Futboleros

Me crié en una casa con mayoría de hombres. Mi madre (que, evidentemente no es un hombre), mi padre y dos hermanos. No tengo hermanas.

Mi padre no es muy aficionado al fútbol, pero sigue más o menos la liga. Mis hermanos sí lo son. Son de los que ven un partido de tercera división categoría B, C o D, siempre que lo televisen. Así que les recuerdo muy a menudo en casa viendo fútbol. Y las discusiones, que siempre ganaban ellos, de si peli o fútbol.

Después, con los años, he formado mi propia familia en la que estoy aún más en minoría. He tenido dos hijos, dos varones, pero, afortunadamente para mí, ninguno de mis tres chicos es amante del fútbol, con lo que no me paso los domingos en los bares viendo los partidos, ni vemos fútbol en casa. Y es que desde mi niñez y juventud le tengo un poco de manía a ese deporte...

Pero no sabía que esto iba a repercutir en mis clases.

Cuando les expliqué a mis alumnos el diccionario y les hablé de la Real Academia de la Lengua, y todo aquello de "Limpia, fija y da esplendor"... les hablé de cómo entra una palabra en el diccionario, después de mucho tiempo de uso. A los pocos días llegaron hablándome de la palabra "cholismo" y de Cholo Simeone. Cosas ambas de las que no había oído nombrar en mi vida.

Tengo que reconocer que no veo nada las noticias, y que, si alguna vez estoy presente cuando ven el telediario, llegados los deportes desconecto. Tampoco leo el periódico, salvo las últimas dos hojas, la cartelera, cultura, espectáculos... y cuando me da por leerlo, me salto las páginas deportivas. Así que no sabía quién es el Cholo, y mis alumnos estuvieron riéndose de mí con ganas.

- Y Cristiano, ¿sabes quién es?

- Ese sí, del Madrid, ¿no?

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Se tiraban por los suelos.

- ¿Y Messi?

- Me suena el nombre, pero no, no lo conozco.

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Más risas, y les parecía inconcebible.

Estuve a punto de preguntarles cuantos ministros conocían pero como yo misma no estoy al día, mejor me callé y dejé que se rieran a gusto.

- ¿Y a Nadal?

- A Nadal sí, que en mi casa se ve el tenis.

No pueden entender que no sepa nada de fútbol y ahora cuando comentamos cualquier cosa ellos me pican. Uno de sus pasatiempos favoritos es encontrar parecidos entre los retratos de escritores que aparecen en los libros de texto y gente que ellos conocen. Y siempre me dicen. Este se parece a ... Un futbolista. Así que llegamos a Quevedo. Y les miro expectante. A ver a que futbolista se les parece Quevedo.

- ¿Sabes, profe, que hay un futbolista que se llama Mami Quevedo?

- Jopetas, que difícil es estar al día de cultura futbolística...

(Y ahora, por avatares de la vida, me veo convocando un concurso literario patrocinado por un equipo de fútbol. Ver para creer...)