Los canales de televisión infantiles saben lo que le gusta a cualquier niño una película repetida, un capítulo visto cien veces, una serie repetida hasta la saciedad, una y otra vez, una y otra vez...
- Mamá, mamá, ponen el capítulo de Halloween de iCarly. Y éste solo lo he visto cuatro veces.
Emoción total.
Emoción total.
Cualquier padre o madre recuerda una peli, o varias, que se sabe de memoria, escena tras escena, todos los diálogos, las canciones, todo. Porque cuando la cogen con algo, no pueden dejarlo.
Mi hijo mayor tuvo una larga temporada de obsesión por una película titulada Spirit, protagonizada por un caballo en el oeste americano, durante la época de la conquista del oeste. La peli no está mal, pero llegué a odiarla desde lo más profundo de mi ser.
Otra época fue la de Monstruos S.A., una película muy bonita, y tierna, con unos personajes adorables, pero que nos sabíamos todos de memoria en casa, abuelos incluídos.
Al pequeño parece que le duran menos las obsesiones con las películas, pero mientras le duran vive, literalmente, dentro de la película.
Hermano oso fue una de las que... no quiero acordarme. Mi hijo era un oso las veinticuatro horas del día, gruñía como un oso, se negaba a hablar, quería comer del plato sin usar los cubiertos, se subía a las sillas a cuatro patas...
Ahora le chiflan las películas de "Ban Point". ¿Y quién es "Ban Point"?, diréis. Pues es un nombre que se inventó el niño cuando apenas sabía hablar, que no tiene nada que ver con el nombre real del personaje, pero que es su última obsesión: Ban Point es Jackie Chan.
- Mamaaaaaaaá.
- ¿Qué, cariño?
- El otro día, en la peli de Karate Kid, Ban Point era viejo.
- Sí.
- Pero todavía se acordaba de hacer kárate.
- Claro, eso no se olvida.
- O sea que cuando sea viejo me acordaré de hacer kárate.
- Sí.
- O sea que cuando sea viejo seré como Ban Point.
-Sss..sí.
- ¿Y se me pondrán los ojos así, como los chinos?
- No creo, cariño, no creo.
Se aprenden las cosas de memoria y les encanta. Ayer me dio, en un ataque de nostalgia, por ponerle en youtube la canción de "pintar, pintar, pinta sin parar, mojar, extender..."de Barrio Sésamo y hoy lleva todo el santo día cantándola. Las cosas que en mi casa gustan, se acaban aborreciendo...ja,ja.
ResponderEliminarBelén:creo que pasa lo mismo con la mayoría de los niños. Acaba uno hasta el gorro de la poesía, la canción, la película...Y no he mencionado los canta juegos, que en casa se "perdieron" obligatoriamente porque era la música nuestra de cada día.
ResponderEliminarBesos.
jajaja, yo eso lo vivo con mi sobrino!!!Le encantan los capitulos repetidos de cualquier cosa, más incluso que los nuevos y te lo va contando antes de que pase. A veces he visto tantas veces un capitulo de bob esponja que hacemos los dialogos todos juntos en casa. Salu2!!!
ResponderEliminarjajajaja...qué gracia me ha hecho!
ResponderEliminarMi primo creía que era spiderman y mis tíos pasaron una enfermedad con él, puesto que quería trepar por las paredes mientras paseaban...Una odisea
ResponderEliminarDiminuta y mágica: Mi hijo creyó que era un oso durante mucho tiempo. Ahora a veces es un gatito, pero le dura sólo unas horas. Se está haciendo mayor. Qué pena.
ResponderEliminarBesos.
Ja ja ja...me encantan los niños..Mis sobrinos son dinosaurios perpetuamente y de vez en cuando leones...
ResponderEliminarAudrey:los niños son lo mejor del mundo.
ResponderEliminarBesos.