jueves, 26 de septiembre de 2013

Perspectivas

Creo que este curso voy a cambiar bastante mi perspectiva de las cosas, de mi trabajo. O al menos, voy a tener una perspectiva más desde la que ver las cosas.



Y es que mi niño mayor ha entrado en el instituto, ha empezado las clases hace días, y me cuenta cosas en las que me reconozco o reconozco a mis compañeros, pero desde el punto de vista suyo, de alumno novato.

Estamos desayunando el jueves pasado y le noto nervioso. Lleva solo dos días de clase y es normal, pero hay algo que le preocupa. Él normalmente habla muy poco pero consigo que me cuente qué es lo que más le inquieta del instituto.

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Su mayor preocupación era perderse. Y lo entiendo. Un sitio nuevo, mucha gente, mucho movimiento de clases, que si el taller, el aula de plástica, el gimnasio. Le dije que no se separara de los demás, que si se perdían, que se perdieran todos juntos y que no se preocupara, que los primeros días les ayudarían y entenderían si llegaban tarde.

Me voy a trabajar y, casi al final de la mañana, me ocurre lo siguiente.

Voy hacia mi clase (unos minutos tarde, por cierto) y me encuentro con un niño muy chiquitín y con cara de perdido.

- ¿Qué te pasa?

- Que... que... que tengo educación física y... y los de mi clase se han ido y... no los encuentro.

Le empiezan a asomar lágrimas a los ojos.

- Tranquilo, hombre, que yo te llevo.

- ¿Me acompañas?

Parecía como si se le hubiera aparecido la virgen.

- Sí, hombre sí, espera que les doy un par de voces a éstos y voy.

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Mandé callar a mi clase, les dije que volvía en un minuto y le llevé al gimnasio. Le pasé la mano por el hombro, le dije que ni se le ocurriera entrar llorando, que esperara a que se le pasara, que ya entraba yo con él, que no le iban a reñir ni nada.

Se tranquilizó,  y me acordé de mi pobre hijo, y sus preocupaciones de la mañana.

Y es que creo que soy una profe bastante comprensiva en general, pero a partir de ahora lo voy a ser mucho más.


14 comentarios:

  1. Los de 1º de ESO digan lo que digan siguen siendo niños y verse en un espacio taaan grande y con taanta genete, tiene que asustar un poco. Me ha enternecido saber que se le asomaban las lágrimas!

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  2. Es que van al insti muy pequeños...si son unos yogurines... Yo, ahora que he vuelto a la uni, me sorprendo muchísimo cuando me cruzo con algunos chavales que, de verdad, me parecen niños, ¡¡pero niños de colegio!! Y no sólo porque aún no les haya salido la barba... se lo ves en los ojos, en la manera de andar, de arrastrar las zapatillas, de llevar las mochillas, de atusarse el pelo...

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  3. Le hiciste un gran bien.
    Si es que son niños...

    Bss,Carmen

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  4. Vaya, se me encoge el corazón, de verdad. En fin, son momentos por los que tienen que pasar, pero cuesta tanto! Me encanta leerte!

    Por cierto, genial la foto del niño llorando!

    María

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  5. Eres muy Grande RO. Me he emocionado y todo. Ese niño tuvo la buena suerte de dar contigo. Me encanta que le dijeras que no entrase llorando y sobre todo que no le iban a reñir. Mira, ¿ves? en esto si que me acuerdo de mí misma perdida y alguna maestra diciéndome que si era tonta o ¿qué? ¡Bravo por esas maestras!, (modo irónico on).

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  6. ay Ro!! que bonito!

    Recuerdo mis años de instituto y he de decir que no me gusto nada de nada cambiar de colegio. Yo tenía a mis amigos, mis profesores y todo lo que ya formaba parte de mi día a día. Gracias a cambios como esos ahora soy mas independiente. Sigo pasando "miedo" el primer día de trabajo, de instituto o el día que me enfrento a una entrevista; pero ya no tengo a mi hermana acompañándome hasta la puerta o esperándome en el recreo para que pasase esa media hora con ella

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  7. Madre mía, pues si te vas a hacer más comprensiva, *____* No sé si te darás cuenta de lo que molas. Molas mucho, profe.

    Yo recuerdo mi primer día en el instituto. En mi pueblo hacíamos en el colegio hasta 2º de la ESO, y nos íbamos a un instituto en otro pueblo en 3º, un problemón, porque todos los compañeros estaban ya hechos al sitio, menos nosotros. Así que el primer día, entre las novatadas, los nervios y todo, y aquel instituto enorme que yo creía que no iba a controlar nunca (JAJAJAJA) estaba hecha un flan. Y me perdí más de una vez al principio. Fíjate si han pasado 10 años de eso ya, pero lo recuerdo como el primer día, el miedo que me daba perderme, como a tu hijo. :P

    Muak. Y enhorabuena por ser una gran profesional. Hacéis falta.

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  8. ¡Ay! Que con las malditas hormonas me he emocionao', sólo de imaginarme al niño chico perdido y llorando...

    Eso sí, la última ilustración me ha hecho reír jajaja

    Besos y ánimo con la tarea de ser más comprensiva!! No ha de ser fácil muchas veces...

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  9. Ahora cada vez que te vea te saludará con ganas! Su salvadora!!

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  10. Ains pobrecillo, menos mal que se encontró contigo y no con otra persona menos comprensiva y con menos sensibilidad. ¿¿Es mucho pedir que a los de primero, el día de la presentación dediquen un rato a hacerles una visita guiada por las instalaciones?? Solucionaría esto en muchos casos o al menos no irían tan intranquil@s.
    Eres una profe genial, lo sabes ¿no? ;)
    Bsitoss

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  11. yo te leo a ti, y veo tu pasión, tus ganas de innovar, se ser mejor profesora, y pienso en los cafres que tuve... aunque alguno se salvo, no te digo que no.. pero tuve que cada cafre....

    besos guapa

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  12. Profe comprensiva! eso y mucho más. Eres genial!

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  13. me has emocionado una vez más...poooobre me pongo en su luigar ...como hace...buuuf unos cuantos de años...!
    que suerte tienen tus alumnos de tenerte como profe...y tus hijos mucho más de tenerte como madre...
    besitos andaluces

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