Allá por el año 97 (sí, lo sé, soy muy mayor), en septiembre, volvía yo de mi viaje de novios, y me traía bajo el brazo, recién compradito en Madrid, el temario de las oposiciones. No sabía que ese temario me iba a acompañar en tres mudanzas y durante los siguientes once años. Pero si lo hubiera sabido, probablemente no habría cambiado nada.
Entonces no sabía lo que iba a ser de mí, lo que la vida me iba a deparar, pero tenía claro que quería ser profe, y me iba a dedicar a ello hasta que lo consiguiera.
A mi alrededor surgieron un montón de voces discordantes. No de mi chico, la persona más cercana que tenía entonces, en nuestro apartamento alquilado con cuatro muebles, sino de los amigos, los familiares...
Recuerdo, como un puñal que tengo clavado y que nunca he devuelto pero no creáis que no se me pasa por la cabeza, a uno de los amigos de la pandilla decirme:
- Pero si ya estás casada, y tu marido tiene un sueldo fijo... ¿qué vas a estudiar tú? Mira, te aseguro que no vas a trabajar nunca.
Sí, vale, soy una blanda y sigo hablándole casi veinte años después, y mis hijos juegan con el suyo, pero no me olvido de aquello.
Mis tías, todas maestras (sí, todas; en mi familia la vocación es hereditaria) entendían perfectamente mis horas de estudio, mis esfuerzos, que lo mío era un trabajo a jornada completa, estudiando, y que no era cuestión de interrumpirme. Mi madre no tanto. Ella venía a verme a cualquier hora, con cualquier excusa (su niña se había marchado de casa y se encontraba sola) y le daba igual hacerme perder media tarde de estudio.
Me presenté por primera vez en el 98. Aprobé el primer examen y suspendí el segundo, el oral. Gracias a ese aprobado, y con un sistema antiguo de listas de interinos, empecé a trabajar ese mismo año con una vacante completa, y en mi provincia.
A partir de ahí, oposiciones un año sí y uno no, seis. Sí, habéis oído bien, seis veces hasta conseguir aprobar. Unas me fueron mejor, y conseguí aprobar todos los exámenes, pero sin plaza. Otras me fue peor y solo pasé el primero. Unas me parecieron justas, bien organizadas, coherentes. Otras fueron una auténtica pesadilla y una tomadura de pelo para los opositores.
Y durante todos estos años he visto a mi alrededor a la gente diciéndome que dejara de estudiar, mirándome con verdadera lástima cuando le pedía a mi chico que se llevara a los niños al parque, o al centro comercial o donde fuera para poder aprovechar la tarde de estudio, cuando pasaba las tardes en la biblioteca, cuando a estas alturas de julio, y más tarde, no sabía aún qué iba a ser de mí el curso siguiente, si trabajaría o no y dónde.
Pero seguí en ello, me empeñé y al final una de esas plazas fue mía. No sé si las horas de estudio invertidas han merecido la pena, y nunca lo sabré, porque no pienso en ello. Sólo sé que el día que supe que había aprobado y que tenía plaza, tardé unas horas en reaccionar. No podía hablar, no podía sonreír, no podía llorar... Luego me pasé varios días llorando por las esquinas, como una loca. Y nadie, nadie salvo mi chico, que lleva conmigo esas seis oposiciones, sabe todo lo que he pasado.
Te entiendo perfectamente, porque aunque yo nunca haya opositado se que es durísimo. Tengo un amigo que lo ha hecho este año y parece que ha sido una estafa. Está el pobre derrumbado. Un besito!
ResponderEliminarEres una campeona. No por haber aprobado,que también, sino por la voluntad y el esfuerzo. Estamos acostumbrados a valorar solo los resultados. Un beso Ro!!
ResponderEliminarOlé tu!!! Y ese "amigo" de qué época venía? la de las cavernas? FLIPO!
ResponderEliminarEstá claro que tantas horas de estudio y tanto esfuerzo mereció la pena... ¡vaya si lo mereció!... Miles de alumnos habrán tenido la suerte de tener una profe como tú...
ResponderEliminarUn aplauso para ti, Ro!!!
Está claro que tantas horas de estudio y tanto esfuerzo mereció la pena... ¡vaya si lo mereció!... Miles de alumnos habrán tenido la suerte de tener una profe como tú...
ResponderEliminarUn aplauso para ti, Ro!!!
Merecieron la pena.
ResponderEliminarUn besote, Ro.
Enhorabuena por no haber tirado la toalla.
ResponderEliminar(Algunos sí saben lo que has pasado. En serio, enhorabuena).
Tienes, bueno mejor dicho: tenéis, un meritazo increíble todos los opositores. Más aun los que seguís hasta conseguir la plaza. Felicidades por ello.
ResponderEliminarYo tengo claro que habría sido mucho más feliz con un trabajo como el tuyo, pero fui cobarde y las circunstancias jugaron en contra.
Conseguí trabajo bien remunerado pero de 12 horas diarias en cuanto acabé la carrera. Cuando pasé a un trabajo de mejor horario llegaron los niños. Mi madre ha sido profe con oposición hasta que se jubiló, así que se bien lo duro que es conseguirlo y los comienzos una vez conseguido. Por eso, aunque ha sido una fantasía recurrente, nunca me he puesto a ello. Lo máximo que he hecho fue el master (cuando me lancé ya no había CAP), y lo disfruté mucho, prácticas incluidas.
Perdona el rollo que te he metido, cuando solo queria decir: eres una campeona.
Un beso
Pues claro que todas esas horas han merecido la pena!
ResponderEliminar(El amigo ese es retrasado mental, por cierto)
Pues creo que no hay duda: trabajas en lo que querías, y con plaza porque aprobaste. ¿De qué no estás segura?
ResponderEliminarCreo que ya te he dicho que tengo una sobrina opositora a secundaria. Pobre. Aprobar, aprueba, pero sin plaza. Y eso que gracias a Dios han reformado la ley, y cuando llega el momento el "contador" de experiencia e interinidades se pone a cero, pero sigue sin conseguirlo. Este año aquí han tocado de primaria, así que ha ido fuera a examinarse, y bueno, decir que iba a por una plaza en Madrid... No sé, casi un insulto. Por lo visto eso es un cachondeo. Pero bueno, es jovencita todavía, y espero que lo consiga.
¡97! Eso si te lo tengo que haber contado, nosotros también nos casamos ese año!!!
Tú y yo llevamos vidas paralelas.
EliminarBesos.
Y ahora que todo eso ha pasado y puedes mirar atrás con cierta objetividad ¿no crees que es un sistema bastante absurdo? ¿una tortura lenta y gratuita que garantiza poco o nada sobre la capacidad docente de un aspirante?
ResponderEliminarYo las hice mucho más tarde que tú, en 2008 por primeva vez, desastrosamente, y en tu comunidad, por cierto, en 2010 por segunda vez, bordando ambos exámenes y un poco más al norte. Hasta la semana pasada estaba acreditada en perfil bilingüe (castellano-inglés), ahora trilingüe (también en francés). Todavía sigo esperando que algún día me llamen para una triste sustitución... Lo que te dijo tu amigo no me lo han dicho los míos, pero sé que lo piensan, y a veces lo pienso hasta yo...
Ro: siempre merece la pena.
ResponderEliminarEs muy duro, durísimo... ¡Durisísimo!
Esas personas no tienen ni idea de lo que pasa uno, de lo que significa, de lo difícil que es. Se creen que uno se apunta y ya tiene el pan bajo el brazo... Tú tenías tus niños y tardaste seis veces. Yo tardé menos, pero tuve que "ignorar" el cáncer de mi hermana con una niña de diez años en la primera (que aprobé, pero no conseguí plaza por falta de méritos) y con la muerte de mi padre después de un año de sufrimiento por un cáncer en la segunda, aunque esta vez le pude dedicar esta plaza a la que hoy acudo cada día.
Cada uno tiene sus circunstancias, pero EN NINGÚN CASO es fácil. Repito: es MUY duro.
Enhorabuena por tu tesón, por tu perseverancia, por tu "cabezonería", por no dejar de lado tu vocación. Tus alumnos cada curso te lo agradecen, aunque ni siquiera lo sepan.
En mi opinión, deberían desaparecer las oposiciones a maestros/ profesores. No me parece ni lógico ni normal detraer recursos, en tiempo y energía, de los profesores para que preparen un examen tan duro cada dos años.
ResponderEliminarEse tiempo y esa energía deberían ir íntegramente hacia sus alumnos, directa e indirectamente.
No sé qué método de incorporación será mejor, pero la oposición bianual hasta el infinito definitivamente NO!!!
¿Un sistema similar al MIR? ¿Concurso de méritos? No lo sé, pero marear así NO.
Opositar es lo peor del mundo y ahora en los tiempos que estamos es casi imposible trabajar ai entras de nuevas.yo oposite en 2006 por primera vez y suspendi. Lloré de rabia, tantas h para nada, en 2008 ,i jefa me dijo que si hacia el examen me despedia (trabajo en una academia) y no podia permitirme perder ese sueldo, dp en 2010 aprobe y tardaron en llamarme más de 2 años para una sustitución de 15 días. Cómo arriesgo un trabajo fijo para que me llamen 15 días y tarden meses en llamarme, y más con mi marido en paro... Este año han sacado 9 plazas de inglés pero con el niño fui a firmar, en mi comunidad ni se mueven las listas ni de broma.... En fin, te acabo de contar mi vida, seguiré intentandolo,con uno o puede que dos hijos en el futuro, se hará lo que se pueda. Muak
ResponderEliminarEres una campeona. Como he dicho por Twitter, llegaste porque tenías que estar. Un mundo en el que Ro se hubiese rendido habría sido un mundo mucho mucho más feo.
ResponderEliminarEn cuanto a las oposiciones. Esto no es un camino de rosas para nadie. Yo tengo mis circunstancias de mierda. Papish ha hablado un poco de las suyas. El otro día en un foro de opositores una chica hablaba de que su madre murió mientras estudiaba y que no ha tenido tiempo ni de llorarla, que se secaba las lágrimas mientras estudiaba. Y así. Y sin ninguna garantía.
En fin. Que yo qué sé. Que pocos, salvo los que lo han vivido en sus carnes o muy de cerca, saben de qué va esto realmente. Y que me alegro de que no te rindieses.
Abrazo fuerte (y lloroso xD)
Ahora mismo, con el disgusto que tengo con Bettie, no puedo contestar a ninguno de vuestros comentarios, pero lo haré.
EliminarBesos y abrazos a todos.
Tienes mucho mérito, y además se nota tu vocación, esas oposiciones tan duas han sido un regalo para tus alumnos, que te tienen de profe.
ResponderEliminarBesinos.
Todos los opositores sois mis héroes. Hay que aguantar mucho para llegar, mucho. Y muchos nos quedamos por el camino. Brava, Ro. Bravísima.
ResponderEliminarMe has tocado la fibra. Cuando terminé la carrera intenté opositar (a otro cuerpo), pero después de dos años lo dejé, no podía permitirme estudiar a tiempo completo sin trabajar, y con trabajo, no podía dedicar el tiempo que la oposición requería.
ResponderEliminarAhora mi hermana oposita, igual que tú. Ya lleva tres veces, y con un sistema de interinidades que no da opciones. Todos la animamos para que no tire la toalla, pero es durísimo, sobre todo porque muchas veces el sistema de oposición no certifica que el que aprueba sea un gran profesor, sino un excelente estudiante, y no es lo mismo.
Gracias por acordarte de los opositores.
entiendo perfectamente desde la primera palabra hasta la última que has escritotodos tus esfuerzos tus sentimientos y los comentarios desafortunados de la gente que nos rodea muchas veces que no lo suele entender lo importante es que ya pasó y que el objetivo está cumplido un besito guapa
ResponderEliminarRosana, me encanta tu blog: los temas que tratas, la forma en la que escribes, la sensibilidad que se intuye en tus escritos...Hace cuatro años que aprobé las oposiciones de lengua y aunque mis circunstancias no fueron exactamente las tuyas ( nunca fui interina porque la bolsa en mi comunidad estaba totalmente parada) lo viví como un proceso muy estresante, así que te entiendo perfectamente. Y también he tenido que escuchar comentarios desagradables, pero más ahora que cuando opositaba. Intento que no me afecten. Yo sé lo que trabajo y lo que me ha costado llegar aquí. Y aunque nuestra profesión puede ser muy dura e intensa a veces, no la cambiaría por ninguna otra.
ResponderEliminarBesos y feliz verano
Ahora tengo un poquito más claro que no pienso ni quiero hacer oposiciones nunca... lo cual no significa que no me guste mi trabajo, pero antes estoy yo, y no estoy dispuesta a pasar por ese calvario. Además, me parece una "selección de personal" muy injusta y absurda. De todas formas, admiro muchísimo tu esfuerzo, chapó. Y más aún porque era lo que querías, y lo conseguiste. Mi más sincera enhorabuena, estoy segura de que ser profesora te ha dado muchas otras satisfacciones a cambio. Un beso.
ResponderEliminarMi hermana lleva ya cuatro oposiciones aprobando pero sin plaza, y no lleva cinco porque el año pasado, aunque tocaba, no las convocaron.
ResponderEliminarMi madre es maestra, un hermano de mi padre, varios primos y mi hermana. Me encanta el magisterio y la enseñanza pero a la hora de elegir carrera estaba descartado por ese dichoso examen.
Te entiendo perfectamente y debes estar muy orgullosa y contenta de lo que has conseguido.
En cuanto al "amigo" , sin comentarios.
Besazos, Irene MoRe
un sistema que se tiene que replantear, un desperdicio de talento y recursos, pero lo que has conseguido es impagable ^^ (y una suerte para tus alumnos!)
ResponderEliminarMe pareces realmente valiente y con mucha pasión por querer hacer lo que te gusta. Yo no sé si habría podido la verdad. Me pongo a pensar en toda la dedicación necesaria que requiere y me parece demasiado duro.
ResponderEliminarEnhorabuena por no haberte rendido en tu empeño a pesar de los comentarios. Y ya ves, ahora eres una grandísima profesora que ya me habría gustado tener en mi adolescencia ♥
Yo empece mi primera oposición en el 97
ResponderEliminarTb fue el año q me case
Tb llevo trabajando desde ese curso, es decir, 18 años
He aprobado sin plaza en varias ocasiones y he suspendido el primer examen otras veces
Este junio después de todo el año trabajando, academia, familia,etc fui a las o los convencida q iba a ser la ultima vez pq me sentía supermotivada y preparada
Y creo q fue el peor año de toda mi experiencia como opositora
Ojala me llegue la plaza algún día pero los años pasan y la capacidad de concentración de problemas de alrededor van superando e las del estudio
Yo empece mi primera oposición en el 97
ResponderEliminarTb fue el año q me case
Tb llevo trabajando desde ese curso, es decir, 18 años
He aprobado sin plaza en varias ocasiones y he suspendido el primer examen otras veces
Este junio después de todo el año trabajando, academia, familia,etc fui a las o los convencida q iba a ser la ultima vez pq me sentía supermotivada y preparada
Y creo q fue el peor año de toda mi experiencia como opositora
Ojala me llegue la plaza algún día pero los años pasan y la capacidad de concentración de problemas de alrededor van superando e las del estudio
Buenas,
ResponderEliminarPor lo menos tu sacrificio mereció su recompensa. Yo oposité 14 años a la Carrera Judicial y Fiscal y no conseguí aprobar.
Lo peor no es replantear tu vida y dirigir tu camino en otra dirección cuando ya no puedes más con la elegida, sino que, por lo menos, en mi caso, me he ido quedando sin amigos y no conté ni cuento con una pareja que me apoyase.
Y más doloroso tener que aguantar los comentarios de terceros, que no voy a reproducir porque ni merece la pena.
Felicidades y disfruta de tu plaza.
Buenas!!! yo estoy en ello ahora mismo preparándome las oposiciones de Educación Infantil, y la verdad que es bastante duro y sacrificado pero todo esfuerzo tiene su recompensa, solamente esa es mi única motivación bueno eso y la vocación que tengo por la enseñanza, la verdad que ver que no soy la única en este mundillo me ha servido bastante. Un saludo
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