mis alumnos estarían mucho mejor con otro profesor.



No pasa nada, no es pesimismo ni pensamientos reales; es simplemente final de curso, y siempre es así para mí. Reflexiones de lo que no ha funcionado y lo que sí, para mejorar, para cambiar. Pero a finales de mayo y principios de junio siempre me siento pequeñita, abrumada por la responsabilidad que tengo con mis alumnos y por el peso del curso, que ya termina y no se puede cambiar lo que se ha hecho y, sobre todo, lo que no se ha hecho.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Mis lecturas en clase este curso 17-18

Os quería contar por aquí los libros que hemos leído en clase a lo largo del curso. Han sido pocos, la verdad, pero es que me cuesta mucho leer con mis alumnos, y este año no he tenido un grupo, ni siquiera uno, para leer a gusto. Todos, ya lo sabéis, son chicos que no quieren estar ahí, que no se interesan por los estudios, y es complicado que alguno de ellos quiera leer por placer. Los hay, pero muy pocos. Y eso me limita bastante.

Bis, de Jorge Gómez Soto y David Fernández Sifres



Este libro lo he leído tanto con tercero como con cuarto, y a los dos grupos les ha gustado mucho. Les enganchó la historia por ser tan trepidante y han leído con ganas durante el tiempo que nos ha durado la lectura. Repetiría. Probablemente repetiré.

Yo, Simon, homo sapiens



Negativa feroz al principio a dedicar tiempo a la lectura, porque el protagonista es homosexual y, como ellos decían, no encontraban nada interesante en ello; no podían identificarse con él. Después han visto que la historia es ágil, que se lee fácil y que no está mal, pero no les ha entusiasmado.

Creo que podría funcionar muy bien con otros grupos, aunque estrenan la película en junio y eso me frena para volver a leerlo, una vez que ya conocen la historia.

El camino, de Miguel Delibes

Me apetecía leer algún libro un poco más "serio" y esta última evaluación, por temario, me venía muy bien para que descubrieran a mi querido Miguel Delibes. Sorprendentemente, y a pesar de que no entienden una buena parte del vocabulario, les está gustando y están disfrutando de Daniel el Mochuelo.

Marina, de Carlos Ruiz Zafón

Solía ser éxito seguro. Mis alumnos de este año lo han sufrido, porque las descripciones de Zafón no son para ellos, ya que no entienden mucho del vocabulario que utiliza. La historia les habría gustado si no hubieran desconectado enseguida, porque escuchaban atentos mis resúmenes semanales de lo que habíamos leído y reconocían que muchos no se estaban enterando de nada.

Wonder, la lección de August



Lo leímos en el primer trimestre, con la inminencia del estreno de la película en mente. A mis chicos de segundo les gustó mucho. Ha sido un éxito todas las veces que lo he leído en clase y esta vez no ha sido una excepción.

Eleanor y Park



No les ha gustado demasiado, aunque al final las chicas, sobre todo las chicas, se han enganchado y me pidieron llevarse los libros a casa y seguir con la lectura. Creo que es la última vez que lo propongo como lectura. Les resulta muy pesado, y muy cursi. Es una lectura que nos gusta más a los mayores que a los chicos.

La nieta del señor Linh



Tampoco les está entusiasmando. El curso pasado no les hizo gracia hasta que llegamos al final y todo les cuadró. Este curso creo que les va a gustar menos aún. Otra lectura que no debo programar nunca más. Al menos con el tipo de alumnos que tengo.


Ahora, para finalizar el curso, voy a llevarles a los de segundo algunos cómics y novelas gráficas para que trabajen la lectura de otra forma un poco más lúdica y hagan una pequeña presentación del libro leído ante sus compañeros.

Eso es todo. Y me parece tan poco...

martes, 22 de mayo de 2018

Aprender de los alumnos

Mis prejuicios y yo hemos viajado la semana pasada con nuestros alumnos. Y esta vez, como tantas otras, me han dado una lección que debería aprender de una vez por todas: no debes adelantarte a los acontecimientos y, quizá más importante: no te pongas siempre en lo peor.

Sabéis, ya os lo conté, que compartíamos la experiencia con un grupo de alumnos de Educación Especial, de la misma edad que los nuestros, pero con características muy diferentes. No les habíamos dicho nada para que no lo dieran vueltas, no solo ellos, sino también los padres, que algunos padres tenemos mucho peligro.



Así que en el viaje de ida, cuando paramos a comer, les reunimos y se lo contamos. Esperaba risillas, comentarios despectivos, una especie de motín a bordo. Lo único que dijeron fue:

- Ah, vale.

Y

- Nos lo contáis para que les tratemos bien, pues claro que les vamos a tratar bien...

Y

- ¿Ya nos podemos subir al autobús?

Nos quedamos alucinadas. Esperábamos que soltaran todo lo que pensaban, que dijeran cualquier barbaridad y que luego ya recapacitaran. Incluso que alguno dijera que les teníamos que haber avisado para no venir. No le dieron importancia. Ninguna.



Llegamos y conocimos a nuestros compañeros. Las profesoras del otro centro resultaron ser, además de muy agradables, muy de nuestra forma de trabajar y de tratar a los chicos. Nos resultó fácil desde el principio llevarnos bien entre nosotras, bromear, divertirnos, pasarlo bien juntas, reírnos mucho. Creo que eso ayudó también a crear el clima adecuado entre los alumnos, que desde el principio se empezaron a llevar bien, sin miedos, sin filtros, sin problemas...

Los chicos del otro centro a veces necesitaban ayuda para realizar tareas, o entraban en dinámicas propias de sus enfermedades, como repeticiones constantes, o negativas sin motivo, o dejaban de pronto de hacer lo que estaban haciendo. He visto a mis chicos con una paciencia infinita, llevar de la mano a otros, hablarles muy suave, repetirles cosas que ya les han dicho una y otra vez a lo largo de los últimos minutos, las últimas horas, los últimos días.

Se han llevado muy bien. Han bromeado y reído juntos, han participado en todos los juegos juntos, se han abrazado, cogido de las manos, se han emocionado y han llorado juntos, se han escaqueado de las tareas y de las normas juntos; han hecho piña y han sido un grupo de alumnos de excursión lejos de casa en un lugar idílico sin mirar las diferencias, que en muchas ocasiones no notaban o no veían.



A partir del tercer día, tuvimos llantos porque no se querían ir, en los dos bandos. Y regalos preparados por ellos para nosotros, y por nosotros para ellos, y abrazos y besos, y muestras de cariño por todas partes. Se pasaron los móviles, se contaron sus vidas,...

Mi compañera y yo estábamos absolutamente alucinadas con nuestros alumnos, con su comportamiento ejemplar y con su manera de ver las cosas. Pero no solo eso. Las profesoras del otro instituto también estaban asombradas, porque, según nos contaron, no siempre funciona esto de juntar un centro especial con otro ordinario, y pocas veces, casi ninguna, funciona de la forma en la que lo hizo esta vez.

Como veis, mis chicos me han dado una lección que no creo que pueda olvidar jamás. Y no sé cómo decirles lo orgullosa que estoy de ellos. Ya se lo he dicho, y he pensado escribir un artículo en la revista del centro contando más o menos esto que os estoy contando a vosotros: lo mucho que me han enseñado y lo orgullosa que estoy de ellos. Y tal vez idee un regalillo para final de curso.



Por otro lado, igual que os cuento todo lo bueno que ha habido en estos días, os diré que tuvimos un percance con una alumna que nos ha dado muchos quebraderos de cabeza, una alumna que se ha comportado horriblemente mal durante todo el viaje y que llegó el último día a agredir a sus compañeros. Ahora estamos tomando las medidas disciplinarias que corresponden, pero eso empañó un poco la maravillosa experiencia que ha resultado ser este viaje.

lunes, 21 de mayo de 2018

Fulminado por un rayo

Empieza la semana y volvemos a la realidad de las clases y el trabajo. Estoy muy cansada. Se me junta el final del curso, ya inminente, con la semana pasada que me ha dejado de secuelas un agotamiento brutal y un catarro de esos primaveral que tanta guerra dan. Ayer me pasé la tarde en el sofá, dormitando a ratos, y viendo capítulos de Suits, y hoy estoy mejor, aunque de buena gana me quedaría en casa todo el día sin hacer nada. Pero la vuelta a la rutina no puede esperar, así que empecemos por aquí, por el blog.

Creo que este libro lo recomendó Dina hace ya un tiempo, y lo tenía en esa enorme lista de pendientes. Hace poco, una amiga me dijo que lo había leído y que no estaba mal, así que pensé que era el momento.



Título: Fulminado por un rayo
Autor: Chris Colfer
Editorial: Rocaeditorial

No sabía, no me había enterado, de que el autor de esta novela es también cantante y actor en la serie Glee y el protagonista de la película que se hizo basándose en el libro, y que también he visto; ya os lo conté aquí.

Se trata de un diario en el que Carson nos cuenta lo harto que está de su pueblo y de sus compañeros de instituto y las ganas enormes que tiene de marcharse de allí, siguiendo un plan cuidadosamente elaborado para ir a una determinada universidad y conseguir ser periodista y escritor de éxito.

El libro es un entretenimiento, uno de esos libros juveniles que no están mal por el tema que plantean, por la diferencia con lo de alrededor, pero me parece que le falta profundizar en algunas cosas. Está bien, pero me quedo con la idea de que podría ser mucho mejor.

domingo, 20 de mayo de 2018

Mi semana 20/52

Esta semana ha sido una experiencia inolvidable que pasará desde ya a formar parte de los buenos momentos en mi vida, y espero que en la de mis alumnos.



Como ya sabéis, hemos pasado estos días en Búbal, un pueblo abandonado del norte de Huesca, donde el Ministerio de Educación tiene un centro educativo en el que se realizan actividades durante todo el año. Y como os digo, a pesar de todos mis miedos, ha sido una estancia maravillosa.

Creo que os hablaré un poco más adelante de todo esto, cuando lo asiente y esté de verdad de regreso a la dura realidad del día a día.



También quería contaros que en casa se han apañado muy bien sin mí; bastante mejor que otras veces, y eso me alegra enormemente, porque ya van siendo independientes y van haciendo más cosas por su cuenta. El mayor está dedicado de lleno a sus estudios, y esta semana tenía unas pruebas en la Escuela de Idiomas. El pequeño tenía concierto y algún examen y todo ha ido más o menos bien.

Ahora, en cuanto termine estas líneas, voy a planificar los días que quedan de curso, que ya son pocos. Os lo conté el curso pasado: el día 12 y 13 de junio son fiestas en el pueblo donde trabajo, y después queda muy poco de curso y los exámenes y pruebas de recuperación. Así que, más o menos, para el 11 de junio está el curso terminado, diga lo que diga el calendario escolar, porque muchos chicos también tienen las fiestas de sus pueblos en junio y cuando no faltan dos faltan cinco. Vamos, que calculo, con generosidad, tres semanas de clase. Después, como os conté, voy a pintar la clase (quizá las dos aulas de PMAR, ya veremos) y a prepararla para el curso que viene. Estoy buscando ideas para que hagan el aula suya, pero la mayoría de lo que encuentro es muy infantil y mis chicos tienen alrededor de 16 años, así que quiero ver qué podemos hacer. Me encantaría que me dijerais si se os ocurre alguna idea.



Por hoy eso es todo. Voy a ponerme al trabajo, y a controlar los deberes y estudios del peque, y hoy creo que esa será mi labor durante todo el día.

viernes, 18 de mayo de 2018

¿Qué estamos haciendo en clase? (7)

Había empezado el trimestre con fuerzas renovadas, o al menos eso quiero creer, porque no quiero decirme a mí misma que arrastro ya el cansancio del curso y que no me apetece mucho más.



Además, he tenido que preparar clases de todo, porque el curso pasado llegué hasta donde llegué, que no fue muy lejos. Es decir, que en prácticamente todos los aspectos, ya he terminado todos mis apuntes y todo lo que tenía preparado del curso pasado (no, no tengo libros de texto) porque este año sí voy a llegar al final del temario, o casi.

Empezamos muy retrasados con la literatura, estudiando en un tema la literatura renacentista. Lo veo con ellos muy por encima, y eso que es la parte de mi materia que más me gusta, pero les interesa poco y en realidad solo quiero que les suenen los nombres y poco más, porque mis alumnos, en su mayoría, no tienen inquietudes artísticas ni van a hacer estudios superiores. Mejor dedicar las horas a redactar, leer, escribir, escuchar, preguntar... no sé, cosas más prácticas.



También hemos continuado con nuestro proyecto mensual, esta vez con bastante retraso: marzo y abril de una vez. Y esta última semana hemos empezado con mayo. Por si no lo recordáis, elegimos para cada mes un personaje, una obra artística, una musical, una película, una palabra y una obra literaria; investigan en grupos sobre todo ello y luego hacen una especie de mural con fotos y exponen ante el resto de la clase lo que han investigado. Es un proyecto corto, al que dedicamos en total tres horas en el mes, entre la investigación, el mural y la exposición oral. Pero les suenan a partir de entonces muchas cosas de las que antes no tenían ni idea.

En Geografía, estamos con la economía, algo poco apetecible para mí pero que a ellos no les disgusta. Sectores económicos y esas cosas. Lo vamos a ir viendo de manera general y van a hacer trabajos sobre ello. Me he centrado principalmente en los temas que tratan sobre las desigualdades económicas y sociales y sobre la globalización. Creo que les está interesando bastante.



En segundo, empezamos el trimestre dedicando un tiempo a escribir y redactar sus propios textos. Este trimestre toca ver los géneros literarios y es algo que me gusta bastante. Además, daremos otro repaso a la ortografía, y en historia estamos ya en la Edad Moderna, con los descubrimientos geográficos. Y han estado haciendo un trabajo sobre el arte del Renacimiento. Debo reconocer que han sacado poco en limpio. Les ha costado mucho investigar algo tan fácil como "artistas renacentistas italianos". Aunque os parezca mentira, la mayoría de las obras y autores no les suenan, y han realizado un pequeño monográfico y una presentación de su trabajo. Ahora mismo estamos haciendo un mural con este tema.

En cuarto, sin embargo, todo va según lo previsto. Siguen aprobando las pruebas los mismos tres alumnos, y no acercándose ni un poco al aprobado tres de los otros cuatro. Vamos, que está siendo un curso muy complicado, con siete alumnos y más de la mitad de ellos que no entiende, no pone nada de su parte y, sobre todo, no estudia. Y así nos va. Pero creo que a estas alturas está ya casi todo hecho.



Al volver del viaje faltará justo un mes para el final del curso. Pero ese mes es ficticio, porque en la realidad sobre el día 10 de junio en mi centro está todo hecho, ya que al día siguiente empiezan las fiestas, que los tienen una semana superdespistados y después ya solo hay tiempo para recuperaciones y poco más. Así que digamos que, al volver del viaje, quedarán unos quince días de clase, con suerte.

jueves, 17 de mayo de 2018

Nunca falta nadie

No sé ni cómo ni cuándo apareció esta escritora y este libro en mi lista de deseos lectores. Pero cuando lo vi, pensé que le iba a dar una oportunidad.



Título: Nunca falta nadie
Autora: Catherine Lacey
Editorial: Alfaguara

Se trata de la primera novela de esta escritora, que alcanzó el éxito de crítica enseguida en los Estados Unidos, considerándola una joven promesa de la literatura actual.

La protagonista es una joven que trabaja escribiendo guiones para telenovelas, está casada y su vida parece transcurrir en la monotonía. Un día decide dejarlo todo y marcharse sin más, coger un avión y huir de todo huyendo un poco de sí misma, para encontrarse quizá en otro lugar, pero de nosotros mismos no podemos escapar nunca.

Yo la he sufrido como nada. No porque me parezca que está mal escrita, sino porque la protagonista me ha parecido absolutamente insufrible, centrada en sí misma, dándole vueltas a las mismas cosas una y otra vez y sin pensar en nada más ni en nadie más. No me ha gustado nada.


miércoles, 16 de mayo de 2018

Suits

No me llamaba nada la atención esta serie desde que vi que la habían puesto en Netflix. Pero un día de estos en que no tenía nada que ver me dispuse a darle una oportunidad al primer capítulo. Siempre me han gustado las series de abogados, y esta tenía pinta de eso, un caso por capítulo, no demasiada intensidad, no demasiado pensar.



Supongo que me sorprendió gratamente porque ya he terminado las tres primeras temporadas y ahí sigo. En Netflix tienen siete temporadas. No sé si acaba, si hay más o no.



La trama gira en torno a dos abogados y al resto de personas que trabajan en un bufete, sus casos y también su vida personal, que a veces se entremezclan. Es entretenida, me viene muy bien para esta temporada en que huyo de intensidades dramáticas, y los personajes están bien.

Como cotilleo tonto, os diré que una de las actrices protagonistas es la próxima esposa del príncipe Harry. Decidme que estoy empanada, porque mi hijo me dice: Claro, mamá, ya lo sabía, nada más verla. Y yo me acabo de enterar mientras buscaba fotos para ilustrar esta entrada.


Recomendada para pasar el rato.

martes, 15 de mayo de 2018

Películas en los últimos tiempos

Durante el último mes hemos visto muy pocas películas, poquísimas. Al cine se ha seguido yendo casi cada fin de semana, pero las pelis escogidas por mis hijos han sido más bien de acción, y les ha acompañado su padre. En casa solo he visto un par de cosillas, más que nada por deseos lectores que cinéfilos. Me explico: he visto tres películas que me apetecían porque antes había leído el libro en el que se basan. Os cuento.



Título: I kill giants
Director: Anders Walter

Desde que leí el cómic, tenía muchas ganas de ver la versión cinematográfica. Creo que no es una maravilla pero me gustó, me pareció una adaptación fiel a la historia y estuvo bien.

La protagonista es una extraña adolescente que está obsesionada con los gigantes, con matar gigantes. Mientras, en su vida está en instituto, en el que le hacen la vida imposible, y una niña nueva que intentará establecer amistad con ella, la psicóloga que intenta comprenderla y sus hermanos.



Título: La historia del amor
Director: Radu Mihaileanu

Me gustó tanto el libro y una lectora del blog me comentó que había película, así que enseguida la busqué para verla. Una película bastante fiel a la historia que nos cuenta el libro, pero aún así no es una maravilla. Los personajes están bastante conseguidos y se deja ver.




Título: Fulminado por un rayo
Director: Bryan Dannelly

La semana pasada terminé este libro y me decidí a ver la película. Es una peli de instituto americano, pero cargada de ironía, donde los personajes son una crítica a la sociedad y a los institutos americanos. Aunque tampoco es una maravilla.