In my home

No soy la persona más ordenada del mundo. En realidad, soy más bien desordenada (ya está, ya lo he dicho, y me he quedado muy feliz)

Antes, hace años, no lo notaba tanto, o lo disimulaba más.

Ahora, con cuatro personas en casa, uno de ellos al menos que ha heredado de su madre ese pequeño defecto, las cosas se nos están yendo de las manos.

Pero, qué hacer con:

Juguetes y juegos de distintas edades.

Tooooooooodos los animales que hemos acumulado con los años.

ya he pensado en esto, pero llenaría la casa de tarros, y no es plan...

Patines y raquetas de tenis y pádel para todos. Además de toallas, gafas, aletas, mini-tablas de surf, los cubos, las palas,... no sigo, que me estoy poniendo mala.

Libros de cursos anteriores, cuadernos, mochilas que se quedaron viejas, más mochilas, minimochilas...

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Maletas grandes, pequeñas, medianas, bolsos, bolsas, más mochilas...

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sí, soy la loca de los bolsos.

Ropa, ropa de uno, de otro, la que me prestan, la que me regalan, la que compro, la que ya no les vale, la que aún no les vale...

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Zapatos y zapatillas (ayyyyy) de todos los tamaños, especialmente esos zapatos de una boda, que tuviste que comprar un par para cada uno de los cuatro y nunca más se supo, pero están nuevos, y no les has podido dar a nadie, pero ¿cómo los vas a tirar?

ninguno con tacones como éstos...

Manteles. Sí, manteles. Tengo una madre que, en cuanto ve en un mercadillo una tela horrorosa, me hace un mantel con ella, me lo trae como el mejor regalo del mundo, a pesar de que comemos siempre en la cocina con un hule y no un mantel. Tengo decenas (sí, decenas) de manteles con distintos motivos: navideños, de flores, de cuadros, abstractos, modernos, retro... He empezado a llevar uno en el coche por si, y dos van a la piscina para nuestras barbacoas de verano, pero lavan tan bien que no puedo tirarlos...

Libros (estos por centenas) que he acumulado a lo largo de los años, que ocupan las estanterías en doble fila y que no quiero dar ni regalar ni vender...

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Sección libros de cocina: necesita mención aparte por lo voluminosos que son, y que siempre tengo alguno a mano, en la mesilla, en la cocina, en el salón,... leyendo recetas que quiero probar.

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Adornos: jarrones, portarretratos, figuras, velas, macetas, cajas,... Sí, me dan ganas de tirarlos todos, todos, y volver a empezar.

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La plata. Sí, no os riáis, es algo que me mata. Tengo un montón de cosas de plata que me han regalado desde mi boda en adelante: espejos, portarretratos, figuras con peana de plata, cubiertos de plata para todos... Lo odio con todas mis fuerzas, tengo una caja en el trastero llena de plata, y más cosas que no puedo guardar. ¿Qué hago con ello?

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Colecciones de mi chico: relojes, miniaturas de motos, vasos de chupito, frascos de colonia, monedas, sellos,...

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Mis aficiones y sus materiales: fieltro, lanas, telas, el project life, la pintura en camisetas, el reciclaje de papel, el dibujo, las fotos... Y no me quiero meter en la cocina (no, no hablaré de cacharros de cocina)

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¿Qué hago? Lo sé, lo sé, necesito una casa más grande...