viernes, 29 de marzo de 2019

Libros en marzo

Al empezar el mes, terminé Fractura de Andrés Neuman. Un libro que me gustó mucho, y del que ya os hablé por aquí.



Después me metí de lleno en la maravillosa historia de El nombre del viento, y ha sido toda una experiencia. Tanto, que ya estoy con la segunda parte, a pesar de saber que hace años que se espera la tercera.



Un libro que terminé este mes fue uno de esos que pueblan mi mesilla. Me lo regaló Bienve en nuestro último intercambio y lo he ido saboreando a tragos cortos. Se trata de Paris será toujours Paris, una historia ilustrada por María Herreros y que he disfrutado mucho.



Se trata de un repaso de esta ciudad desde diversos puntos de vista: los barrios, las anécdotas, los escritores, los artistas, los lugares... que me ha fascinado.

También este mes he escuchado un audiolibro: Cometas en el cielo, y ha sido toda una experiencia: un libro duro que he saboreado.



Y leí con mi club de lectura favorito un libro de esos entretenidos, de los que enganchan: No hables con extraños.




Por último, otro libro por el que me decidí al terminar este fue uno que estaba en mi lista hace tiempo: La hija del comunista. Me queda muy poco para terminar, y aún este mes tiene dos días más, así que lo incluyo en los libros de este mes.



Han sido un total, por tanto, de cinco novelas. Y otras dos que tengo a medias. No me quejo. He vuelto a coger ritmo y a tener ganas de leer, algo que había perdido últimamente.

Decidme: ¿habéis leído alguno de mis libros del mes? ¿Me recomendáis algo maravilloso que no debería perderme?




jueves, 28 de marzo de 2019

Acuarelas

Me encantaría saber dibujar, y pintar, y lo que más me llama la atención en cuanto a técnicas es la acuarela.



Hace unos años me autorregalé un libro sobre técnicas de acuarela. El libro en sí no es muy bueno, es más, es bastante malo, y lo he hojeado varias veces pero sin muchas ganas de poner nada en práctica.



Me encantaría asistir a algún curso que me diera el empujón para pintar alguna cosilla, algo que antes hacía pero que hace muchísimos años que dejé atrás, y me da pena.




Creo que estaría bien volver a explorar mi lado más creativo, si es que queda algo de eso en mí. Y dibujar siempre me gustó, sin entrar en valoraciones si se me daba bien o mal. No pretendo ganarme la vida con ello.


Como digo, estoy deseando poder aprender, de la forma que sea, y practicar, por el mero hecho de jugar con los colores, de divertirme, de pasar el rato, y quizás ver algún resultado que me motive a seguir.



Y vosotros, ¿qué hacéis con vuestra creatividad? ¿La tenéis escondida por ahí, trabajáis con ella o la dejáis volar a menudo?

miércoles, 27 de marzo de 2019

No hables con extraños, de Harlan Coben

Hoy traigo una novela de intriga de esas que te entretienen mucho en el momento en que las lees y a los dos días has olvidado completamente de qué iban.



Título: No hables con extraños
Autor: Harlan Coben
Editorial: RBA

Adam es un abogado, casado y padre de dos hijos adolescentes. Un día, un desconocido se le acerca y le cuenta un secreto de su mujer; un secreto que puede cambiar su vida. A partir de ese día ya nada puede volver a ser como era.

Así comienza una historia que tiene algunos giros de guion y que resulta bastante bien llevada hasta el final, aunque algunas tramas estén un poco cogidas por los pelos...

Lo bueno de este libro no es el libro, sino que lo hemos leído más o menos a la vez algunas amigas, y los comentarios y anécdotas que surgen por ese motivo.

No ha sido nada del otro mundo, pero es una de esas novelas que engancha, te atrapa y quieres seguir leyendo; una novela de playa o piscina.

martes, 26 de marzo de 2019

Dirty John

Este fin de semana he visto esta serie, que es mala como un demonio. Pero la he terminado, y aún me pregunto por qué.



Dirty John está basada en un caso real. Una mujer separada y con hijos conoce por internet a un hombre del que se enamora y con el que se casa en muy poco tiempo, sin apenas saber nada de él. Después de eso, se empieza a descubrir el oscuro pasado de este hombre.

Durante toda la serie, desde el primer capítulo, estás pensando: Mujer, corre,... Vete lejos, no mires atrás. Pero ahí sigues, viendo como, a pesar de los pesares, ella sigue a su lado, inexplicablemente.



Tengo que decir en mi defensa que estoy dedicada en estos días en cuerpo y alma a tejer, y que necesito algo que no me tenga atrapada a la pantalla  para poder dedicarme a ambas cosas a la vez. Creo que es la excusa más clara que puedo dar para haber visto esta serie que, como ya os he dicho, es bastante mala.

En Netflix también tienen un documental sobre los personajes reales en los que se basa la serie. Dirty John, the dirty truth. Es igual de malo o peor que la serie, pero he visto también un rato, porque quería poner cara a estos personajes.



El caso es que esta es la última serie que he visto. Y no os la recomiendo.

lunes, 25 de marzo de 2019

Las notas de mis alumnos

La semana pasada entregamos las notas de la segunda evaluación.



A mis hijos se las dieron el viernes anterior, y han sido buenas. Las del mayor muy buenas y las del peque, a pesar del trabajo y del tiempo que le dedicamos, son muy poco agradecidas, pero hemos aprobado todo. Ojo a la persona del verbo: HEMOS, primera del plural, nosotros, porque ha sido un trabajo colectivo en casa. Y no solo mío. Si tengo reuniones o cursos, el hermano mayor toma las riendas de los estudios del pequeño y lo lleva con mano de hierro, mucho mejor que su madre.

A mis alumnos no les ha ido tan bien. Lo cierto es que les ha ido bastante mal.



En mi tutoría, de cinco alumnos, mi materia la han suspendido cuatro. Un éxito total, oiga. Llevo todo el trimestre avisándoles de su falta de trabajo, de su falta de interés. La mayoría de ellos han dejado trabajos y actividades sin entregar, no les ha importado, y finalmente hemos llegado a estos resultados, que son penosos.

Sus resultados en otras materias no son mejores: si fuera junio, solo dos de los cinco pasarían al curso siguiente. Eso es un fracaso en toda regla. Por su parte y por la mía. Nunca debemos perder de vista que, a pesar de que sé que mis alumnos son difíciles, estoy para intentar engancharles de alguna forma a un sistema educativo al que prácticamente han renunciado. A casi todos ellos les da un poco igual aprobar o suspender, pasar o no, y están deseando quedarse en casa, porque es triste ir cada día a un sitio donde fracasas una y otra vez.

Así que repartimos culpas, hemos hecho terapia de grupo estos días, hemos analizado las causas y hemos buscado cambiar la dinámica. Ellos me han prometido hacer todas las actividades sin protestar, yo les he prometido hacerles más exámenes (sí, quieren más exámenes, prefieren no estudiar, o medio estudiar un rato un examen a pasarse una semana haciendo un trabajo. Y ojo que los trabajos los hacen en clase, que no les mando nada para casa...).



De mi clase de segundo, la más conflictiva en cuanto a disciplina, han aprobado tres y han suspendido dos. Los resultados no son buenos pero son más aceptables. Y uno más tendría que haber obtenido buena nota si no le hubiera pillado la chuleta en la última prueba.

Una alegría, en realidad un poco agridulce, han sido mis alumnos del curso pasado. Este año están en cuarto, en un grupo hecho especialmente para ellos, para que cuarto no se les atraviese, y esta evaluación todos ellos han suspendido solo una o dos materias, con lo cual si fuera junio estarían en condiciones de titular. Y eso que nadie a principio de curso daba nada por ellos. Yo solo les doy una hora a la semana de Apoyo al área de Lengua, en la que trabajamos lo que ellos quieran de la materia de Lengua, repasamos, hacemos ejercicios...

Os digo que la sensación ha sido un poco agridulce porque estoy feliz por ellos, y eso es lo importante, pero la tutora, a la que no soporto (lo siento, pero estas cosas pasan) ha tirado por tierra desde principio de curso cualquier trabajo que los profesores anteriores hiciéramos con ellos. En esta evaluación llegó a decir, y delante de mí, que a principio de curso estaban como los monos subidos a los árboles y que, gracias a su trabajo con ellos, ahora al menos tienen los pies en la tierra. En fin. Yo pienso que si estos chicos están en condiciones de titular en junio no será solo por lo que haya hecho ella, ni siquiera todos los profesores que tienen este curso, sino que a lo mejor, solo a lo mejor, algo habían hecho en cursos anteriores, alguna base de algún tipo les habíamos dado los profesores que han tenido antes de este año. No sé, pero me molesta que miren despectivamente mi trabajo, llamadme sensible. Sobre todo sabiendo que alguno de estos alumnos, al menos dos, no sabían leer cuando los conocí. No sé, quizás el trabajo de los dos años de PMAR y una madurez que antes no tenían haga que ahora estén más dispuestos a mirar por su futuro académico.



Eso es todo. Como veis, es para echarse a correr. Pero aquí seguimos, con unas ganas inmensas de vacaciones pero dispuestos a trabajar las tres enooooormes semanas que faltan hasta Semana Santa.

viernes, 22 de marzo de 2019

Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini

Este libro ha sido una novela escuchada, y no leída. Y eso no ha hecho que la experiencia sea peor, ni menos intensa. Lo digo por algunos que me han comentado que no se deciden por los audiolibros. Me parece muy interesante para quien tenga ratos sueltos en los que pueda escuchar mientras está haciendo otra cosa que no requiera concentración.




Título: Cometas en el cielo
Autor: Khaled Hosseini
Editorial: Letras de bolsillo

Amir nos cuenta su historia, la historia de una amistad que él mismo traiciona. Esa traición marcará su vida ya para siempre. La novela está ambientada en Kabul en los años sesenta y setenta, un Afganistán lleno de tradiciones y alegre que no sabía nada de lo que pasaría en los siguientes años de guerras y talibanes.

Es una historia que te llega directa al corazón, que te engancha y que se queda contigo. Me he sonreído en multitud de ocasiones y también he llorado amargamente con la historia de Amir y Hassan.

Esta novela es ya un clásico y supongo que muchos de los que pasáis habitualmente por aquí ya la conocéis, pero para mí era uno de esos eternos pendientes por los que nunca me decidía. Lo recomiendo muchísimo. Si no lo habéis leído, ya estáis empezando...

jueves, 21 de marzo de 2019

Zapatillas bordadas

No sé si lo sabéis, pero me encanta entrar en Pinterest y perderme viendo cosas bonitas.

Cada temporada, me da por una cosa diferente o, mejor dicho, por varias.

Esta vez me ha dado por mirar zapatillas bordadas. Me encantan.



Creo que es un DIY bastante sencillo, al menos en algunos casos, y que el resultado es muy apetecible.



Habría que tener cuidado, porque el resultado puede ser muy chulo o puede pasar directamente a ser demasiado hortera (¿Aún se usa la palabra "hortera"? Creo que hace años que no la oigo...).



El caso es que, como me suele pasar, luego no pongo en práctica todo lo que pasa por mi cabeza, pero en estos momentos me encantaría comprarme unas zapatillas blancas de este tipo y hacerle un pequeño bordado lateral.

¿Os gustan u os horripilan?

miércoles, 20 de marzo de 2019

The marvelous Mrs. Maisel

He perdido la cuenta de las veces que me habéis recomendado esta serie. Las dos ultimas personas, Bienve y Sara M. Y siempre me había dado pereza porque vi el primer capítulo, o la mitad del primer capítulo, y no me había llamado la atención. Sin embargo, decidí darle otra oportunidad y me ha encantado.



La serie sigue la vida de una mujer durante los años cincuenta. Se trata de una chica muy joven, inteligente, atractiva, casada y con dos hijos, que lleva una vida muy acomodada y sin aparentes preocupaciones en Nueva York hasta que un acontecimiento trastoca todo lo que tenía planeado para el resto de sus días. Pero ese vuelco en su vida le lleva a subirse a un escenario para hacer humor, algo que muy pocas mujeres hacían en la época (y, si te descuidas, en la actualidad tampoco).

Midge Maisel entra de lleno en un mundo que desconoce, y que es un mundo masculino, vetado para las mujeres.



Aparecen numerosos estereotipos de la época pero también de la nuestra. El papel del padre y de la madre ante los hijos, la discriminación de las mujeres en cuanto al trabajo, el trato que se le da a una mujer por el mero hecho de estar separada,...

Creo que es una serie que sabe reírse de sí misma, que es muy positiva, y que también tiene una estética muy alegre, con un vestuario que me encanta, una música y unas escenas coreografiadas muy divertidas y adecuadas, unos diálogos inteligentes...



El éxito creo que no se debe solo a la protagonista, que es estupenda, sino también a todo el elenco de secundarios, que tienen unos papeles geniales (me encanta el padre) y que por sí mismos podrían dar para una serie o una película todos y cada uno de ellos.

Detrás de este producto está la creadora de Las chicas Gilmore, Sherman-Palladino, una productora y directora que siempre ha dado voz a las mujeres y a sus realidades.

Muy recomendable.


martes, 19 de marzo de 2019

De evaluaciones

Hoy y mañana tenemos en mi centro las sesiones de evaluación de este segundo trimestre.



Ya os comenté que este año se adelantaban las evaluaciones, debido a que el segundo trimestre en sí es demasiado largo, y quedaba totalmente descompensado con el tercero. A mis hijos les dieron las notas el viernes (todo bien) y nosotros las entregamos este viernes próximo. Así que tenemos estos dos días las evaluaciones de los alumnos.

Me resultan, tal y como están planteadas, unas reuniones totalmente inútiles. Nunca hay un debate productivo sobre lo que podemos hacer con un alumno que se ha despistado o que no trabaja, y pocas veces, muy pocas, se proponen soluciones a algún problema. Normalmente son una especie de terapia colectiva, comprobar que tus notas son muy malas pero también lo son las de los demás, que no suspende contigo solo, y quedarte de esta forma tan a gusto.

Por ejemplo, en este curso los terceros de la ESO no están siendo nada indisciplinados, apenas hay amonestaciones por escrito de sus profesores, lo cual es extraño (tercero suele ser un curso con conflictos), pero sus resultados son malos desde que comenzó el curso y, por lo que he oído, peores ahora. Lo achacamos todo a la adolescencia, y puede que sea una de las causas. Pero nadie se ha planteado poner algún tipo de solución para unos alumnos que en cursos anteriores sacaban buenas calificaciones y este año están fallando en masa. Algo habrá, pero es como si no fuera asunto nuestro.

Siento ser tan crítica, pero no creo que solucionemos ningún problema en las evaluaciones con hablar de cómo se porta conmigo, contar una anécdota de lo que me pasó con un alumno, decir frases hechas del tipo:

- que trabaje más.
- tiene que ponerse las pilas.
- no hace nada.
- no hace los deberes.
- no entrega los trabajos.
...

Todo esto no son soluciones. Nunca nos planteamos por qué y cuál es nuestra parte en todo lo que sucede. Partimos de la base de que nosotros lo estamos haciendo todo perfecto y los alumnos son los que fallan.

Nada de lo que se habla en las evaluaciones me parece interesante, y lo cierto es que deberían ser las reuniones más importantes que hay a lo largo del curso, cuando los profesores que imparten clase a un alumno, todos ellos, lo nombran y se ponen a hablar de él, de sus resultados, su trayectoria... Pero no es así en absoluto.

En fin, si alguien está interesado en el tema, Toni Solano, que es muy sabio, ya nos habló hace un tiempo de la evaluación: esa gran desconocida.



lunes, 18 de marzo de 2019

El nombre del viento, de Patrick Rothfuss

Conocía hace muchos años la existencia de este libro, pero siempre pensé que no era para mí.



Título: El nombre del viento
Autor: Patrick Rothfuss
Editorial: Debolsillo

Sin embargo, hace poco, un alumno que me lo había recomendado hace tanto como ocho años, me escribió, estuvimos hablando un rato y, entre otras cosas, me acordé de su pasión por este libro y su autor. Entonces, me entró el gusanillo y me dispuse a leerlo.

Estaba predispuesta en contra, porque no soy muy del género de fantasía épica, pero siempre hay excepciones. Me alucinaron los libros de la saga de Canción de hielo y fuego, que son de este tipo, y también en su momento El señor de los anillos y El hobbit. Pero no me esperaba nada parecido.

Y no lo es.

El nombre del viento tiene un estilo muy personal que te atrapa desde la primera página. Podría leer cualquier cosa que estuviera escrita así, porque me ha encantado su tono, su forma de contarlo, las técnicas que utiliza, tan de cuento, de leyenda, de literatura oral: un personaje que le cuenta su vida a otro por determinados motivos para que la escriba y de fe de lo que sucedió, y a la vez hay una trama actual que se entremezcla con la historia que se cuenta.

El caso es que me ha gustado mucho, me ha entusiasmado, y me lo he leído en relativamente poco tiempo teniendo en cuenta que es un libro bastante voluminoso. Y ya he empezado la segunda parte. Lo he hecho consciente de que hace años que los seguidores de esta saga están esperando la tercera parte, que no hace más que retrasarse, pero quiero seguir leyendo las aventuras de Kvothe.

“Me llamo Kvothe, que se pronuncia «cuouz».
Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona.
He tenido más nombres de los que nadie merece.

Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie,
puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido

Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía.
Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. 

Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. 

Todos esos nombres me los he ganado.
Los he comprado y he pagado por ellos.

Pero crecí siendo Kvothe. Una vez mi padre me dijo que significaba «saber».

He robado princesas a reyes agónicos.
Incendié la ciudad de Trebon.
He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.
Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.
He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.
He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.

Quizá hayas oído hablar de mí.”



viernes, 15 de marzo de 2019

Mis días

Dicen que no hay dos días iguales, y aún así puedes estar aburrida de lo que haces.



Mis días últimamente no son nada tranquilos. Llevamos en quince días más o menos dos operaciones en la familia, un puente en el trabajo, dos huelgas de estudiantes (entre la del viernes pasado y la de hoy), una exposición para celebrar el Día de la Mujer, dos tardes de curso, infinitas reuniones, estudios, prácticas de instrumento, exámenes y más exámenes, un viaje a París de mi hijo mayor... no se me ocurren más cosas pero hay muchas más: visitas al médico, al dentista, al pediatra, mil recados,...

Y aún así estoy más aburrida que cansada. Mis tardes están repartidas entre los estudios del peque, las miles de cosas que tengo que hacer y el sentarme en el sofá (a veces no, depende del día) a tejer, que es lo único que consigue relajarme de toda la jornada. Eso y el ratito de lectura antes de dormir. Pero esto último en los últimos meses sigue siendo una costumbre, porque lo es, a pesar de que me concentro menos de lo habitual y consigo relajarme también menos de lo habitual.



Total, que mis días son un poco mehhh, aburridos, sin mucho aliciente. Aunque esta tarde, precisamente esta tarde, me voy con una amiga a ver una conferencia que da aquí en León la Boticaria García. Y espero salir de la rutina y pasármelo muy bien. No descarto que después de la conferencia nos vayamos las dos a cenar por ahí. No es mal plan, ¿verdad?

jueves, 14 de marzo de 2019

Algunos relatos

Ya sabéis que está de moda escuchar audiolibros. No sé si por eso hay muchos más al alcance de todos, o es que me apunto a todas. El caso es que en los últimos tiempos escucho algunos relatos, sobre todo por las noches.

Tengo que reconocer que esta costumbre me ayuda con mi insomnio. Me pongo un audio y la voz relajada del narrador y mi quietud en la cama, o mi concentración hacen que me suela dormir enseguida. Y eso es buenísimo, porque estoy pasando una temporada en la que me duermo más o menos bien pero me despierto por las noches y luego me cuesta muchísimo dormirme de nuevo.

Así que así, a ratos, voy escuchando algunos cuentos y relatos más o menos breves. Y quería ir dejando testimonio por aquí de algunos de ellos.



Cómo se salvó Wang-Fo, de Marguerite Yourcenar

De esta autora no había leído nada, creo. Y me llamó la atención este relato sobre un anciano pintor y su discípulo.

Se trata de un cuento de estilo asiático, pausado, lleno de metáforas y que me ha dejado buen sabor de boca.



Felicidad clandestina, de Clarice Lispector

Alguna vez me habéis recomendado por aquí a esta autora, y por eso la tenía apuntada. No he leído nada de ella pero este relato me ha despertado las ganas.

Una historia muy breve sobre niñas, envidias y libros. Me ha gustado mucho.



El banquete, de Julio Ramón Ribeyro

Muy interesante relato breve sobre un hombre que prepara su casa para dar un gran banquete para invitar a un presidente cuando aún no sabe siquiera si vendrá ni lo ha invitado.



El guardián de su hermano, de Dashiel Hammett

Este es el creador de El halcón maltés. No había leído nada suyo. En este relato un jovencísimo boxeador y su hermano, que es su representante, tienen algunos problemas que deben solventar. Muy directo, de esas historias en las que se habla entre líneas y el narrador no te explica lo que está pasando. Me ha gustado.

De momento eso es todo. Ahora estoy escuchando una novela, que acabo de empezar, y acabo de terminar otra. Estoy enganchada a aprovechar mis tiempos perdidos de viajes o de esperas escuchando cosas interesantes.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Otra pequeña operación

Esta vez no es el peque. No le puede tocar todo. Esta vez es mi madre, que también tiene lo suyo.

Hoy estoy en Palencia porque ayer operaron a mi madre de cataratas.

Fue una cosa sencilla y de un ratito, pero le toco muy tarde y estuvimos fuera de casa hasta las once de la noche. Ha pasado por muchas operaciones y está era de lo más sencillo y sin complicaciones. Pero estos días ella estaba un poco nerviosa y preocupada. Es inevitable. Así que me vine ayer y hoy me voy a trabajar desde aquí. Como no era imprescindible, de esta forma no he tenido que pedir día libre en el trabajo, porque este curso está siendo bastante complicado, con dos operaciones de mi madre, una del niño y dos días que estuve enferma y me quedé en casa... Sin contar las pocas ganas que tengo a diario de ir a trabajar.

En fin, que esto ya está pasado. Y hoy voy a clase con mucho sueño pero con una cosa menos en mi lista de pendientes.

martes, 12 de marzo de 2019

Fractura, de Andrés Neuman

Me recomendó este libro el padre de una alumna, y no estaba muy convencida cuando leí la sinopsis de que me fuera a gustar. Pero terminé de decidirme y me alegro de haberlo hecho.



Título: Fractura
Autor: Andrés Neuman
Editorial: Alfaguara

El protagonista es el señor Watanabe, un superviviente de Hiroshima, al que conocemos, ya anciano, en el momento del desastre de Fukushima. Ambos acontecimientos se unen en él para llevarnos de viaje a través de la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad. A través del personaje principal y de distintos personajes femeninos conocemos su historia. Y esos personajes femeninos habitan en distintas coordenadas geográficas: París, Nueva York, Buenos Aires, Madrid. Están bastante logradas sus personalidades y, sobre todo, su pensamiento, representando aquí, en cierto modo, a su país en un momento determinado de la historia.

Maravilloso el estilo narrativo de este autor, que no conocía y con el que quiero repetir porque me ha gustado todo, la trama, los personajes, pero sobre todo la forma de contar, tan clara, tan sencilla, tan especial...

Quizá algunos fragmentos se me han hecho pesados, especialmente cuando se sale de la trama principal y reflexiona sobre distintos elementos de la actualidad. Me gustan esas reflexiones, pero se me han hecho excesivas en algunos pasajes, como si la historia quedara atrás y lo importante fuera la digresión. Y eso no me suele gustar. Aún así, se lo perdono, porque la novela en conjunto me ha parecido muy interesante y muy recomendable.



lunes, 11 de marzo de 2019

La saga de Harry Potter

En casa somos fans de Harry Potter. Lo fue mi hijo mayor durante su más tierna infancia. Recuerdo que alguna película, cuando se estrenó, le dio miedo porque era muy pequeño, pero le encantaba. Jugaba mucho a las películas en casa. Lo malo es que, por edad, no leyó los libros, porque se estrenaron las películas antes de que fuera lo suficientemente mayor para leerlos.



Después, cuando tuvo edad para ello, se aficionó el pequeño, y como siempre ha sido bastante obsesivo con las cosas, Harry Potter era una de esas sagas de películas que siempre llevaba en el coche, que ha visto infinidad de veces, que se sabe casi de memoria (sin el casi). Él sí se ha leído los libros. No todos, pero irán cayendo. Ha leído, de momento, los tres que se han publicado ilustrados, que son maravillosos. Y, a pesar de conocer la historia y todos sus detalles, le encantan.



Cuando Netflix metió en su catálogo las películas de la saga, quedamos en que haríamos un maratón de fin de semana, sin salir de casa y sin movernos del sofá. Pero no ha podido ser, porque las obligaciones le llaman y no hay manera de encontrar dos días libres.



Así que hemos vuelto a ver todas las películas, en orden, pero a lo largo de un mes entero. Y las hemos disfrutado muchísimo. Creo que nunca las habíamos visto todas los dos juntos y nos encanta el cine de madre e hijo. Nuestras miradas, ponernos nerviosos a la vez, llorar si es necesario... Y claro que es necesario, no importa las veces que veamos alguna escena...



Hemos disfrutado mucho otra vez de los personajes y hemos sufrido con ellos. Por eso Harry Potter sigue siendo tan especial aunque pasen los años.





viernes, 8 de marzo de 2019

El día de la mujer

Hoy es el Día de la mujer, una jornada que, afortunadamente, cada año se ha vuelto más reivindicativa. El año pasado me apunté a la huelga convocada para este día. Este año iré solamente a la manifestación, aunque me creo que nuestros alumnos sí secundarán la huelga, convocada también para estudiantes.



En nuestro centro celebramos el día siempre de la misma manera, que me parece muy adecuada: cada profesor en su materia dedica el día a hablar de una mujer destacada dentro del campo que le compete, a hablar de su vida y de sus logros. Así, los chicos escuchan a lo largo de la mañana los nombres e historias de seis mujeres importantes: escritoras, músicas, personajes históricos, científicas, matemáticas, gimnastas...

La mayoría de nosotros, en previsión de la huelga, dedicamos a ello la jornada de ayer. Yo les hablé de Virginia Woolf, que para mis alumnos era un nombre absolutamente desconocido. Ahora ya no lo es.

Este curso, además, hemos intentado hacer algo más. Les hemos pedido a los chicos una foto de una mujer importante en su vida: su madre, su abuela, una tía, una amiga. Y también de mujeres trabajando. Y han participado con muchas fotografías. Con ellas ayer me pasé la mañana tirada en el suelo montando una especie de exposición. Y hoy terminaré de rematarla. Quedará en el hall del instituto durante las próximas semanas y vamos a invitar a que pasen por allí a verla los padres y también los ancianos de la residencia.



En el centro donde trabajo, y en toda la zona, el feminismo sigue siendo, a pesar de todo, algo de lo que oyen hablar de lejos y, en su mayoría, piensan que no les afecta. Hay un par de alumnas bastante involucradas con el movimiento. Un par, en todo el instituto. Es una zona rural muy tradicional y poco dada a dejarse influir por nada nuevo, por movimientos globales, aunque muchos alumnos ya tengan internet en casa y lo usen también habitualmente en sus móviles.

La mayoría se quedarán en casa hoy por las razones equivocadas: por no ir a clase. No puedo culparles. También lo hice con su edad. Ojalá me equivoque y en la concentración de las 12 en la plaza del pueblo vea a la mayoría de los alumnos. Ojalá.

(Editado: Como me lo habéis preguntado, os comento que las dos imágenes son de Marialu y Esther Gili, de las que ya sabéis que soy fan total)

jueves, 7 de marzo de 2019

Algunas pelis de Netflix

He estado en estos fines de semana de estudios viendo algunas películas. Normalmente las veo por capítulos. Media hora por la mañana, un rato después de comer, luego la termino al día siguiente... lo que se pueda. Me viene muy bien Netflix para eso, la verdad. Y también Amazon Prime Video, pero lo cierto es que uso mucho menos esta última plataforma, y no sé por qué.

Me apetecían películas de no pensar demasiado, y a veces repetir con algunas ya vistas hace tiempo.



Bajo el sol de la Toscana

Una película de domingo por la tarde, de esas de dormir la siesta, o no. Supongo que todo el mundo la conoce porque ya tiene años. Una mujer se busca a sí misma en el norte de Italia. Es entretenida.



Suite francesa

La protagonista de esta historia vive con su suegra mientras su marido lucha en la segunda guerra mundial contra los alemanes. Pero el enemigo llega al pueblo y un oficial alemán es asignado a vivir en su casa.  Muy floja.



Lo mejor de mí

Una película basada en un libro del mismo título de Nicholas Sparks. De jóvenes no pudieron estar juntos, y ahora de mayores se reencuentran. Romántica pero bastante floja.



Come, reza, ama

Basada en un bestseller, esta película fue relativamente conocida en el momento de su estreno, hace ya unos cuantos años. Una mujer quiere (otra vez) buscarse a sí misma, y planea un viaje de un año que pasará por Italia, la India y Bali. No está mal también como entretenimiento, pero no es nada del otro mundo.


Hija de su padre

Una mujer es abandonada en el altar y finalmente aprovecha el viaje de novios con su padre, al que odia y hacía años que no veía. Otro entretenimiento sin más.

¿Qué me contáis? ¿Habéis visto alguna de estas? ¿Me recomendáis alguna del catálogo de Netflix?



miércoles, 6 de marzo de 2019

The umbrella academy

Uno de los estrenos del mes pasado en Netflix ha sido esta serie, que he terminado hace unos días y que me ha parecido muy interesante por muchas cosas. Os cuento.



Está basada en una saga de cómics escrita por Gerard Way y dibujada por Gabriel Bá, saga de la que no sabía ni siquiera de su existencia. Pero creo que no hay que perderlo de vista en toda la serie, porque el formato tiene que ver con eso, con ser un cómic, y por eso es divertido, gamberro, moderno, lleno de cosas muy interesantes.

La historia parte de un día concreto de 1989 en el que nacieron 43 niños en distintas partes del mundo. Lo extraño del caso es que ninguna de sus madres estaba embarazada al empezar el día. Un excéntrico millonario consigue adoptar a siete de esos niños y con ellos crea The Umbrella Academy, una especie de academia de superhéroes, porque cada uno de estos niños tiene un poder que lo hace especial.


Tiene escenas memorables, sobre todo las que son de acción. Y el uso de la música y su banda sonora me ha gustado mucho.

En cuanto a los protagonistas, algunos de los hermanos de la academia son caras conocidas. Por ejemplo, Ellen Page, una actriz que nos maravilló en Juno y que me gusta siempre mucho. O Robert Sheehan, conocido para mí sobre todo por su maravilloso papel en la serie Misfits, y que está formidable en esta serie también.


Si tengo que destacar algo negativo, aparte de algunas incongruencias que sé que a muchos les sacarían de sus casillas pero para mí forman parte de la fantasía creada en la historia, es que no está demasiado equilibrada la locura de algunos momentos con el tema más familiar relacionado con los hermanos, sus rencillas, sus momentos más íntimos. Es decir, el ritmo es muy irregular, con altibajos constantes. Y también me habría gustado más ver la evolución de todos ellos en la adolescencia. Pero eso ya son cosas mías.


martes, 5 de marzo de 2019

Helena o el mar del verano

Creo que vi una foto de este libro en alguna parte, y me dije que podía estar bien. (Me tengo prometido saber siempre de dónde salen mis recomendaciones, pero pasa tanto tiempo desde que apunto un libro hasta que lo leo que se me olvida; tengo que apuntar más...)



Título: Helena o el mar del verano
Autor: Julián Ayesta
Editorial: Acantilado

El protagonista es un niño que, desde su inocencia infantil, nos cuenta las impresiones, más que nada las emociones, los sentimientos, que le provocan los recuerdos de unos momentos clave para él. Los del cambio de la niñez a la adolescencia, que se produce entre un verano y otro. Son esos veranos de primos, de tíos y amigos; de baños hasta última hora, de arena pegada por todo el cuerpo; de mundo de adultos y mundo de niños, separados como universos diferentes; de los juegos, de las risas, de los descubrimientos... Y luego el paso a la pubertad, un mundo más doloroso, menos claro, en el que de repente te aceptan entre los mayores pero aún no los entiendes del todo...

Está ambientado en Gijón y también en un pueblo de vacaciones de la costa asturiana y me ha gustado mucho su forma de expresar emociones. Me ha aburrido un poco el tema religioso, la culpa y el pecado, pero creo que era así en toda una generación. No hay que olvidar que el libro fue publicado en 1952.

Es una novela muy breve y muy recomendable, aunque sea simplemente por el estilo y por cómo se cuentan las cosas.