Estamos aprovechando estos días los últimos rayos del sol de un verano que se acaba.
Como, por suerte, está haciendo bueno, estamos yendo a la piscina a primera hora de la tarde para aprovechar el sol y el agua mientras se pueda; estamos pasando tiempo con los amigos antes del encierro que supone el curso escolar, en el que te instalas en una rutina de la que es más difícil escapar; estamos aprovechando cada momento antes del regreso a las aulas de todos.
Mi sobrino está también pasando un par de días con nosotros, un par de días que saben a poco pero que son mejor que nada. Nos encanta tenerlo en casa. Para mí es un poco la nostalgia de mis veranos de infancia, con mis abuelos y todos mis primos, las bicicletas, los baños, los juegos... Verles juntos me llena el corazón.
También nos quedan las fiestas en el pueblo de mis suegros, una o dos visitas más al de mi padre, un par de visitas más de los amigos del peque a dormir...
En unos días volvemos a las prisas, a los horarios programados, a los exámenes, al estudio, a las horas que no dan de sí... Y, aunque ya estamos con los preparativos, me gustaría exprimir un poquito más este verano que ya se termina.
Yo este año tengo ganas de rutina, me estoy volviendo loca...
ResponderEliminarSiempre vuelvo a la rutina con ganas. Pero este año, no sé por qué, me está dando más pereza...
EliminarBesos.
Pues a disfrutar de los últimos coletazos del verano y del descontrol, que ya tendremos tiempo de rutinas...
ResponderEliminarUn beso
La rutina es necesaria, pero también saltársela de vez en cuando.
EliminarBesos.