Dicen que mejor solo que mal acompañado, y cada vez creo que ese refrán tiene más razón.
Pero a veces no se puede, y la vida en sociedad, o las circunstancias, hacen que tengamos que estar acompañados.
En los últimos cuatro años he viajado doscientos kilómetros todos los días, algo bastante difícil si lo haces sola, así que he compartido viajes y coches con compañeros.
Eso, lo de viajar en ronda de coches, me ha pasado la mayor parte de los años desde que llevo trabajando, es decir, que desde hace ya dieciocho años, he compartido coche con mucha gente. Gente que conducía muy mal, gente imprudente que corría mucho, gente que iba tan despacio que a duras penas llegabas a clase a tiempo, gente que llegaba siempre tarde, otros totalmente impresentables en el trato, gente que gritaba demasiado, gente que se enfadaba por todo, otros que no hablaban con nadie, y otros, muchos, afortunadamente la mayoría, normales, con sus cosas, como las que tengo yo, pero normales.
Pues de esos normales en los últimos cuatro años ha habido muy pocos. Poquísimos, yo diría que dos o tres por año, y eso que ya me cuento yo como persona normal. Han sido cuatro años terribles en cuanto a coche y viajes, y no por la distancia, sino por las circunstancias, por la compañía.
Uno de los factores que más ha pesado a la hora de marcharme del centro donde estaba, en el que me encontraba feliz con alumnos y compañeros, ha sido el tema de los viajes y los coches.
No creáis, soy una persona muy templada y no suelo discutir con nadie. Ni siquiera si me buscas me vas a encontrar, así que no he terminado mal con nadie, ni he hecho un corte de mangas de esos que me apetecía hacer.
Y acabé el pasado curso civilizadamente, a pesar de que mi corazón me decía, desde el día que supe de mi traslado, que dejara a toda aquella gente a un lado y que ganaría en tranquilidad si viajaba sola. No los dejé colgados el último trimestre y seguí aguantando como una campeona hasta el último día.
Ahora os puedo decir que he llorado mucho, que me he desahogado en casa casi cada día, que me he tragado mucha rabia, que he aguantado muchas cosas, que pocas veces me he sentido tan impotente desde el primer día. Porque yo habría dejado de viajar con toda aquella gente desde el primer mes de octubre, pero es que aquello estaba demasiado lejos para ir sola.
Además, en ocasiones he dudado de mí misma, porque, cuando varias personas se comportan de determinada manera y solo tú o unos pocos como tú pensáis que aquello está mal, a lo mejor es que eres tú la equivocada.
Total, que ahora que estoy más cerca, y aunque en mi instituto también hay montada una ronda de coches para turnarnos a ir a clase, he decidido, de momento ir por libre.
Hace muchos años, diez, estuve destinada en este mismo centro, y viajé con algunos de los que son mis compañeros ahora. Y me fue bien, no puedo decir nada malo. Pero esta vez voy y vengo sola. Y todos me han insistido en que, si me canso, siempre puedo incorporarme a viajar con ellos en cualquier momento.
Pero, de verdad os lo digo, coger mi coche a la hora que me da la gana cada mañana, poner la música a todo trapo y viajar sin que nada ni nadie me estorbe se han convertido en uno de sos pequeños placeres diarios. Y ahora mismo no lo cambio por ahorrar un poco de gasolina o por conducir un poco menos.
Jo, es que también por la mañana apetece ir a tu rollo, ¿verdad? ¡Disfruta, nena, que te lo has ganado!
ResponderEliminarCuántas veces he pensado eso mismo, parece que yo misma lo hubiera escrito!! He compartido coche durante muchos años, con unos y con otros por tema de horarios, llegando tarde por culpa de unos, aguantando caras cuando te entretienes a la salida, usando el freno y el acelerador cuando vas de copiloto... Hace poco mi empresa se ha trasladado, y estoy a cinco minutos andando de mi casa, cuando nos lo comunicaron, lo primero que pensé fue lo del coche (y en la "simbólica" subida de sueldo por el ahorro de gasolina).
ResponderEliminarTe leo simepre aunque comento muy poco, me encanta tu blog.
Mila.
Pues a disfrutar, que te lo mereces!!
ResponderEliminarHola Ro! Yo también pienso que mejor sola que mal acompañada.. Sólo dos veces me he visto en la tesitura de compartir coche y en las dos he cortado por lo sano, prefiero ir a mi ritmo y no aguantar locos y sus locuras o salidas de tono. Me alegro mucho de ese cambio y de que lo estés disfrutando. El tiempo te hará decidir si vuelves a compartir coche o no. Un besazo!
ResponderEliminar¿Que hasta has llorado por desahogarte? Menudo aguante tienes. Pues nada, ahora a disfrutar de tus viajecitos, que además parece que son bastante más cortos, ¿no? A mí también me gusta eso de montarme en el coche "a mi bola", con mi música, sin pensar en nada más...
ResponderEliminarDisfruta de esos trayectos para ti solita. Y canta a grito "pelao" una canción que te de subidón que eso no tiene precio😄
ResponderEliminarYo nunca he tenido que compartir o hacer viajes diarios pero reconozco que si tuviera que hacerlo seguramente iría sola, igual yo soy del grupo de las raras,jejeje
ResponderEliminarYo solo he compartido coche en uno de mis primeros proyectos y terminé hasta el gorro. Hoy por hoy, no lo aguantaría.
ResponderEliminarAsí qué felicidades por tu nueva independencia.
Un beso
Me alegro mucho por ti, ganar en salud mental eso sí es importante!! Yo voy sola cada día, en mi escuela nadie es de mi pueblo, y puedo tardar de media hora a una hora: cada día escucho radio3, que solo me gusta a mí de mi entorno, y me encanta conducir con la radio, es mi momento. Solo compartí coche para ir a trabajar hace muchos años y la experiencia fue muy buena, pero es que mi compañero era un amor! Un beso guapa y disfruta de tu libertad!
ResponderEliminardí que sí, con tu música y tus pensamientos, hasta que te desintoxiques! :D
ResponderEliminarPor lo menos creo que este curso voy a viajar solita. Y estoy feliz, te lo aseguro.
EliminarBesos.
Yo todo esto lo pasé compartiendo piso,hasta que no aguanté más y sacrifiqué dinero por paz,bienestar. No tengo ,ni he tenido jamás un euro ahorrado,el vivir sola en Madrid se lo llevó todo,pero a cambio fui muy feliz o al menos estuve muy tranquila.Te comprendo perfectamente y si estuviera en tu lugar yo preferiría ir sola a mal acompañada. Es muy claustrofóbico un viaje en coche para ir a disgusto. Yo no hubiese aguantado tanto. Ánimo que ya estás a tu aire.
ResponderEliminarYo todo esto lo pasé compartiendo piso,hasta que no aguanté más y sacrifiqué dinero por paz,bienestar. No tengo ,ni he tenido jamás un euro ahorrado,el vivir sola en Madrid se lo llevó todo,pero a cambio fui muy feliz o al menos estuve muy tranquila.Te comprendo perfectamente y si estuviera en tu lugar yo preferiría ir sola a mal acompañada. Es muy claustrofóbico un viaje en coche para ir a disgusto. Yo no hubiese aguantado tanto. Ánimo que ya estás a tu aire.
ResponderEliminarSi solo fuera por dinero, lo habría dejado, pero es que no podía conducir yo todos los días tantos kilómetros. El cuerpo termina acusando el cansancio.
EliminarBesos.
Ya sabes que no me gusta mucho conducir, pero si tengo que hacerlo, prefiero hacerlo sola. Me da mucho apuro que alguien me juzgue por mi manera de conducir XD
ResponderEliminarÁnimo, que vas sola. Y canta en el coche, que es una gozada :D
Canto el el coche todas las mañanas. A voz en grito.
EliminarBesos.
Es que lo de compartir coche no es tan sencillo... Es como el Blablacar, tan de moda ahora, a mi no me parece tan fantástico.
ResponderEliminarSi te gusta conducir, es un auténtico placer ir a tu rollo.
Besos!!
Siempre, siempre ...mejor sola.
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