Vivir con un adolescente (3)

A mi hijo no se le da bien el regateo. Nada bien.

Cada fin de semana lo intenta con la hora de llegada.

- Porfa, mami, hoy déjame hasta las diez y media.

- No, las diez.

- Porfa, que soy el primero de todos que se va a casa (eso lo hemos dicho todos en algún momento de nuestra vida).

- No, las diez.

- Las diez y cuarto, anda...

- Las nueve y media.

- Vaaaaaale, las diez.

Le pasa lo mismo con los castigos y las negociaciones de todo tipo.

No sé si recordáis que terminó castigado a fregar y recoger la cocina una semana.

Estas Navidades me pidió salir un día que no le tocaba (no le dejo salir a diario, tampoco en vacaciones) y hubo una ardua negociación. Finalmente, se ofreció a poner y quitar la mesa todo lo que quedaba de vacaciones, que eran casi diez días. Pensaba que yo no iba a aceptar, pero lo hice.

- De acuerdo.

- No, espera, me he confundido. Pongo y recojo la mesa tres días.

- Has dicho todas las vacaciones.

- Uff, pero es que es mucho.

- Pues nada, no sales, si yo no quería que salieras...

- Vaaaale.

Luego, como hemos sido muchos, hemos recogido entre todos, pero le ha tocado arrimar el hombro, algo de lo que siempre se escaquea....