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Recuerdo perfectamente lo que estaba haciendo cuando me enteré de las primeras noticias del 11M.
Era muy pronto por la mañana. Subí al coche para ir a trabajar. Movía el coche cada mañana hasta un lugar de encuentro donde quedábamos todos los profes que viajábamos juntos.
Al montar en el coche se encendió la radio, y empecé a oir retazos de noticias, confusión.
Llegué al lugar donde tenían que recogerme, subí al coche de un compañero. Recuerdo quienes íbamos en ese coche. Le dije: Pon la radio.
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Toda la mañana, en el instituto, tuvimos la radio puesta en la sala de profesores, estuvimos con el corazón en un vilo, sin poder trabajar, y cada noticia que llegaba era peor que la anterior.
Fue un día terrible para todos, así, desde muy lejos. No he visto imágenes de entonces, y no quiero hacerlo ahora, diez años después. No me puedo imaginar nada más porque tengo demasiada imaginación y no quiero.
¿Recordáis dónde estabais cuando sucedió?
Desde luego, aunque hace mucho que no vivo allí, es mi barrio, mi ciudad y recuerdo la angustia de nos saber nada de mi mejor amiga que cogía y coge el tren en la estación del Pozo, hay días que no se olvidan.
ResponderEliminarBuen martes y un beso
Yo estaba en el instituto en 3º de ESO. Nos contó la noticia la profesora de inglés. Cuando llegué a casa y ví el tren y todo, tuve claro quien era y no me equivoqué. 6 días después de aquello yo estaba en Madrid por primera vez y ví el tren cubierto por una lona blanca...
ResponderEliminarDebí salir de casa, para ir andando hasta la estación de cercanías, justo en el momento de la explosión. Al llegar a la estación nos dijeron que el tren estaba cerrado. Una bomba en Atocha. Que subiéramos al metro sur. El largo camino, la avalancha de gente que fue subiendo al metro, las noticias de los que llevaban radio...1, 5, 10...muertos. Al llegar a Alonso Martínez, la subida por las escaleras del metro en marea humana, el silencio de la calle... En esa escalera ya eran 50 y cuatro trenes, en diferentes lugares, ya se decía no es lo de siempre, esta vez no. Al llegar a la oficina los abrazos de los compañeros, el llamar a casa para decir que estaba bien. Comencé a llorar cuando puede hablar con una amiga que vivía en Santa Eugenia y me dijo que ella estaba bien, pero que había visto autobuses de EMT llenos de heridos camino a los hospitales y que los niños de su cole -al lado de la estación- estaban muy asustados. Dos ellos perdieron a sus padres...Recuerdo el día que volví a Atocha y las semanas que aún hubo flores y velas en los andenes...
ResponderEliminarYo estaba estudiando en Badajoz, recién levantada para ir a la universidad y super contenta porque cumplía 25 años...me llamó mi hermano a las 8 de la mañana y fue lo primero que me dijo...fue un mazazo...el resto de llamadas mezclaban felicitaciones con "has visto lo que ha pasado"...recuerdo también la agustia de una amiga porque su novio vivía en Madrid, no era su tren ni su recorrido, pero no podía localizarlo porque las líneas estaban caídas...
ResponderEliminarDesde entonces mi cumpleaños es siempre agridulce :( pero soy muy afortunada porque nadie de mi entorno se vio afectado...para muchas familias, este día es simplemente agrio :((((
Felicidades Ursulinska, hay que recordar las cosas buenas que tiene la vida
EliminarYo estaba en el instituto, aunque recuerdo retazos, pero no muchos detalles. Empezaron las clases y nosotros -los alumnos- no sabíamos nada. Y no sé si los profesores, la verdad, el caso es que no lo dijeron. Quizá porque era todo tan confuso que no querían provocar revuelo sin saber qué había pasado. Más tarde, cerca de las 10 o así un profesor -no recuerdo quién- fue recorriendo las clases y diciendo que había habido un atentado muy grande en Madrid, en los trenes. Que no se sabía a ciencia cierta cuantos, pero que había muchos muertos y heridos. Nos lo tomamos como pueden tomárselo unos chavales de 15/16 años: nos inquietamos pero creo que no comprendimos del todo lo que pasaba.
ResponderEliminarYo no supe nada más hasta que llegué a casa, a las 3 de la tarde, y empezaron los informativos.
Me acuerdo más del día siguiente en el instituto. De nerviosismo, la tristeza y la seriedad de los profesores.
Clase de Anatomía Patológica. Hacia mitad de la clase empezaron a vibrar móviles. Oíamos sirenas. El profesor sólo paró para decir algo sobre los que habían hecho eso, no lo recuerdo. Salimos de clase, me cambié y subí a la planta de Interna, donde estaba rotando, los pacientes menos graves pedían el alta voluntaria para dejar sus camas libres. Papeleo. Los de 3º nos sentíamos inútiles, los de cursos superiores bajaron a urgencias a intentar echar una mano. "Afortunadamente" a mi hospital llegaron "sólo" unos 80 heridos. Al final, los de tercero nos encargamos de "organizar" las donaciones de sangre. Nunca olvidaré el pasillo de la 1ra Sur lleno de gente haciendo cola. Tuvimos que pedir que se fueran a casa y volvieran en los días siguientes para donar. Hasta media tarde no conseguí localizar a una amiga que vivía en Santa Eugenia, se había dormido y perdió el tren.
ResponderEliminarMe acuerdo perfectamente de lo que estaba haciendo..y de mis sentimientos...
ResponderEliminar...pensaba que era un mal sueño..que eso no podía estar ocurriendo..
Hola Ro, estaba en casa, por aquel entonces en París y esa mañana no tenía clase así que la pasé pegada a internet y al teléfono con mi madre que ese día libraba y salió corriendo a dar sangre al hospital de Móstoles. Al vivir en las afueras de Madrid, la RENFE y la estación de Atocha han formado siempre parte del día a día de mi madre y mi hermano que cogían el tren para ir a trabajar y a la facultad, y de mi vida también hasta que me vine a Francia, así que el susto y el miedo fueron muy grandes.
ResponderEliminarEscribí un email a todos los compañeros de clase que tenía ese curso, mi franchute que estudió conmigo ese año y con quien todavía no salía aún lo recuerda, le sorprendió que me dirigiera a todos contando el estado de shock que aquello suponía para los españoles.
Claro que me acuerdo. Malas noticias, y cada vez que actualizaban peores. Y eso que ni me "rozó".
ResponderEliminarEstaba preparando las oposiciones y ese día tenía que ir a Madrid a la academia. Fue el único día que me quedé dormida y perdí el tren que tenía que llegar a la misma hora que pasó todo. Recuerdo que me despertó el teléfono. Era mi jefe preguntándome si estaba bien. Me contó lo que había pasado. Trabajábamos en Cruz Roja y me dijo que se iba a mandar un dispositivo desde la ciudad donde vivíamos hasta Madrid para ayudar. Me fui con ellos. Estuve atendiendo a las llamadas de teléfono que hacían los familiares para indicarles si la persona por la que preguntaban aparecía en las listas y en qué lugar se encontraban. No pude dormir en mucho tiempo. Desde entonces, no ha habido ningún 10 de marzo que me despierte por la noche recordando todo, presintiendo que al día siguiente será un día en que me será imposible volver a revivir aquellas llamadas.
ResponderEliminarRecuerdo todo. Donde estaba. A quien llame. Quien no me cogía el teléfono. Y que personas de mi entorno más cercano podrían estar allí
ResponderEliminarCreo que son demasiados años para seguir recordándolo. Que dejen descansar a los muertos y a su familia; por muchos actos conmemorativos, nadie les va a devolver a sus seres queridos
A nadie se nos ha olvidado. Y no se nos olvidará. Eso seguro. Pero es verdad que hay que mirar hacia delante, y hoy toca eso, mirar hacia el futuro.
ResponderEliminarBesos a todos.
Yo estaba en clase, en tercero de la ESO. Recuerdo que discutí con un compañero porque decía que, cuanto más lejanas eran las cosas, menos nos afectaban. Que si no tiene relación directa con nosotros o nuestro entorno, no duele.
ResponderEliminarCreo que el desprecio Cataluña - Madrid/España hace mucho daño, sinceramente. Sin contar lo desalmado que puede llegar a ser un individuo.
Yo estaba en Madrid por trabajo. Aquella misma mañana volvía para mi ciudad, por una confusión de horarios, perdí ese tren... Divina providencia.
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