lunes, 11 de mayo de 2015

Hijos

Hoy toca una entrada personal, de esas en las que hablo de mis niños; ya sabéis que tengo dos. Uno de trece y otro de nueve.

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El de trece en estos días, y solo cuando tiene ganas, sale conmigo a caminar.

Va con las manos en los bolsillos, de tranqui, mientras yo le sigo apenas con la lengua fuera. Me va contando cosas del instituto o de sus amigos mientras le contesto con jadeos o asiento porque no me da el aliento para responder algo coherente.

Caminamos cerca de una hora, más o menos. Y él llega a casa como si le hubiera mandado tirar la basura. Además se mete conmigo porque llego sudando, reventada y directa a la ducha.

Pero me encanta pasar unos ratillos con él, con mi chico grande, tan bueno y cariñoso, tan responsable, que aún a su edad se va a pasear a su madre. Además, esos momentos son los únicos que estamos los dos solos, y me cuenta cosas que de otra manera no me diría, porque es una persona de muy poquitas palabras.

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Esta semana se ha afeitado por primera vez. Y sí, su madre ha soltado un par de lágrimas. Porque llevaba tiempo quitándole el bigote con cera, pero ya tenía pelos largos y extraños por toda la cara y creo que ya le tocaba. Les dejé el momento de padre-hijo pero no pude evitar sentir que cerraba una etapa con él.

El pequeño está a tope con los estudios. No puede ser que a su edad tenga tantos deberes. Y luego lo que es de estudiar, que procuramos llevar, si no al día, al menos un poco por adelantado.



Ha mejorado tanto que ya hace los deberes solo y estudia también solo, aunque pide que se lo tome para comprobarlo.

No ha traído ni una sola nota negativa de sus profes desde noviembre, lo cual es un logro enorme. Sigue teniendo problemas, no lo olvido, aunque hay días en que parece que no tuviera ninguno, lo cual es maravilloso.

Mientras escribo esto, a estas horas de la mañana, está haciendo los deberes del fin de semana, porque se olvidó apuntarlos y me los pasaron anoche muy tarde. Estas cosas nos siguen pasando muy a menudo, pero es que somos así. No vamos a llevarnos mal rato por ello.

Practica con su instrumento un mínimo de media hora todos los días. Todos menos los viernes, que es su tarde de descanso, incluyendo fines de semana y vacaciones. Se lo toma en serio y eso le ha dado algo que no tenía: disciplina. Esa disciplina le está ayudando muchísimo en sus estudios y en su vida diaria.

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Me ha pedido entrar al conservatorio, y vamos a esperar un poco porque gran parte del mérito con la música lo tiene su profe actual, que es una maravilla. Nos lo vamos a pensar, pero la música le está dando infinitamente más de lo que esperábamos. Ahora se le ha metido en la cabeza que también quiere hacer baile. No es la primera vez que lo pide, así que el curso que viene también vamos a intentarlo.

Las tardes en esta casa son un ir y venir de deberes, estudios, la piscina, la música, el coro, duchas, cenas y a la cama a leer un rato antes de dormir. Hay días que me parece que  no los veo, que no me ha dado tiempo a mirarlos, que todo lo que he hablado con ellos es funcional: ¿Llevas todos los libros? ¿Has cogido la merienda? ¿Qué tal el cole? ¿Has terminado? ¿Has comido? ¿te has duchado?

Me gustaría tener conversaciones más del tipo: ¿qué te gusta?, ¿qué te hace reír?, ¿qué te hace llorar?, ¿en qué estás pensando ahora? Y me parece que pasa el tiempo tan deprisa que a veces me pierdo lo mejor.

Bueno, y ahora tengo que desayunar con ellos, y vigilar que lo lleven todo, y que hayan recogido sus habitaciones... en fin, lo de cada día...

38 comentarios:

  1. Qué entrada tan bonita Ro. Me alegro que unas lazos con tu mayor y que el peque poco a poco vaya mejor...

    Un besazo reina!

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    1. Gracias. Aunque si la escribo hoy, como estoy en plena bronca con ellos, no me habría quedado así.

      Besos.

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  2. Ayyyyyyy me encanta!!! Me recuerda muchísimo a mi día a día hace unos posoc años, mi pequeño y sus historias escolares(y ahora es el que me trae matrículas de honor), el coro, m´´usica, ainnnnns, es que mi día a día era así, y de pronto un día, sin darte cuenta, te ves en la graduación llorando y preparando la PAU y te das cuenta de que el tiempo ha volado.
    Disfrútalos mucho que están en una edad preciosa.
    Ayyyyy, yo también solté una lagrimilla con el afeitado.
    Besos.

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    1. No me digas esas cosas, que no quiero que todo vaya tan rápido...

      besos.

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  3. Aiiis, me he emocionado (con lo raro que es que yo lo haga) con el bien que le está haciendo la música a tu hijo. Por fin alguien lo reconoce y no lo ve como una actividad de vagos.
    Por cierto, ayer acabé de leer "Yo antes de ti" y me ha dejado una sensación rara. Yo no sé que me pasa que últimamente estoy muy sensible jajaja.
    Un beso :)

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    1. Lo de la música ¿para vagos? si requiere un trabajo enorme...

      Yo antes de ti es un poco duro.

      Besos.

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  4. Querida Ro,

    ¡¡No sabes cuánto aprendo de tus charlas sobre tus hijos!! Me encanta cómo trasmites tus temores y tus sentimientos hacia ellos. Yo también tengo uno de trece (y otro de casi 20 !!!) así que me siento muy identificada con las cosas que nos cuentas.
    Para mí también hay días en los que todo me parece dar instrucciones y poco más... Por eso sé lo que valen esos momentos cercanos en los que da igual todo lo demás y solo te centras en estar con ellos, escucharles, achucharles y quererles más que a nada en el mundo.
    Un beso grande.
    Carmen

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Carmen. Es una pena no tener más tiempo para hacer con ellos todo lo que nos apetece...

      Besos.

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  5. Una entrada preciosa, Ro. Destila amor por todos lados...
    Yo, en cierto modo, me he sentido identificada. Lo del afeitado... bueno, a mí me ha pasado lo mismo al tener que depilarle las axilas por primera vez (una niña camino de los doce años no quiere ponerse camisetas de sisa enseñando los pelos...) y me temo que pronto tocaran las piernas... qué tortura...

    También veo que el tiempo pasa muy deprisa, que se hace mayor a pasos agigantados y no quiero perderme nada. Pero trabajo mañana y tarde, así que por la semana, sólo estamos juntas en el desayuno, la comida y la cena. Ahora los fines de semana pasamos mucho tiempo juntas. Le dedico menos tiempo a las tareas del hogar para dedicarle tiempo a ella. Todos los domingos hacemos manualidades, salimos a pasear o vemos una peli con un bol de palomitas. Y nos viene muy bien a las dos. Ese tiempo no lo cambio por nada del mundo.

    Me alegra que tu peque vaya mejor. Y que tu hombrecito de 13 años sea tan bueno (yo le temo a la "edad del pavo"... jeje)

    Un besote

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    1. No me puedo quejar de horarios, porque tengo las tardes para ellos.

      Besos.

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  6. Ay a mi me da mucha pena que crezcan, pero por otra parte estoy deseando poder hablar con ellos ya como personitas. Me alegro mucho de lo del peque!

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    1. Aún no sabes bien lo rápido que crecen. Tú aún los tienes peques y achuchables.

      Besos.

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  7. Jo, hasta me has emocionado con el enano... ¿Tú te acuerdas bien de otras entradas sobre él? No sabes cómo me alegro (por él, evidentemente). El mayor parece un niño muy buenazo. Tienes suerte, porque, por mucho que se diga, tú les puedes educar de una manera, y ellos te salgan por peteneras... aunque desde luego se note el trabajo que has hecho.
    Es horrible esa sensación de las tardes en las que no les ves ni hablas con ellos. No trabajo fuera de casa, ya lo sabes; pero es que por las tardes son ellos los que tienen mil cosas que hacer, y no te da tiempo a nada :(
    En cuanto a la música, sabes que me da una envidia enorme. No solo se trata de que le guste, sino que además es una cosa que se hace poco a poco, son años invertidos en ello, y que luego tiene unos frutos maravillosos.
    Enhorabuena por esos niños que tienes.

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    1. ¿Cómo no voy a acordarme de lo que os he contado de mi peque? Sí, porque es una de mis mayores tareas en la vida: sacarle adelante.

      Besos.

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  8. Molas mucho, Ro. De verdad. Muchísimo. Me da la sensación de que sí, puede que te estés perdiendo cosas, pero de que no te pierdes nada importante, de que si tus hijos tienen un problema, una duda, una inquietud, acudirán a ti. Independientemente de que se afeiten :P

    Me ha matado lo de que tu mayor saca a pasear a su madre... Ay, señor xD

    En cuanto al pequeño virtuoso (amor puro y verdadero, que me gusta hasta su acento en inglés) estoy contentísima por él. Tiene una sensibilidad artística desbordante, ya ves para donde tira su corazón y sus ganas. Me alegro muchísimo de que esté encontrando (o construyendo) su lugar en el mundo.

    Por cierto, que siempre hablo de tu pequeñajo (tengo debilidad por los violistas, violinistas y demás, así como por los que cantan en los coros XD) pero tu mayor tiene una cara de bueno que dan ganas de morderle los mofletes XD (como Eleanor, soy un poco caníbal XD)

    Enhorabuena, Ro. Y no te preocupes. Las vibraciones de amor maternal llegan, esa necesidad de saber de ellos, esa preocupación, la sienten, estoy segura. Aunque no tengas tiempo para hacerla explícita.

    ¡Achuuuuchoneeeees!

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    1. Gracias por lo que escribes hoy. Eres un amor.

      Besos.

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    1. Creo que cualquier madre puede entender esto que me pasa.

      Besos.

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  10. A mi me pasma de dónde sacas el tiempo....

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    1. Tengo la suerte de un horario de mañana, si no mi vida sería un infierno.

      Besos.

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  11. Ro, ¿y has pensado que quizás deberias dejarle que ellos cogieran sus obligaciones y tu disfrutaras de ello?

    Si tu hijo se olvida la merienda, los deberes o no se ducha...un dia dolera, 2 tambien, al tercero seguro que se lo piensan o se lo apuntan en alguna agenda

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    1. Ay, no sabes lo que es vivir en el mundo del despiste en el que vivimos en mi casa. Yo misma soy un desastre con patas, y mis hijos lo han heredado. TEngo que enseñarles a ir cummpliendo sus obligaciones. Con el mayor no le recuerdo tanto las cosas, y va espabilando solo. Con el peque estoy en otra etapa.

      Besos.

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  12. qué entrada tan bonita, sincera y real <3

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  13. Con la lagrimilla colgando me tienes...eso es amor del bueno!! Y si, lo de que crezcan es una penita, porque parece que siempre te quieres quedar en esa etapa, y luego te das cuenta que la siguiente puede ser incluso mejor. El mio tiene casi 2 años y medio y no calla, asi que nos partimos de la risa con sus ocurrencias.
    Besotes, preciosa

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    1. Da pena que crezcan, pero no soy de las que voy diciendo que es mejor que se queden pequeños. Tienen que ir creciendo y madurando y viviendo su propia vida. No han nacido para llevar la mía sino la suya.

      Besos.

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  14. Ro... ¡¡Qué maravillosos recuerdos tendrán tus hijos cuando crezcan!! Porque te aseguro que cuando sean adultos, cuando te miren, cuando hablen contigo, te verán y te sentirán como tú a ellos ahora: con verdadero amor, amor del bueno.

    Enhorabuena Ro... De corazón.

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    1. Y soy idiota... Que yo lo sé lo que pienso, pero si no lo escribo, pues tú no. Lo decía, no porque ahora no te muestren que te quieren, que seguro que sí, pero "a su manera". Me refiero a que cuando tengan las primeras canas, tú tendrás ya muchas más y entonces todo esto que estás generando en ellos brotará con fuerza... No sé si me explico... Es que me ha enternecido muchísimo tu entrada y ya me he liado XD

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    2. Te había entendido a la primera, mujer. No te flageles, que no hacía falta. Jajaja. Gracias por tus palabras, que son preciosas.

      Besos.

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  15. Había leído la entrada y me pilló sin tiempo para comentarla, pero no la quería dejar pasar. Así que la he releído con más tranquilidad porque me encanta.

    Quizá uno de los motivos por los que conecto contigo, es que me siento identificada no sólo con la situación familiar, laboral y personal, sino también con la forma en que la vas gestionando y tus sentimientos al respecto.

    Y en cuanto a los hijos comparto al cien por cien tus reflexiones, me sorprendo al verlos tan mayores y me pregunto dónde están mis bebés, y procuro disfrutar de sus abrazos de oso y sus arranques mimosos, antes de que la adolescencia que asoma se los lleve.
    También echo de menos tener más tiempo, siempre escaso, para hablar y que me cuenten y contarles, y me siento culpable de llegar a la noche tan cansada que a lo mejor no presto atención a pequeñas cosas que para ellos pueden ser importantes.
    Y también me declaro víctima de las prisas, de la logística diaria, del "acuérdate de...", "mamá no encuentro..." y demás coletillas del día a día.

    Así que, muchas gracias, Ro, me has animado a pararme y reflexionar, y he decidido prestar más atención al tiempo que paso con mis hijos, para disfrutarlo y recordarlo ;)

    Besinos

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    1. Yo también reflexiono para eso, para pararme un poco a pensar y darme cuenta de que tengo que invertir el tiempo en ellos de otra manera. A veces no se puede, pero un poquito sí.

      Besos.

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  16. Hola Ro, me ha emocionado esta entrada, espero algún día tener mí familia y poder disfrutar de esos paseos, conversaciones, verlos crecer, madurar, superarse...debe ser lo más gratificante del mundo

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  17. Jo, qué ternura de entrada y qué de verdad. Si algún día soy madre me gustaría ser como tú.

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    1. Hala. No te pases. Si un día eres madre, con esa sensibilidad que tienes, serán una gran madre.

      Besos.

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  18. Esta entrada me ha emocionado, y es que, como sabes, yo también tengo dos niños, y me veo en unos años así. Me da mucha pena que crezcan, sobretodo cuando miro al pequeño y pienso que ya no voy a tener a ningún bebé más en mis brazos, pero también me encanta verles crecer y cada etapa tiene su encanto.
    Es verdad que tenemos que encontrar más tiempo "de calidad" para estar con ellos.
    Besos.

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