martes, 22 de mayo de 2018

Aprender de los alumnos

Mis prejuicios y yo hemos viajado la semana pasada con nuestros alumnos. Y esta vez, como tantas otras, me han dado una lección que debería aprender de una vez por todas: no debes adelantarte a los acontecimientos y, quizá más importante: no te pongas siempre en lo peor.

Sabéis, ya os lo conté, que compartíamos la experiencia con un grupo de alumnos de Educación Especial, de la misma edad que los nuestros, pero con características muy diferentes. No les habíamos dicho nada para que no lo dieran vueltas, no solo ellos, sino también los padres, que algunos padres tenemos mucho peligro.



Así que en el viaje de ida, cuando paramos a comer, les reunimos y se lo contamos. Esperaba risillas, comentarios despectivos, una especie de motín a bordo. Lo único que dijeron fue:

- Ah, vale.

Y

- Nos lo contáis para que les tratemos bien, pues claro que les vamos a tratar bien...

Y

- ¿Ya nos podemos subir al autobús?

Nos quedamos alucinadas. Esperábamos que soltaran todo lo que pensaban, que dijeran cualquier barbaridad y que luego ya recapacitaran. Incluso que alguno dijera que les teníamos que haber avisado para no venir. No le dieron importancia. Ninguna.



Llegamos y conocimos a nuestros compañeros. Las profesoras del otro centro resultaron ser, además de muy agradables, muy de nuestra forma de trabajar y de tratar a los chicos. Nos resultó fácil desde el principio llevarnos bien entre nosotras, bromear, divertirnos, pasarlo bien juntas, reírnos mucho. Creo que eso ayudó también a crear el clima adecuado entre los alumnos, que desde el principio se empezaron a llevar bien, sin miedos, sin filtros, sin problemas...

Los chicos del otro centro a veces necesitaban ayuda para realizar tareas, o entraban en dinámicas propias de sus enfermedades, como repeticiones constantes, o negativas sin motivo, o dejaban de pronto de hacer lo que estaban haciendo. He visto a mis chicos con una paciencia infinita, llevar de la mano a otros, hablarles muy suave, repetirles cosas que ya les han dicho una y otra vez a lo largo de los últimos minutos, las últimas horas, los últimos días.

Se han llevado muy bien. Han bromeado y reído juntos, han participado en todos los juegos juntos, se han abrazado, cogido de las manos, se han emocionado y han llorado juntos, se han escaqueado de las tareas y de las normas juntos; han hecho piña y han sido un grupo de alumnos de excursión lejos de casa en un lugar idílico sin mirar las diferencias, que en muchas ocasiones no notaban o no veían.



A partir del tercer día, tuvimos llantos porque no se querían ir, en los dos bandos. Y regalos preparados por ellos para nosotros, y por nosotros para ellos, y abrazos y besos, y muestras de cariño por todas partes. Se pasaron los móviles, se contaron sus vidas,...

Mi compañera y yo estábamos absolutamente alucinadas con nuestros alumnos, con su comportamiento ejemplar y con su manera de ver las cosas. Pero no solo eso. Las profesoras del otro instituto también estaban asombradas, porque, según nos contaron, no siempre funciona esto de juntar un centro especial con otro ordinario, y pocas veces, casi ninguna, funciona de la forma en la que lo hizo esta vez.

Como veis, mis chicos me han dado una lección que no creo que pueda olvidar jamás. Y no sé cómo decirles lo orgullosa que estoy de ellos. Ya se lo he dicho, y he pensado escribir un artículo en la revista del centro contando más o menos esto que os estoy contando a vosotros: lo mucho que me han enseñado y lo orgullosa que estoy de ellos. Y tal vez idee un regalillo para final de curso.



Por otro lado, igual que os cuento todo lo bueno que ha habido en estos días, os diré que tuvimos un percance con una alumna que nos ha dado muchos quebraderos de cabeza, una alumna que se ha comportado horriblemente mal durante todo el viaje y que llegó el último día a agredir a sus compañeros. Ahora estamos tomando las medidas disciplinarias que corresponden, pero eso empañó un poco la maravillosa experiencia que ha resultado ser este viaje.

14 comentarios:

  1. Qué bonito, Ro, me encanta que todo haya ido así.

    El primer párrafo del post me lo guardo y te lo iré enviando periódicamente.

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    1. Sabía que ibas a decir eso. No lo puedo evitar. Y mira que lo intento. Pero soy de ponerme en lo peor, mi madre siempre lo ha hecho y yo lo he aprendido.

      Besos.

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    2. Bueno, también es parte de tu encanto. Además, como siempre esperas lo terrible, cuando las cosas salen bien (el 99% de las ocasiones), lo disfrutas mucho :*

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    3. solo voy a aplaudir a Mery porque estoy muy de acuerdo con ella!

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  2. En mi opinión gran parte del éxito ha sido que no les contarais desde el principio las características del otro grupo, aunque no hacerlo era un arma de doble filo, los padres os podían haber creado problemas, muchas veces somos muy injustos y vemos fantasmas donde no los hay.
    ¡¡Bien por tus alumnos y sobre todo bien por tí!!
    Lástima lo de la otra alumna...en el cole de mis hijos si tienen x faltas de comportamiento no pueden asistir a las excursiones.

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    1. En el nuestro también. Ahora mismo ya no va a las dos salidas que quedan en estos días. Pero no es solo eso. Su familia está dando guerra.

      Besos.

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  3. Para que veas, que hay experiencias muyyyy buenas. Me alegro.
    No dejes que una pequeña mancha emborrone todo lo bueno que habéis sacado de estos días.

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    1. Estoy emocionada. Tanto que estos días he soñado con el pueblo y no se me quita de la cabeza.

      BEsos.

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  4. Oye, pues me alegro un montón!
    Beso!
    Marialu

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  5. Cuánto me alegro, Ro!!!! Enhorabuena a tus chicos y a los del otro centro por demostrar que podemos ser más y mejores. Y a las profes, porque si estas cosas pasan es porque de alguna manera lo que trabajáis se impregna.

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    1. Ha sido una experiencia muy positiva para todos. Genial.

      BEsos.

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  6. Que lindo lo que contas de la experiencia tan integradora, del como los alumnos les han dado una lección.. eso está muy bien! Y si, a veces uno tiene más prejuicios de los que debería. Que bueno cuando la vida nos demuestra que no había que preocuparse tanto, que las cosas si se dejan fluir salen maravillosas..
    abrazo

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  7. Qué pena lo de la alumna... Me ha encantado como se han integrados todos los chavales. Así deberíamos ser todos y no juzgar a nadie por ningún motivo! Se merecen un gran aplauso!
    Un beso, guapa :)

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