jueves, 30 de octubre de 2014

Mis tardes

Las tardes en mis sueños son...

Comer prontito, a la una si es posible, o antes. Es cuando más hambre tengo.

imagen
Dormitar en el sillón tras un silencio de ésos en que se oyen las manecillas de los relojes.

imagen
Coger un libro y leer un rato.

imagen

Salir a dar un paseo, sola, a mi aire.

imagen

Caminar por ahí sin rumbo. O mirar una tienda, hacer un recado.

imagen

Llegar a casa y dedicarme a cualquier cosa: dibujar, tejer, hacer fotos, internet...

imagen

Y cenar mientras hablamos de qué tal nos ha ido el día.

imagen

Ver una película o una serie, sin preocuparme demasiado en que mañana tengo que madrugar.

imagen

Mis tardes reales. 

Llego a casa muy tarde y casi a la hora del té.

imagen
Después, me quedo dormida en el sofá un ratito, con los dibujos de ruido de fondo, y los niños hablando alrededor.

imagen

A continuación, van los deberes (odio los deberes, ¿os lo había dicho?).

El estudio.

Más deberes.



La práctica con la música.

imagen

Las duchas.

imagen
La cena a cuatro bandas, con el pequeño, casi inevitablemente, pasado de vueltas.

imagen
Los cuentos antes de dormir.

imagen
Los besos y las cosquillas.

imagen
La comida del día siguiente.



Recoger infinidad de cosas.

imagen
Caer en la cama. Si hay suerte, dormir al instante, de puro cansancio. Otros días, muchos, dormir a ratitos, pensar-soñar con las clases, los alumnos...

imagen

14 comentarios:

  1. Pero lo mejor de todo son "los besos y las cosquillas"... ;)

    ResponderEliminar
  2. Que bien has descrito las tardes de mis sueños... mis verdaderas tardes no son tan atareadas como las tuyas pero distan mucho de las que quisiera :( Ánimo y p'alante!!!

    ResponderEliminar
  3. Creo que esas tarde de ensueño las queremos todos, pero (quitando el tema de los deberes que estoy segura de que yo también odiaré) tus tardes no están tan mal ^^
    Un besazoooo
    Marialu

    ResponderEliminar
  4. Realmente no tengo las tardes muy ocupadas, pero no sé cómo, termino siempre sin aprovecharlas :(
    Entre descansar un ratito, y cuando empiezas a hacer cosas no son las que tú quieres, y cuando te das cuenta ya es la hora de lo que sea. Gracias a Dios este año al menos hemos cambiado el ritmo, y estamos consiguiendo cenar con los niños, sin tele, y prontito. ¡Milagro!

    ResponderEliminar
  5. Leer cuentos y besos y cosquillas, mi parte preferida!

    ResponderEliminar
  6. A veces qué poco se parece la vida de nuestros sueños a la real... Pero hay que ver la cantidad de cosas buenas que tienen tus tardes reales, profe :) ¡Besotes!

    ResponderEliminar
  7. Me pasa igual a la hora de dormir: o me quedo k.o. o estoy en un duerme vela pensado en el trabajo... En fin, como ya se ha dicho, a disfrutar de cuentos, besos y cosquillas; y de vez en cuando a intentar escaparse para una tarde de ensueño ;)

    ResponderEliminar
  8. Tanto las tardes de tus sueños como las reales tienen su encanto...cada una tiene su puntito...
    ;)
    Besos!

    ResponderEliminar
  9. Ambos modelos de tarde me resultan familiares...Me temo que a mí me pasa lo mismo.
    abrazo!

    ResponderEliminar
  10. Si es que nos han estafado con lo del acceso de la mujer al mundo laboral: sin medidas de conciliación efectivas no se puede ser madre y profesional sin dejar se ser tú.

    ResponderEliminar
  11. Oye, pues tus tardes tienen unas partes que están fenomenal, sobretodo la de los besos y las cosquillas.

    ResponderEliminar
  12. Mi tarde ideal también es como la tuya... pero hace tiempo que no disfruto de una tarde en condiciones, ains!

    ResponderEliminar

Cuéntame...