jueves, 31 de agosto de 2017

Lo que he hecho este verano

Hace un tiempo os dije lo que me apetecía hacer, cuáles eran mis planes para este verano. Ha llegado el momento de hacer balance y ver qué he logrado de todo aquello que quería.

Terminar un montón de botes y potingues que tengo en casa.

Terminar, terminar no lo he hecho. No he acabado con todo y además sigo comprando. Pero sí le he dado bastante uso a todo lo que tenía por ahí a medias, y he tirado cosas caducadas o empezadas y estropeadas. Y he comprado muchísimo menos, consciente de mi problema, especialmente con los champús (tengo habitualmente no menos de cuatro o cinco champús empezados). Y también he hecho una limpieza importante en la cocina, retirando productos caducados y usando cosas que tenía perdidas al fondo de los armarios. En este sentido estoy bastante satisfecha, y quiero seguir por ahí.

Darle una vuelta a la casa.



La vuelta no ha terminado del todo, me faltan algunas cosas, pero he limpiado todos los armarios de la cocina, archivé y organicé libros, recogí los armarios roperos, limpié y organicé las habitaciones de los niños, y por último he preparado en cajas todo mi material de papelería, que no es poco. Me faltan  (estoy en ello) mis armarios y mi ropa. Así que esto también lo he hecho, pero es cierto que han ido entrando libros nuevos que aún no he clasificado, y me falta lo que dejo siempre para el final, mi armario.

Moverme más.



Quizá este ha sido el propósito que menos o que peor he cumplido en todo el verano. Me he movido muy poco, y desde luego menos que en invierno y mi propósito con el yoga se quedó en nada. Es más, no he querido pesarme en el último mes porque ha sido un descalabro de comidas, cenas, vacaciones y dejarse llevar. Mañana día uno vuelvo a la vida rutinaria, que es lo mejor para mis comidas y mis actividades.

Pasar buenos ratos con mis chicos.



Hemos hecho muchas cosas juntos, que para eso es verano. Y ahora mismo tengo el buen sabor de nuestras pequeñas vacaciones, que hemos disfrutado mucho los cuatro. Lo cierto es que, cada vez más, vamos programando actividades por separado para unos y otros. Es normal, están creciendo y necesitan su espacio y dejar sitio a sus intereses. Pero esos ratos juntos han estado muy bien.

Probar sitios nuevos.



No ha sido tanto como hubiera querido, pero hemos salido a comer por ahí con los niños, de tapas, a probar sitios que no conocía, y siempre con buenos resultados, así que en este aspecto también estoy contenta.

Trabajar un poco.



No, no he trabajado nada, al menos hasta esta semana, porque ya era urgente, porque ya tocaba. Sé que os sonará fatal, pero no he tocado un libro relacionado con las clases, nada, en todo el verano. Y sí, el verano es para descansar, y desconectar. Y lo he hecho tan bien que ayer le preguntaba a una compañera qué tenía que hacer mañana, porque veo el calendario de actividades de septiembre y mi mente no coordina muy bien todavía.

Renovar el blog.

Como veis, algo que tampoco he hecho. Sigue igual, porque me da pereza mover nada, aunque sé que tengo que hacerlo. Y ahora ya si que tendré que dejar pasar un tiempo, al menos este mes de septiembre, que para mí es un mes de mucho trabajo.

Como conclusión os diré que el resultado de mis planes de verano, en el que pensaba hacer tantas cosas ha sido regular: creo que mitad y mitad. He cumplido algunos de mis propósitos y de otros no he hecho ni caso.

4 comentarios:

  1. Pues yo creo que el balance es satisfactorio, lo realmente importante te ha ido bien ;-)

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  2. ¡Pues a mí me ha sonado a unas vacaciones geniales!
    Has descansado y disfrutado, que es de lo que se trata, ¿no? Lo del no trabajo, seguro que no tardas en ponerte al día, y esta vez con las pilas bien cargadas, seguro que es más fácil que si llegaras ya cansada.

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