martes, 30 de diciembre de 2014

Catorce cosas que molan de 2014


Mañana decimos adiós al año 2014.  Y creo que, con todo lo que tengo por hacer, mañana no voy a tener tiempo ni de pasarme por aquí. Así que he decidido despedir el año en el blog hoy mismo.




Catorce cosas que molan. He conocido de esta iniciativa hace un par de semanas. Se trata de sacar lo positivo de este año que termina.

Me ha costado un montón pero, como estoy de bajón, me ha venido bien reflexionar sobre cosas buenas de este año, así que ahí va mi lista (fotos familiares incluidas) de catorce cosas que molan del 2014. El orden es lo de menos:


1. El primer concierto (unos segundos nada más) de mi peque con su instrumento. Amor de madre total y absoluto, ni siquiera pude grabar o hacer una foto, gracias a los pocos segundos, porque aguanté la respiración hasta que terminó. Felicidad extrema.


Os enseño la página del PL que dediqué a ese primer concierto. No se ve la pajarita, pero estaba ahí.

2. Mi niño mayor al quitarle los brackets, todo dientes y todos en fila, todos de color blanquérrimo, perfectos.

3. Comprar por primera vez ropa a uno de tus hijos en la sección de hombre: una sensación que va de la pena al orgullo, con lagrimita incluida.

4. Comidas y cenas familiares con primos, tíos, tíos-abuelos y demás familia. La caña de España.




5. Grecia, toda Grecia, de arriba abajo, calor incluido, y las ganas de volver que se te quedan cuando un lugar te gusta tanto.




6. El blog y la gente que pasa por él a menudo. El blog me da muchas alegrías, me entretiene y me divierte. Sin todo eso no seguiría por aquí.

7. Viajar en familia, los cuatro, con el coche, carretera adelante, sin necesitar nada ni a nadie. Pasar todo el día juntos durante muchos días y salir mentalmente sanos de la experiencia.




8. Las tardes de lectura este verano en la piscina, a mi rollo, a la sombra, sin que nadie me moleste. Felicidad.

9. Las barbacoas del verano, una tras otra, a pesar de lo que se te queda luego pegado a la cadera, que ahí sigue. Antes decíamos que las hacíamos por los niños, ahora nunca nos faltan los mojitos, y ya ni disimulamos.



10. Venecia, cualquier cosa de Venecia, y no poder dejar de sonreír ni un solo segundo.




11. Regresar al trabajo en septiembre como quien regresa al hogar: los mismos compañeros, los mismos alumnos. Sensación cálida.





12. Las series, todas esas series que me salvan del aburrimiento total de las noches de invierno. Esas series que me han encantado y me han impedido a veces dormir las horas necesarias para ser persona al día siguiente.


13. Sentirme mayor, con todo lo positivo que tiene eso, en serio.



14. La Navidad, mejor dicho, el tiempo de espera hasta la Navidad, que me gusta un montón, me vuelve más blandita y saca lo mejor de mí: luego llegan los días de fiesta y estoy deseando que se pasen.


lunes, 29 de diciembre de 2014

Lo que fue de ella

Uno de los últimos libros de este año.



En realidad, tengo un par de ellos sin reseñar, pero creo que van a quedar así.




Lo que fue de ella es la segunda parte de Si decido quedarme.

No voy a hablar mucho del argumento, sobre todo por si no habéis leído el primero.

Esta vez la historia está escrita desde el punto de vista del protagonista masculino, Adam.



Al principio, como él, el lector no entiende muy bien qué ha pasado. Pero luego se van atando cabos y se va descubriendo el por qué de las cosas.

Sin la inmensa emotividad de la primera, más pausada y a la vez más realista.




Me ha gustado mucho. Totalmente recomendable.

Si queréis comprarla, aquí tenéis un enlace a Amazon.

Lo que fue de ella (Novela)

domingo, 28 de diciembre de 2014

Mis pelis en 2014

De verdad que este año ha sido penoso en cuanto a películas, al menos por lo que a mí respecta.

Pensaba ir al cine más a menudo, y lo que he conseguido es ir poquísimo, casi nada, ni en pareja, ni sola ni con los niños. Un desastre total.

Me salvan un poco los maratones de fin de semana con mis hijos, sobre todo con el mayor.

Las he ido apuntando a medida que las veía, aunque con lo desastre que soy, creo que no están todas, pero sí la mayoría, y me da una vergüenza infinita. No creo que nunca haya visto tan poco cine, ni en casa ni fuera, como este año. Mi media solía estar en torno a dos, tres pelis a la semana. Mirad lo que ha sido 2014:

1. Gravity
2. Frozen



Banda sonora del año en mi casa. Cansados que estamos de levantarnos con: "hazme un muñeco de nieveeeeee...."

3. Doce años de esclavitud
4. Agosto
5. La ladrona de libros
6. Mud



Esta película me reconcilió con el actor de apellido difícil, al que no podía ver y ahora admiro mucho.

7. La Legopelícula
8. Her


A muchos les pareció un tostón. A mí me encantó.

9. Philomena
10. Bienvenidos al fin del mundo.
11. Ocho apellidos vascos.
12. Maratón: Harry Potter.




13. Samurais 47 ronin.
14. Thor
15. Amigos con dinero.
16. Maratón: El señor de los anillos.
17. Maratón: El hobbit.
18. Bajo la misma estrella.




Me fui yo sola al estreno, pero luego volví con mi hijo mayor y lloramos los dos a dúo.

19. Gran hotel budapest.
20. Maléfica.
21. Boyhood.


Me encantó.

22. Begin again
23. 500 días juntos.
24. Perdida.
25. Alexander y el día horroroso, espantoso.
26. El corredor del laberinto.
27. Sinsajo.
28. Si decido quedarme.



Tengo que decir que mejor el libro, pero la película se dejó ver.


29. Maratón: El caso Bourne.
30. El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos.
31. La princesa prometida.


Siempre es una buena idea.

32. El club de los poetas muertos.
33. Maratón: la Jungla de cristal.
34. Maratón: Misión imposible.
35. Sé lo que hicisteis el último verano.
36. El resplandor.


Por fin pude verla con mi hijo mayor, me la pidió él y pensé que podía estar preparado para pasar algo de miedo. Y lo estuvo. Le gustó mucho, a pesar de ese doblaje de m...



Resultado final, maratones incluidos (de dos, tres o cuatro películas en el finde): una película de media a la semana, más o menos. Y eso que en los últimos días nos estamos poniendo al día... Una pena.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Mis series en 2014

Apenas he visto películas este año, pero lo que sí he hecho ha sido ver series:

The good wife.




Orange is the new black.




Sherlock.




True detective.




House of cards.



Fargo.




Juego de tronos.




Les revenants.



My mad fat diary.




Scandal.



The knick.



The honourable woman.




Ha sido un año bastante bueno en cuanto a series. Y, si me tuviera que quedar con tres favoritas, esas serían:

My mad fat diary.

True detective.

Juego de tronos.


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Lo fácil

En las fiestas, con la familia reunida en torno a una mesa, a comer, a cenar, a desayunar, vuelta a comer... tendemos a complicarnos las cosas más de lo que deberíamos.

Ahí van mis autoconsejos para este año:

1. No cocines nunca, nunca, nunca un plato por primera vez cuando tienes invitados. Eso es de primero de anfitriona. Lo ideal es hacer eso que te sale bien o, como mínimo, tenerlo probado y bien probado semanas antes, para no cometer fallos de principiante. Si no, mirad esto.




2. Tirar por lo fácil. A ver si me explico. Mejor un plato de jamón del bueno que un experimento de paté que no has hecho nunca o nadie ha alabado cuando lo hiciste. Unos entremeses buenos, y un pollo bien hecho mejor que esa pularda rellena que no sabemos cocinar ni sabemos si gustará.




3. Nada de cosas de última hora. Hace ya años que desistí de hacer comidas o cenas en Navidad que implicaran que todo el mundo estuviese sentado a la mesa mientras yo estaba en la plancha o en la sartén para que todo estuviese recién hecho. Nada de eso. Mejor un asado o un guiso que puede estar hecho hace un rato que un frito recién sacado de la sartén, sobre todo si somos muchos, porque crea nervios en el cocinero y situaciones de última hora que debamos evitar.




4. No pasa nada por pedir ayuda a los demás. Si a tu cuñada se le da muy bien preparar canapés, le encantará que se lo digas y además los traerá encantada. Lo mismo pasa con tu suegra si le dices que haga el postre (me estoy acordando de la mía y me da la risa, pero solo es un ejemplo, ¿vale?).



5. No hace falta tener la casa de punta en blanco y todo recogido nada más terminar de comer o cenar. Siéntate y disfruta de la sobremesa, pide a alguno que no la disfrute tanto que vaya llevando a la cocina algunas cosas, dejando en la mesa lo esencial, y tómatelo con calma. En Nochevieja, que siempre se celebra en mi casa, la mesa queda como queda hasta la mañana siguiente, y no nos ha pasado nada, nadie nos ha multado por no recoger al instante.



Lo voy a poner en práctica.

He dicho. (oigo risas de fondo, pero debe de ser mi imaginación...)

Feliz Navidad

Ha llegado.

Después de los preparativos, la espera, las compras de última hora,... Ya está aquí.

Y no sé qué deciros.

Sólo que me siento muy feliz de que paséis por aquí y de poder felicitaros las fiestas un año más.



Os deseo una muy muy muy Feliz Navidad.

martes, 23 de diciembre de 2014

Mis libros favoritos del 2014

No voy a hacer aquí una lista de los libros leídos en este año, más que nada porque para eso tengo una pestaña por ahí arriba.

Sí voy a recordar los que más me han gustado. Tengo que decir que estoy leyendo un libro que me está gustando mucho, y que lo terminaré esta noche, probablemente, y que puede que entrara en esta lista, pero que ya lo voy a dejar para la del año que viene...

Ahí vamos:

Novecento. Volver a Baricco ha sido BIEN.




Carta de una desconocida me descubrió a un autor del que ya he leído más cosas y con el que voy a repetir más veces. Muchas más.





Eleanor&Park puede que haya sido para mí el mejor libro que he leído este año. Junto con otro del que hablo un poco más abajo, claro.





Ana Gavalda también ha sido una autora nueva para mí y que me ha gustado mucho. Leí Quisiera que alguien me esperara en algún lugar.





Si decido quedarme ha sido un libro que me dejó buen sabor de boca. Ahora mismo estoy leyendo la segunda parte.




El Jilguero. Otro gran descubrimiento. Si tuviera que hacer una lista de los tres mejores, éste estaría sin duda entre ellos.




La edad de la ira. Un gran descubrimiento, gracias, Bettie.





Un monstruo viene a verme. Me ha encantado. No puedo añadir más porque aún me emociona, y estoy deseando ver la película (tengo que esperar al 2016...)




Me he dado cuenta al preparar esta entrada de que hay mucho cine suelto entre tanta literatura.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Buen intento

El sábado por la noche me convencí a mi misma para lo que iba a ser un día totalmente slow.

A las diez de la noche fui s buscar a mi chico al trabajo (se le ha estropeado el coche) y me dio la noticia de que le tocaba trabajar el domingo. A las seis de la mañana.



Ya estaba viendo mi día slow poco a poco yéndose por el desagüe.

Domingo.

Me levanto a las 5,40 para llevar a mi chico a su trabajo. No me puedo quedar sin coche por el lugar donde hemos quedado a comer y porque tengo que hacer un recado por la mañana. Me pongo unas botas y un abrigo sobre el pijama y salgo pitando. Son diez minutos de ida y otros tantos de vuelta. Vuelvo despejada pero me obligo a volver a la cama.




No me duermo, y no me duermo. Al final, a las ocho y media, consigo dar una cabezada y, justo en ese instante, se me levantan de la cama los dos, como si se hubieran puesto de acuerdo. Son las nueve y cuarto.

Preparo tostadas para todos y desayunamos. Ellos tardan un suspiro, quieren aprovechar las vacaciones, la tele, los juegos...

Me lo intento tomar con calma. Pongo una lavadora, ya que ha salido el sol, y me siento al ordenador. No voy a hacer nada mas que eso, ducharme y arreglarme para salir a comer con los amigos.




Son las diez y cuarto. Me llama una amiga.

- ¿Puedes llevar también a la mía al tenis?, es que yo estoy trabajando y su padre está con la pequeña.

¡Ostras!, el tenis. Ni me acordaba. Como siempre va el padre de las criaturas... Además este domingo es el torneo de Navidad, uno a las doce y otro a la una. 

Oigo risas de fondo. Sé que es mi imaginación, pero por ahí alguien se ríe de mí y de mi osadía. Un domingo slow. A quien se le ocurre...

Salgo de casa a las once y media. Aún con el pijama debajo del plumas, y con las prisas no me he puesto ni sujetador. Recojo a la niña, llevo a los dos al tenis y, como mala madre que soy, soy la única que no se queda a ver el torneo. Vuelvo a casa, tiendo la ropa, plancho, voy a llevar al mayor y a buscar al pequeño.



Cuando llego, tarde, por supuesto, (y aún en pijama) me están esperando todos con cara acusadora para la entrega de premios con la presencia de los padres. Tengo al niño llorando a moco tendido porque en el último instante, en el último punto, ha perdido la plata, y no hay consuelo para él.

Me lo llevo a casa mientras juega su hermano, me ducho, me arreglo, ducho y arreglo al niño, salgo de casa pitando, llego tarde a buscar al padre, llego tarde a recoger la medalla del mayor, que encima me mira con cara de satisfacción. Este año oro, y su hermano todavía no ha dejado de llorar.

Llegamos tarde a la comida, ni un vino nos hemos podido tomar. Y mi chico está con anginas, fiebre y una tos de muerte, así que la sobremesa se va al garete.

Pero eso sí, nos traemos a una amiga del peque para que pase la tarde en casa y duerma aquí.

Ayer eran las dos de la mañana y seguían con risitas. Hoy a las ocho y media ya estaban arriba.

Y hasta aquí mi domingo de slow life.




Y hoy, hoy tengo miles de compras que hacer, miles, así que vamos a dejar lo de la vida relajada para cuando se pueda...

Si me lo propongo de nuevo, dadme un martillazo. Será más rápido y me ahorrará mucho sufrimiento.