Dibujos

Si hace un tiempo os hablaba de las series juveniles que suelen ver mis alumnos, y mis hijos, hoy voy a hacer un repaso por las series de dibujos que vemos. Mis alumnos ven aún muchos dibujos animados, como es lógico, y a mí me gustan bastante (aunque, desgraciadamente, cada vez menos, me estoy haciendo mayor...), así que me gusta sorprenderles cuando de repente hablan de algún personaje de dibujos y ven que yo también sé de quién se trata. Jeje. Ya sabéis que soy muy mala.

Número 1: Bob Esponja.

Para mi desgracia, es una de las series que más triunfa. Y digo para mi desgracia porque no la aguanto. Parece que en los últimos meses se está pasando la fiebre de mis alumnos e hijos de seguir las aventuras de los habitantes de Fondo de Bikini, del dueño y los trabajadores de El Crustáceo Crujiente. No me gusta nada, pero ha tenido un éxito brutal.





-¡Prooofeee! - me decía hace unos días un niño- ¿A que no sabes quién es el chico ideal? ...Pues Bob Esponja porque es rubio, tiene los ojos azules y está cuadrado.

Número 2: Phineas y Ferb.

Esta es, de todas las series de dibujos, sin ninguna duda mi preferida. Phineas es muy rico, Ferb, un raro encantador, pero la que me chifla es Candace, la hermana, que es un poco (bueeeeeeno, bastante) chivata y que está siempre pendiente de que nada salga mal y se pierde toda la diversión. Yo era así, un poco agobiadilla de pequeña. ¡Ay, madre!, que me siento identificada con un dibujo animado. ¡Socorro!, creo que paso demasiado tiempo entre niños.



Número 3: Los pingüinos de Madagascar.

Esta serie surgió a raíz del éxito de los personajes de los pingüinos de la peli de Madagascar. Son muy originales y graciosos, y el resto de los personajes del zoo también.

A mí por lo menos me gustan las personalidades de los pingüinos, que son muy diferentes unos de otros, pero a la vez son como un pequeño ejército. Recomendada.

Número 4: La leyenda de Po.

Otra serie surgida desde una peli, esta vez del éxito de Kung Fu Panda. No aporta nada nuevo. Mis hijos la ven cuando no hay otra cosa mejor.

Número 5: Los padrinos mágicos.



                                                           

Esta serie, bajo la apariencia del típico dibujo animado tonto para niños pequeños, es una crítica despiadada a la familia, a la sociedad, y a muchas cosas más. Los niños eso no lo ven, pero claro, también les gustan los Simpson y no entienden la mitad de las cosas de las que hablan. Timmy Turner es el niño de la gorra rosa, un niño al que sus padres desearían no tener, y cualquier excusa es buena para dejarlo en manos de una niñera adolescente mala como un veneno. Todo el mundo se mete con él, y no hace nada bien. Así que desde el mundo de las hadas a Timmy le llegan dos padrinos mágicos, un matrimonio de hadas, que vivirán en su pecera como dos simples pececitos y se dedicarán a hacer la vida de Timmy un poquito más fácil.



Número 6: Avatar.

He dejado para el final una serie de culto y que están reponiendo ahora. A mi hijo pequeño le tiene loco, igual que le tuvo hace un tiempo al mayor.

Es una producción norteamericana pero con animación coreana, cuyo personaje principal es este niño con una flecha en la cabeza.

Estética muy cuidada, grandes dosis de imaginación y personajes que van evolucionando y creciendo a lo largo de las temporadas.

No tiene nada que ver con ninguna de las anteriores, y quizás merecería una entrada aparte, pero estas son, en definitiva, las series que más triunfan en mi casa, con permiso de los Simpsons.