lunes, 26 de marzo de 2018

Algunas dificultades

Para terminar el trimestre, voy a contar por aquí algunas de las dificultades a las que nos hemos enfrentado en estos últimos tres meses, o dos meses y pico.



Una alumna tuvo un problema de autolesiones, o quizá solo de llamar la atención, pero el caso es que ha empezado hace poco un tratamiento para la depresión que le han diagnosticado y que yo sin ser médico creo que es bastante real. Espero que le vaya muy bien. Su abuela me cuenta día a día cómo va y está agradecida de que llamara la atención sobre el problema. Además de eso, sobre todo se siente culpable, porque piensa que tenía que haberlo hecho de otro modo con la niña. Ella no es su madre, le insisto. Pero se siente responsable de los problemas de la niña como si lo fuera.

La niña es difícil. En estos días que hemos estado haciendo un proyecto en el que, por fin, se ha sentido implicada, me he dado cuenta de que pretende hacer siempre lo que quiere, lo primero que se le pasa por la cabeza, y piensa que sus ideas son infinitamente mejores que las de los demás. Con esas habilidades sociales escasas o nulas, lo tiene muy difícil.



Un alumno con un grave problema familiar. No sabemos el alcance de dicho problema, aunque yo sospecho que hay muchas más cosas de las que parecen. Está muy abandonado, hasta el punto de venir sin calcetines, por ejemplo, o con ropa de verano en plena nevada. Al principio de curso estaba contento e ilusionado, me contaba muchas cosas de su casa que a mí me mosqueaban bastante: madre que no quiere saber nada de él, padrastro con el que dice que discute pero que yo sospecho que son algo más que discusiones (lo tengo muy claro pero no tengo pruebas) y vive prácticamente en la calle.

Hemos llamado a los servicios sociales, aunque ya sabéis que no soy creyente en esas cosas. Vive en un pueblo de apenas cien habitantes, es la única familia extranjera del pueblo y en paro y su asistente social no sabía quién era. Ahí os lo dejo, a ver si lo asimiláis, porque yo miraba a la señora con los ojos como platos y no podía articular palabra.



Ahora ha empezado a faltar a clase. No viene y se junta con alumnos de su nacionalidad, muchos de ellos mayores y fuera del sistema escolar, y ha empezado a fumar porros. Esto me lo reconoció la semana pasada. Porque no os he contado que el niño es un encanto, cariñoso, bueno, muy inquieto pero educado y buen chico. Y que por momentos me dan ganas de llevármelo a casa conmigo.

Ah, y tampoco os he dicho que su tutora, que no soy yo, cuando le conté por primera vez  (y por segunda, y por tercera) que la cosa iba mal, y lo triste que estaba su alumno, ella no lo veía, no apreciaba nada raro en él ni nada de nada. Vamos, que el que no quiere mirar, no ve. Llegó un día a preguntarle, delante de todos los demás: Dice Rosana que estás triste, ¿es verdad eso? Y, por supuesto, él le contestó que no. ¿Qué esperaba?



Vaya, parece que las dificultades de las que os iba a hablar eran un par de ellas, pero esto me iba a quedar larguísimo, así que voy a dividirlo en dos. Mañana sigo.


24 comentarios:

  1. Me alegra que el primer caso esté en vías de solución. Y qué pena el segundo (lo de 'estás triste' en público me parece de bofetón para la tutora).

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    1. Bueno, son casos que cualquier profe se encuentra.

      Besos.

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  2. Madre mía el chaval... Qué pena!

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  3. Lo peor es que la prefesora se habrá quedado tan satisfecha de su actuación y si luego ocurre alguna desgracia dirá que ella hizo todo lo que estuvo en su mano...para que veas que profes coomo tú, y sobre todo en la pública, hay pocas.
    ¡¡¡No te rindas!!! seguro que consigues algo bueno para ese chavalín.

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    1. Es un drama que haya gente con tan poca empatía y tan poca profesionalidad. Pero esto no va con ser de la pública o de la privada. Que conste.
      Maribel

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    2. Por supuesto que va por la pública y la privada, y creo que la empatía a los profesores igual se nos presupone pero no es tan común en todos los casos.

      Besos.

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  4. Qué tacto destila la tutora del chaval!! Si ya cuesta reconocer a veces cosas en privado en público ya me conterás. Creo que buscaba reafirmarse en que no ocurría nada y procuró plantear la cuestión de forma que obtuviera la respuesta que estaba buscando.

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    1. Ya sabes que a veces no coincidimos con las personas que deberíamos. Y otras sí. Es cuestión de suerte en muchos casos.

      Besos.

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  5. La verdad es que los casos que tú te encuentras son tremendos

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    1. Creo que de cara al público todo el mundo se los encuentra.

      Besos.

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  6. Rosana, te voy a enviar un email a la dirección que consta en este blog. Gracias

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  7. De verdad que, mientras unas personas cargan sobre sus espaldas la culpa de lo que otros ocasionan, existen otras personas, ya sean profesores, agricultores o doctores, que carecen de empatía, de solidaridad, de compresión... Y de entrega. Y de esa capacidad para querer hacer, hacerlo bien, y hacerlo mejor. Afortunadamente, otras personas, como tú, hacen todo lo que pueden, lo mejor que pueden, e intentan no sólo hacerlo bien, sino mejor. A mí, en este mundo donde la omisión campa a sus anchas, me reconfortan y doy gracias por las personas como tú que, aun a sabiendas de que su esfuerzo no siempre fructificará, a sabiendas de los posibles fracasos, no dejan de intentarlo. De hacer. De hacerlo bien. Y de hacerlo mejor.

    Abrazotes gordotes
    Posdtada: queda ahora, tras leerte, el viaje interior de cada uno de nosotros. Para preguntarse, para cotejar si lo estamos intentando, si estamos haciendo nuestra parte. Y si vamos a hacerla bien. Y aún mejor.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. No he podido contestar hasta ahora.

      Besos.

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  8. Tu vales mucho. Dejas mella en tus alumnos. Pena de niño y de asistente social

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    1. Gracias. Pero creo que no es cosa mía, es que hay cosas que se ven de lejos.

      Besos.

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  9. Me emociona, me reconforta leerte y siento tanta gratitud por tu presencia en la VIDA de tus alumnos. Mi hermana y yo somos las dos caras de una misma moneda. Mientras yo le debo la motivación para estudiar (porque no era vaga, era lo siguiente) a una profesor de 2°BUP que como tú planteaba la materia para hacernos partícipes activos del proceso de aprendizaje y consiguiendo despertar nuestra curiosidad y ganas de saber más; mi hermana, alumna con mucho empeño y dedicación, sufrió acoso escolar y su tutor miró hacia otro lado. Fue hace más de 25 años, no sé si la administración educativa estaba preparada para lidiar con estas situaciones, pero aquello truncó sus ánimos para seguir. Por eso gracias, mil veces gracias por tu forma de enseñarles, por ser y estar presente en la vida de esos chicos, por abrir bien los ojos, por luchar, por buscar remedio... Y seguiría, pero se me saltan las lágrimas.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. A veces es muy difícil ayudar. Y a veces ni siquiera se puede.

      Besos.

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  10. Me has emocionado,pobre chaval.Suerte que te tiene a ti cerca.Estoy segura que harás por el todo lo que este en tus manos.

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    1. Lo que está en mi mano es muy poco, y no tiene solución.

      besos.

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  11. Joo, que penita.
    Un beso, guapa :)

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  12. Creo que el mundo de los niños inmigrantes o de segunda generación es muy complejo, si siento yo el desarraigo ¿cómo no lo van a sentir ellos que no eligieron el cambio? cualquier ambiente donde puedan sentir que pertenecen les va a llamar más que otro... y eso los hace vulnerables u.u

    ojalá pueda encaminar su vida.

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