viernes, 29 de abril de 2016

Tocada

Ya sabéis que tengo cierta querencia a los alumnos con problemas (o los problemáticos, no sé). Por eso, quizá, hemos tenido el lío del teatro, porque los chavales que me han decepcionado llevan media vida (académica, al menos) conmigo, y no me esperaba esto, o como mínimo esperaba esa disculpa que no ha llegado.



Bueno, ya sabéis en qué ha quedado el castigo. Un montón de alumnos buenos enfadados conmigo, y los culpables que no han dado señales de arrepentimiento.

Pero no es de eso de lo que voy a hablar hoy. Voy a contaros el caso de uno de estos alumnos. Quizá sea, de este centro, el que más me ha tocado. Este, y otro. Y del otro quiero también hablar, pero será otro día.

F. es un chico muy inteligente, y muy guapo. Estará entre los cuatro o cinco chicos más guapos del instituto. Es encantador (su familia dice que es un encantador de serpientes, y supongo que yo me he dejado embaucar). El año pasado vino nuevo al centro, expulsado del anterior por mal comportamiento. Es uno de esos chicos que está en contra del mundo.  Pero, a sus dieciséis, tenéis que escuchar su historia.



Cuando aún era un bebé, su madre apareció en el pueblo con el coche cargado hasta arriba y sus dos hijos en los asientos de atrás. Nadie sospechaba que algo fuera mal en aquel matrimonio que parecía idílico, lleno de viajes alrededor del mundo, de clubs náuticos y de vacaciones en yate. Pero las cosas no eran lo que parecían y solo se trajo lo poco que le cupo en el coche, y a sus hijos.

La madre empezó a trabajar en el negocio familiar, y a intentar sacar adelante a los niños como pudo, con mucha ayuda de sus padres. Aunque supongo que volver a casa de papá y mamá con dos niños pequeños no sería nada fácil.



Unos pocos años después, un cáncer se la llevó en un par de años, con mucho sufrimiento, y dejando atrás dos hijos de ocho y diez años. Nuestro F. es el pequeño.

Su madre nombró tutores de los niños al padre de las criaturas y a su hermana pequeña, una jovencita soltera que por entonces todavía estaba en la universidad.  Pero en la realidad fueron los abuelos quienes se hicieron cargo de los dos niños. El padre venía a buscarles para las vacaciones, para darles en verano esa vida de lujo y para comprarles lo que les apeteciera tener, siempre la mejor ropa, siempre las mejores cosas.



Fueron saliendo adelante, pero F. está peleado con el mundo. Es un chico hipersensible, que llora a menudo, que siente mucho las cosas, que apenas duerme, que tiene que medicarse e ir al psicólogo casi semanalmente y aún así nunca se siente del todo bien.

A principio de curso, en uno de los exámenes, en lugar de escribir lo que les pedía, me escribió una disertación que daba miedo. Hablaba de la falta de sentido de la vida, de lo harto que estaba de todo. Era un grito de auxilio. Tomé medidas con la familia y con el psicólogo, pero es duro irle con estas historias a unos abuelos de más de ochenta años que no están para criar adolescentes.

Hace un mes, más o menos, diagnosticaron a su padre un cáncer (sí, otro). No es que haya sido un padre modelo, pero es su padre. Y el pronóstico no es nada bueno.



Ayer se acercó a mí y me dijo que este fin de semana iba a ver a su padre. Le pregunté cómo estaba. Me miró raro. No pensaba que yo supiera lo de su padre.

- Bien, muy bien. Está harto porque está allí ingresado, y no puede fumar, pero está bien.

- Vamos, F., sabes que he hablado con tu tía, y con tu abuela.

No me mira.

- Pero se va a poner bien.

No sé qué contestarle y no le digo nada. Tan solo unos minutos antes he hablado con su familia. F. ha pasado varios días con mucha ansiedad. Esa misma noche pidió a su abuela que le llevara al médico, porque se sentía morir. No creo que este tipo de cosas sean fáciles para nadie. Pero es que mi F. lo tiene todo en contra.

21 comentarios:

  1. Pues sí,Ro...lo tiene todo en contra,o casi todo.
    Es estremecedor.
    A veces la vida es muy injusta.
    Bien por ti que te interesas por él,estoy segura de que ese interés obra beneficio en él.
    Ánimo y besos.

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  2. Hola Ro:
    Te veo tocada por el caso de tu alumno F. Si algo tenemos los docentes es que pasa por nosotros toda la sociedad y ahí entra el asunto de F. Pienso que F no espera de ti que le contestes o le des alguna solución, creo que él busca que le escuches y eso lo has hecho; o sea que no te angusties tú, ya sabemos -por edad, no por otra cosa- que la vida es lo que es y tampoco debemos dar falsas esperanzas, pero mucho menos quitarlas a quien las tiene.

    ¡Necesitas como agua de mayo (nunca mejor dicho) este finde que ya está aquí.

    Un beso

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  3. Pues claro que F es un encantador de serpientes, con esa vida... ¡no le ha quedado más remedio!

    Yo también creo que la cuestión no es orientarle, sino escucharle. Seguramente que él mismo, al hablar, se va dando cuenta de cómo están las cosas y de lo que tiene que hacer.

    Vaya tela ...

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  4. Uff que duro y que injusta es la vida

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  5. Es tremendamente injusto que nadie tenga que pasar por una situación parecida, pero me lo parece todavía más cuando se da en niños o adolescentes. No sé que más decir.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Hay gente con muy mala suerte, no me extraña que te impliques tanto con ellos.

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  8. Estás haciendo bien. Y es inevitable que te sientas tocada, eso se llama humanidad. Solo descansa para recuperar la energía. La gente como tú es necesaria. Un abrazo.

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  9. La verdad es que es tremendo, una pena que siendo tan jovencillo tenga que pasar por todo ello. Seguro que tú le haces mucho bien aunque no le digas nada :*

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  10. Me has dejado con un nudo en el estómago, así que no quiero imaginar lo que sientes tú...
    No me extraña que F. no te deje indiferente, su historia es tremenda.
    En casos así es cuando una piensa lo injusta que es la vida, a veces, con algunas personas.
    Espero que puedas descansar el fin de semana, Ro
    Un beso

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  11. Yo creo que ahora lo que necesita es alguien que le escuche y tú eres la mejor.
    Mucho ánimo y descansa lo que puedas.
    Coquelicot

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  12. Se me han aguado los ojos...Pobre chaval, qué culebrón de vida. Imagino tu impotencia. Quizás escucharle ya le hace mucho, porque mucho más no creo que puedas hacer. A ver si sale adelante, porque la verdad es que es descorazonador. Mucho ánimo y trata de descansar.

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  13. ese niño sufre ataques de panico

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  14. Algunas veces, en este trabajo, nos encontramos con situaciones que ponen los pelos de punta... Supongo que es difícil pedirles que atiendan o trabajen cuando están viviendo circunstancias tan duras.
    Abrazo!

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  15. Madre mía, qué difícil :(
    Mucho ánimo.

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  16. Creo que el haberte escrito eso en un examen a ti podría ser porque ha establecido un vínculo contigo (bueno no se si lo hizo con algún otro profesor) y cuando se tiene un vínculo no hace falta mucho mas que estar ahí. Y está claro que necesita ayuda profesional, igual con los psicólogos del instituto no ha conectado,no?

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  17. Qué injusto es el dolor, siempre, pero con los niños y los más débiles...no puedo soportarlo.

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  18. Se me hiela la sangre al leerte... pobre muchacho.

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  19. Tremendo, con historias así ¿cómo no te vas a implicar?

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  20. Llorando estoy... Y luego hay profes que no se inmutan con estas cosas. Yo con algunas historias no puedo ni dormir...
    Ánimo, sólo con tus palabras estás haciendo mucho.

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