domingo, 6 de julio de 2014

Viaje a Grecia VI

La noche en Olimpia fue una de las más movidas. Los chavales habían dormido en el bus, estaban descansados, y querían salir. Hubo malas caras y demás cuando preguntamos en el pueblo y nos dijeron que no era muy seguro, especialmente para las chicas. Aún así, un grupo de alumnas se empeñaron en salir, se arreglaron demasiado para el recuento de la una y media, y el conserje nos avisó de que habían estado preguntando a unos tipos que pasaban por ahí por un lugar donde ir de fiesta.

Así que pasamos la noche medio en pie, apostados en un pasillo lleno de mosquitos. De vez en cuando alguna asomaba por la puerta de su habitación y salía con cualquier excusa a ver si nos habíamos cansado.

Nos cansamos, claro, pero había mucho en juego si un lugar te dicen que no es seguro y precisamente las niñas más pequeñas se empeñan en salir.

Hubo un momento, a eso de las tres de la mañana, momento surrealista donde los haya, en que enviaron a una repeinada y con rímel como para una boda a preguntarme a qué hora se desayunaba. Iba en pijama y llevaba unos shorts y una camiseta de encaje debajo.

A pesar de la tensión del momento y del sueño, no pude evitar reírme un montón. Pero conseguimos que no salieran.

A la mañana siguiente, visita a Olimpia. Aunque con más de treinta y cinco grados a las nueve de la mañana, no lo disfrutamos todo lo que deberíamos.


Un paseo por la palestra.



El hotel donde se alojaba la gente importante durante los juegos. Bueno, con un poquito de imaginación...


El trabajo de los arqueólogos a pleno sol.


Los templos y distintas edificaciones dentro del complejo olímpico.



Olimpia quedaba atrás a media mañana. Íbamos a seguir con nuestro viaje hacia el norte.


Para ello tuvimos que montar en un barco, nosotros y el autobús, y cruzar el estrecho que separa la península de la Grecia continental.




Este fue nuestro barco y algunos de los alumnos al bajar al otro lado.

Llegamos a Lepanto, donde buscamos enseguida las huellas de Cervantes.





Foto de grupo y despedida de nuestro escritor.


 Y de Lepanto.

A la playa. Y, como en la anterior ocasión, días atrás, los erizos de mar nos lesionaron a media plantilla.


Después, al hotel, esta vez en Delfos.

Como el día anterior, vimos el museo por la tarde a nuestra llegada, y dejamos el santuario para el día siguiente con menos calor.

11 comentarios:

  1. Muy bonitas las fotos.

    Me ha entrado risa con la anécdota de las tres de la mañana! Lo que son capaces de hacer por salir jajjaja
    Os lo habéis currado.

    Besos

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    1. Bueno, como todos, lo intentan, y cada uno tenemos nuestro papel. Nosotros teníamos que ponérselo difícil esta vez...

      bEsos.

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  2. Madre mía, profe, vaya "vacaciones". ¿Tú cuándo duermes? jajaja

    Muá.

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    1. Esta vez he dormido. De Berlín sí vine con dos horas dormidas la primera noche y ya. Pero esta vez he echado cabezadas en el bus (sé que hay por ahí fotos mías durmiendo, me imagino que con la boca abierta y con la baba colgando) y me he acostado todas las noches. Todas, tres o cuatro horas, pero todas.

      Besos.

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  3. Jajajajaja, ay si yo te contara, pijama... y lo demás.
    Me ha encantado lo del alojamiento durante los juegos, ¡menudas historias se podrían sacar de ahí!

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    1. Jajaja. Creo que eso forma parte de la anécdota de la que se acordarán. Finalmente, encerradas en la habitación porque su profe se puso burra y no las dejaba salir, les fue entrando sueño y terminaron durmiéndose con el rímel puesto. Tanto que a la mañana siguiente se durmieron y aparecieron al desayuno tarde y con los ojos como mapaches...

      Besos.

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  4. Hola!! Soy una futura alumna de Bachillerato, concretamente de Humanidades. Desde pequeña siempre he dicho que quería ser profesora, y tras haber crecido, hace poco llegué con la revelación de que veía imposible una vida sin el madrugón (soy muy dormilona), las libretas, mi desorden, exámenes... en fin, una vida sin instituto. Así que por fin tengo claro lo que voy a hacer...

    He encontrado este blog por casualidad, no recuerdo qué estaba buscando pero he acabado aquí, y he leído muchas de tus entradas (he llegado hasta Mayo) y vaya, como ya sabía la vida del profe está llena de estrés pero también de otras muchas cosas buenas. Eso sí, hay que tener mucha paciencia!!!

    Me he pasado por aquí para decirte que espero que te vayan las cosas muy bien, pues he leído algunas entradas algo más ''oscuras'', por decirlo de alguna forma. Tienes pinta de ser una gran inspiración para tus alumnos!!

    Así que bueno, ojalá te lo hayas pasado muy bien en esta excursión a Grecia y desearte mucha felicidad y unas vacaciones inolvidables!! Me lo he pasado muy bien leyendo tu blog, y sin duda lo visitaré más veces.

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    1. Entonces te pasó como a mí. Siempre quise ser maestra, y luego me gustó tanto el insti que decidí no salir de él ya más. Lo hice solo para pasar por la universidad. Si quieres ser profe, adelante, que nadie te pare. Y sí, es un trabajo duro, piensa un momento en algunos de tus profes, los que se lo curran y los sque se implican. Pero da muchas satisfacciones y yo no lo cambio por nada.

      Momentos malos, muchos, pero cualquier momento bueno los suple con creces.

      Besos. Y gracias.

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  5. Yo estuve a la 1 de la tarde, en julio, y con 3 obesos mórbidos brasileiros en mi grupo (era una excursión de un crucero), lo disfruté mucho pero lo hubiera hecho más si no hubiese ido solita (a mis padres no les dejé hacer la excursión a casi 40ºC) y pensando todo el rato "como le dé un arrechucho a uno de estos tres... tierra trágame".
    Por cierto, sois unos "seguratas" geniales.
    Besotes gordos.

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    1. Nuestro principal problema con algunas niñas ha sido el calzado. Las sandalias pueden parecer una buena idea si hace calor, pero el sudor, andar, y sandalias de tiras nunca son una buena idea. Y eso nos frenó mucho e hizo que algunas lo pasaran mal.

      Besos. Y lo de seguratas, hemos hecho lo que hemos podido, pero ya dije por ahí que algo se nos han escapado, pero eso estaba claro...

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  6. Seguro que, a pesar de los problemas, es un viajes que los chavales no olvidarán nunca (y para bien)

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