Esta entrada me ha quedado un poco larga. No hace falta que os molestéis en leerla. Simplemente tenía que escribir sobre ello para poner el punto final a la pesadilla (o al menos eso espero)
Ya me habéis oído quejarme por ahí de la horrible experiencia que he tenido con esto de las oposiciones, pero no os podéis imaginar hasta qué punto.
Sólo os diré que no he visto tanta gente cabreada junta, ni llorar a tantos profesores hechos y derechos, o ponerse enfermos, pero enfermos de verdad, de exceso de trabajo y del mal trato recibido, y con esto no me refiero a los opositores, a los que hemos intentado tratar lo mejor que hemos podido, sino a los profesores que formábamos parte de los tribunales de oposición.
Os contaré un poco, sin entrar en detalles, como ha sido el proceso.
Esto de ser tribunal te toca en un sorteo, y no te puedes escaquear, no, al menos, que yo sepa. Y a mí me tocó.
Doce tribunales, a cinco profes por tribunal, es mucha gente movilizada en una provincia. Muchos de ellos no viven en la ciudad, y han estado viajando a diario para acudir al trabajo, o quedándose en un hotel para estar aquí durante estas semanas.
Un día por la tarde, en junio, se constituyeron los tribunales: mucha improvisación y bastante descontrol, pero nadie pensó que esa iba a ser la tónica de todo el proceso.
Días después, la presidenta de mi tribunal me mandó un correo diciendo que quedábamos el día del examen a las ocho. Los opositores estaban convocados a las ocho y media.
Le escribí inmediatamente pidiéndole quedar un día antes para preparalo todo, para coordinarnos, que no podía ser eso de llegar allí casi a la misma hora que ellos sin saber qué teníamos que hacer.
El instituto no abre hasta las ocho. No podemos quedar antes.
Esa fue su lacónica respuesta.
El día del examen teníamos que pasar lista a los opositores, comprobarles el carnet uno por uno y recogerles una programación didactica, por duplicado, a cada uno de ellos, que tenía que firmar un documento que decía que la había entregado y había además que darles otro como resguardo de la entrega. Además, muchos de ellos querían que les hiciéramos un justificante de haberse presentado para sus trabajos.
Desde las ocho y media que estaban convocados, empezamos el examen a las diez y media. A mí eso me estaba pareciendo una barbaridad, porque he pasado por ello y te pones cada vez más nervioso. Pero no dio tiempo a terminar hasta entonces, y tampoco se pudo hacer el sorteo de los temas hasta que todos los opositores de todos los tribunales estuvieron sentados.
Cuando terminaron el examen, yo pensaba irme a comer con una amiga, a la que no veía hace años, pero resulta que había una reunión de presidentes con secretarios, y luego había que volver a las cuatro, así que no me dio tiempo más que a sentarme en un bar enfrente y tomarme algo en media hora. No sabía que ese lugar iba a ser donde iba a comer de ahora en adelante, en quince minutos, un bocadillo, acalorada y cabreada.
Después de terminar la prueba, mañana y tarde, tuvimos que hacer papeleos. Ahí empezó la tortura. Nos adjudicaron un ordenador en una sala de informática para cada tribunal y nos dijeron: con este archivo de excel tenéis que convocar a los opositores y luego enviarlo por correo y por fax a estas direcciones, además de ponerlo en el tablón de anuncios. No salgáis hasta que lo tengáis terminado.
Total, las diez de la noche y gracias a la ayuda de los compañeros, que todos hemos hecho piña, porque el archivo tenía unos errores tremendos, casillas bloqueadas y cosas que serían demasiado largas de contar, pero cada papel ha sido como un parto doloroso.
Desde el veinte de junio y hasta el diecisiete de julio hemos vivido encerrados en un instituto, mañanas y tarde, incluyendo los sábados, no sólo para atender y escuchar a los opositores, que sería lo normal, sino para hacer papeles, burocracia, repetirlos porque nos daban una orden hoy y otra contradictoria mañana. Ha sido caótico, ha sido vergonzoso, me he sentido utilizada, me he sentido esclavizada y no sé cuántas cosas más.
Aún esta semana he tenido que ir tres veces a firmar papeles, a cambiar cosas, a revisar el expediente... y no confío en que haya terminado.
Buscando el lado positivo, he aprendido algo: por primera vez en mi vida he sabido lo que es ir a trabajar en algo que no te gusta, en algo que odias, día tras día, sabiendo a qué hora vas pero no a qué hora terminarás, y me he acordado de toda la gente que tiene trabajos que aborrece.
Eso me ha hecho sentir afortunada.
Especialmente ahora que (parece que) todo ha terminado.
Madre mía Ro... me has dejado con la boca abierta!!! Todo esto que cuentas es demasiado fuerte. Que descontrol, que descoordinación, que de todo!!!
ResponderEliminarUn besazo reina y ahora que por fin puedes desconecta, descansa y disfruta!!!
Voy a ver si consigo desconectar. Llevo unos cuantos días en que el estrés no me deja ni dormir bien.
EliminarBesos.
Mi experiencia es desde el otro lado, que ya conoces, la escribiré...pero decirte que aquí, auqnue creo firmemente que se ha maltratado al opositor y que los tribunales han dado un paseo, también ha habido una desorganización enorme. Lo de siempre, esto lo preparan gestores, ¿no? y los docente que lo llevan a cabo a callar y hacer. En algun momento deberíamos plantarnos todos y, por dignidad, mandarles a la mierda. No se, me imagino a mi de tribunal, seguramente hubiese acabado con varias faltas disciplinarias. Es la importancia que se le da a la educación, el reflejo. Aunque insisto, solo por el tiempo que le habéis dedicado en Castilla y León, hay una diferencia abismal con Murcia. Aquí a la exposición de la programación pasaron 15 como máximo por tribunal. Hubo días en que los tribunales citaban a una persona. Un abrazo y espero que no vuelvas a sufrir este calvario.
ResponderEliminarYo también creo que con todo esto se ha maltratado al opositor, que, no olvidemos, es lo importante del proceso.
EliminarCitar a una persona o dos al días es alargar el sistema sin trabajar para que te paguen la dieta. Nosotros hemos tenido cinco como mínimo al día.
besos.
Menudo descontrol!! Estas cosas deberían estar mejor organizadas, ¿quién es el responsable?, porque me da la sensación de que se lava las manos...
ResponderEliminarUn besote
Marialu
El responsable es siempre un ente abstracto llamado "administración", al que nadie termina por pedir responsabilidades.
EliminarBesos.
PPppppffff ¡¡¡vaya tela!!! Yo creo oque cuando me he presentado no había tanto desmadre, nos convocaron un día para llevar la programación y otros dos para los exámenes. Se cumplieron los horarios y se hizo todo bastante rápido. Eso sí, no sé cómo se las arreglarían entre bambalinas, porque si algo brillaba por su ausencia, que nos daba a todos mucho "la risa", era el uso de las TIC que taaaaaaaaaaaaanto pregonaban desde la Consejería, en el proceso de la oposición.
ResponderEliminarEspero que, por lo menos, os hayan pagado bien...
Es terrible que te pidan que hables del uso que harías de las TICs en el aula y no te dejen usarlas para hacer tu exposición. Yo alucino, gente que lo llevaba muy trabajado y que había tenido que imprimir las presentaciones para enseñarlas.
EliminarBesos.
¿ y vosotros como profesores de tribunal, no podeis denunciar estas carencias?
ResponderEliminarLo hemos hecho, incluso un día nos plantamos, pero no llegó la sangre al río, porque al final el que pierde es el opositor que ha venido hasta aquí, está pagando un hotel y si no lo hace hoy tiene que gastarse más dinero para un proceso que es probable que no apruebe.
EliminarBesos.
¡Tremendo, Ro!... Por suerte, la pesadilla ha terminado (esperemos...)
ResponderEliminarTienes bien merecidas las vacaciones...
Me ha gustado tu reflexión final. Pensar que hay mucha gente que tiene que acudir cada día a un trabajo que no le gusta... Por desgracia, me temo que hay mucha (y yo, últimamente, creo que me puedo incluir). Así que, en cierto modo, eres una privilegiada (descontando algo puntual como lo de las oposiciones)
Descansa, relájate y disfruta; que ya te toca.
Un besote
Sé que soy una privilegiada.
EliminarBesos. Y gracias.
Madre mía Ro, cómo duele leerte así :(
ResponderEliminarYa te habíamos advertido de que sería duro, pero no creía yo que tanto. Bueno, como según parece ya ha terminado, intenta olvidarlo cuanto antes, ya te dije, desaparece...
Yo tampoco pensé que sería tan duro. Creí que las cosas al menos irían bien, a pesar de ser muchas horas de trabajo.
EliminarBesos.
Qué horror.... ;((
ResponderEliminarHa sido terrible.
EliminarBesos.
Madre mía. Yo cuando te quejabas pensaba que era "solo" por la situación, porque recordabas tu experiencia como opositora, porque es un trabajo duro,... Pero claro, cómo iba a ser solo eso. También tenía que haber desorganización, por supuesto.
ResponderEliminarLas de C-LM no han sido tampoco, intuyo, las mejor organizadas de la historia... Imagino que a los tribunales también les han jugado más de una... Por lo menos ya sabes que a la próxima te libras seguro (¿no?)
Muchos, muchos besos.
No, no libro. Aquí fueron las del 2008, hace siete años, y muchos de los miembros del tribunal de entonces lo han sido ahora también.
EliminarBesos.
Me encanta que al menos saques algo positivo de esta experiencia. Y no veas lo afortunada que eres por trabajar en algo que te gusta tanto, ¡qué envidia!
ResponderEliminarUn beso!
Lo sé, es cierto que no todos pueden decir lo mismo.
EliminarBesos.
Lo de las oposiciones está mal hecho, lo mires por donde lo mires. Ahora a descansar. Un beso
ResponderEliminarPor supuesto que está mal hecho.
EliminarbEsos.
Pues esperemos que de verdad de verdad ya no te llamen más y puedas disfrutar de tu veranito, este año super merecido ;))
ResponderEliminarEstoy todavía intentando desconectar, y me está costando un montón.
EliminarBesos.
Yo pienso que el tema de las oposiciones está muy desfasado y muy mal organizado, pero trabajo en la administración, y sé que hay muy poco que hacer, por no decir nada, para cambiar esta situación.
ResponderEliminarEspero que puedas disfrutar ya completamente de las vacaciones que te mereces.
Besazos.
qué mal, espero que no te vuelva a tocar en muuuuuuuuuuuuuucho tiempo!
ResponderEliminarMadre mía... Si te cuento mi vida, lloras. Mi tía te sigue porque tú la sigues a ella y cuando vio esta entrada me la envió por whatsapp enseguida.
ResponderEliminarHe estado opositando este verano en Segovia y desde el otro lado... esto es mucho más dramático. Tuve que hacerme 1736 Km en una semana para leer, y hacer los exámenes prácticos (dos días durante más de 8 horas) porque soy de Artes. El plazo de subsanaciones de la baremación comenzó el último día de lectura, incluyó los dos días de exámenes prácticos de Dibujo, Diseño, Color... un sábado, un domingo y el lunes siguiente. Y por supuesto, me rechazaron toda la documentación que estaba redactada en gallego. Y yo me pregunto: ¿Qué culpa tengo yo de ser gallega? ¿A caso no es una lengua oficial de nuestro país? Pero lo más divertido es que me aceptaron la titulación de Candbridge que viene toda escrita en inglés, pero no la del CELGA que acredita el gallego, por estar en este idioma. Este País es la CARABA.
Por si te apetece reírte, te diré que como trabajo en una juguetería a media jornada(porque me quedé sin trabajo en el centro en el que enseñaba, cuando la dueña y directora le dio mi plaza a su sobrina) y no tuve más que las mañanas de un mes y medio para estudiar.
Llegamos al instituto y de los 4 tribunales que había... sólo se presentó un presidente. Estábamos citados a las 8:30 y comenzamos el examen a las 11. Los primeros en entregar el examen, lo dejaron sobre una mesa porque no había sobres, ni sellos, ni organización...
Por suerte o por desgracia, uno de los temas me sonaba y escribí. El día de la lectura fue un poco menos caótico (me temblaban las rodillas, pero nada más).
Los exámenes prácticos... Jajajjaja... como eres de letras, como mi madre y mi tía, no sé si te harás idea de lo que puede ser realizar un examen práctico en una mesa de pupitre de cole. Para empezar el papel es A3 y cuando me quise dar cuenta tenía una paleta en las rodillas, los lápices en el pelo, un rotulador en la boca y la escuadra en el sobaco, mientras cruzaba los dedos de los pies para que no se me derramase el agua encima de todo. Nos cambiaron el orden de las pruebas y la gente no tenía el material adecuado, hacía un calor de muerte y el tribunal estaba tan harto que hasta me daba vergüenza pedir los justificantes de asistencia en cada prueba.
¡Y lo mejor estaba por llegar! La prueba de modelo, en el pabellón de Educación Física. Lo resumiré: de las rodillas para abajo tuve que inventarme a la modelo. No veía, estábamos hacinados. Me daba la risa floja porque ya sabía que, como sólo había una plaza y no había tenido tiempo de prepararme, no iba a ser para mi (éramos 400) pero me imagino que la gente que iba bien preparada estaría enfadadísima, porque no había manera de hacer bien un dibujo en esas condiciones.
Para mayor diversión, el primer examen coincidió en fiestas y mi hotel estaba en la Plaza Mayor con las orquestas, en el segundo hotel se averió el aire acondicionado y se lo contagió a mi coche en plena ola de calor de vuelta a Galicia.
Pero echo tanto de menos enseñar que lo volvería a hacer una y mil veces... Es muy duro opositar en estos tiempos, es muy duro haber luchado tanto y haberlo dado todo para que el sistema se ría de ti de esta manera. Es muy doloroso ver cómo me miran mis padres (catedrático de historia de insti y profe de Literatura) y ver en sus ojos la disculpa por eso que me dijeron siempre de "tú no te preocupes que si tienes las mejores notas y te esfuerzas por ser la mejor vas a conseguir lo que te propongas", porque cuando ellos "vivieron" era así...
He vivido seis oposiciones, así que sé lo que es esto, y de formas parecidas a la tuya. Pensaba que este año los peor organizados éramos nosotros pero veo que me equivoco. Yo también viví lo de hacer exámenes en plenas fiestas, con verbenas al lado del hotel, horas interminables, desorganización, malos modos de los miembros del tribunal... pero que no se presentaran los presidentes... eso no lo he visto. En fin, qué desastre de sistema y qué desastre de todo.
ResponderEliminarTienes razón en lo que dices, por mucho que estudies y luches, con este sistema puede pasarte que no consigas nunca lo que te propones, porque es bastante injusto.
Besos. Y gracias por comentar.
Madre mía, que calvario T_____T
ResponderEliminarLo poco que cuesta organizar las cosas bien y ala, todo el marrón para vosotros.
"¡Hala!" y no *ala ;)
EliminarDoy fe de lo.mal que se pasa formando parte de tribunal. Qué injusto proceso
ResponderEliminarDoy fe de lo.mal que se pasa formando parte de tribunal. Qué injusto proceso
ResponderEliminarUf, yo estoy cruzando los dedos para que no me toque este año. Yo fui parte de un tribunal de Selectividad hace dos cursos, por voluntad propia, no fue tan caótico, aunque sí algo, pero sobre todo me cabreó enormemente que algunos profes cabreados por estar allí (por propia voluntad) trataron de escaquearse, no lo consiguieron y trataron al alumnado con la punta del pie. En fin, ver para creer.
ResponderEliminarComo opositora primeriza de esta convocatoria tengo que expresar mi descontento con el trato que hemos recibido por parte del tribunal y de la administración. El tribunal estaba visiblemente molesto por estar trabajando en el proceso, han sido muy secos, nos han tratado como a soldados, no nos han desado ni suerte ("¡Retiraos el pelo de las orejas! ¡¡te he dicho que te retires el pelo de las orejas!!). Aclaro que esto no es que se lo dijeran a un sospechoso, no, sino a todos. Las pruebas han sido seguidas con solo 15 min de descanso que se han quedado en 10 o menos por su falta de organización. ¿Qué necesidad hay de hacer un examen de cinco horas si no es para que los tribunales se puedan ir antes? Esto sin mencionar la dificultad de las pruebas, pero esa es otra historia.
ResponderEliminarLa administración no es más considerada: notifican asignación de centros de examen solo con 3 días de antelación, emiten 2 dias antes un documento de criterios de evaluación que produce ambigüedad con respecto a lo publicado en las bases... No sé, me dejo cosas pero esto no es digno de ciudadanos, en mi opinión es un maltrato manifiesto al opositor. A ver si me quito los síntomas del estrés post-traumático que tengo...
ojú chiquilla, me has puesto el cuerpo malo. peor de lo que ya lo tenía. me enterado hoy mismo que he tenido la enorme "suerte" de resultar agraciado en el sorteo. así que este año me toca a mí, para despedirme por la puerta grande (me jubilo en septiembre).
ResponderEliminareso sí, estoy dispuesto a negarme a trabajar más de 8 horas seguidas y a que el descanso entre turno y turno sea inferior a 12 horas. sencillamente porque es ilegal. y a estas alturas, para lo que me queda en el convento, la administración no me va a intimidar. y a la primera pamplina los pongo a desfilar. privilegio de los viejos
Yo pienso en lo contrario. Me he presentado voluntariamente porque creo en el sistema. Creo en todos los profesores que hacemos o intentamos hacer lo mejor de nosotros. Creo que con optimismo se consiguen mejores cosas. Y por supuesto creo en trabajar duro y dar lo mejor de mi misma. Espero que este año me toque y que lo disfrute como he disfrutado cada momento que he sufrido para llegar a donde estoy
ResponderEliminarMucho ánimo. Yo soy opositora pero estoy deseando sacarme la plaza no tanto para ser funcionari jaajaj (que también) sino porque me gustaría presentarme de manera voluntaria a los tribunales aunque sea un año, creo que esa experiencia la tienen que vivir todos los profesores al menos una vez. Saber lo que se siente al otro lado, sentir esa responsabilidad, creo que se puede aprender mucho... pero por supuesto para hacer las cosas bien y ser parte importante del sistema, no para defraudar o alargar el proceso y esas cosas... Creo que acabaría hasta las narices pero al mismo tiempo con satisfacción, y con "orgullo"; ya que de ti depende el futuro y la nota de mucha gente, solo por eso tendrías que tener una presión encima que en lugar de querer defraudar tendría que llevarte a hacer las cosas bien.
ResponderEliminarHola!! Soy vocal de un tribunal en Córdoba. Como decía Julio Iglesias…. La vida sigue igual…
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