y otros han comprado.
Unos serán de chocolate,
de juguetes,
de cosméticos,
originales,
clásicos,
y de todo tipo.
Es una de esas tradiciones que puede que sea importada, pero a mí me encanta, sobre todo si en la casa hay niños, pero también para mí misma.
Me encantaría que alguien me regalase un calendario de adviento original, o uno de tantos que se ven por ahí, tan bonitos.
Pero este año me he conformado con regalar uno a mis sobrinos. Y como la obsesión de mi pequeñín es la plastilina, he elegido este.
La única pena es no tenerlos cerca y no ver día a día la ilusión con la que abren cada casilla.
Me tendré que conformar, como tantas veces, con los vídeos y las fotos, y con disfrutarlo en la distancia...
A mi no me llaman mucho la atención ni siquiera los de cosméticos...y eso sí que es raro
ResponderEliminarbs
Pero vamos, que si me regalaran uno no me iba a importar, jejeje
ResponderEliminar¡¡¡Hola!!!
ResponderEliminarA mí me gusta esta tradición, la hice muchos años y se disfruta, me da igual que sea o no importada, se pasa bien y es una ilusión.
He visto algunos hechos en casa preciosos.
Besos.
Es genial verles la carita al descubrir su regalo, yo espero que Vega tenga calendarios de adviento muchos años
ResponderEliminarPues yo nunca he tenido calendario de adviento. En mi casa no existe esa tradición. Aunque he de reconocer que hay algunos muy originales y me dan hasta envidia.
ResponderEliminarYo sigo esperando a los reyes, que es el día que me hace ilusión... jeje
Siempre hemos tenido calendario de chocolate... y también de lectura. Cada noche, un cuento de navidad...
ResponderEliminarAhora ya son mayores. Pero yo, ya me he leído el primero. Publicado en mi blog.
Besos
Yo los disfruto mucho con la peque, este año se ha empeñado en que no lo hiciera yo y que lo comprara de chocolate, menuda golosa está hecha.
ResponderEliminarBesos.
Llevo tres años haciéndoselo a mi sobrina y quiero seguir con la tradición. Pero pienso cómo tú: ¡para mí también quiero!
ResponderEliminarAhora tengo un bebé que aún es pequeño para eso pero no sé si no empezaré ya el año que viene. Ya veremos
Yo tengo a un Santa Claus enorme que compré el año pasado en Londres y tiene los 24 bolsillitos para poner los detalles. Pero en casa se ha instalada una otitis galopante que tiene a la enana ardiendo en fiebre desde hace cuatro días y vamos a tener que esperar a que esté recuperada, porque esta Malamadre no ha podido salir a comprarle nada para meterle dentro. Empezaremos a partir de mañana. Con niños la Navidad es distinta.
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