Al borde

No de un ataque de nervios, sino del colapso por cansancio. No soy yo sola, supongo que todos los profes estamos a estas alturas en el mismo estado de shock.

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Actualizo sólo para deciros que mi lista de cosas por hacer está casi completamente terminada. Faltan informes, la carrera solidaria del martes, el taller del miércoles... y creo que nada más.

- Terminé de corregir trabajos, exámenes, cuadernos y todo, todo y todo.

- Hice las medias (arduo trabajo para mí, que soy muy de letras, y los números se me atraviesan) y puse notas.

- Preparé las bases para el nuevo concurso de relatos.

- Fui a la radio y grabé el dichoso programa que me traía por la calle de la amargura, de los nervios y medio desquiciada.

-Grabé a mis alumnos haciendo el mono (no un Harlem shake, aunque casi se lo he prometido, para la próxima). Digo haciendo el mono porque no puedo llamar recitar poesía a lo que han hecho. Les adoro, me he reído como en mi vida, y hay más tomas falsas que de las buenas. Ya veremos lo que sale de esto. Os seguiré informando.

- Evaluamos, evaluamos y evaluamos. Evaluamos tanto que hubo dos momentos clave.

1. Cuando una tutora, no os diré cual, se puso a defender a sus alumnos a capa y espada y se puso incluso un poquito más nerviosa de la cuenta con las críticas de los profesores a chicos que verdaderamente lo tienen difícil en la vida. Entonces la psicóloga, que ya va conociendo a dicha tutora, dijo: no llores, mujer, que te estoy viendo las ganas. Y la tutora dijo: pues mira, voy a llorar un poco a ver si me aprobáis a estos dos chicos (unos enchufados) porque necesitan que algo les vaya bien en la vida y lo están intentando.

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2. Era tan tarde que ya no sabíamos ni lo que estábamos haciendo, y la gente a última hora se pone a desvariar, y a decir chorradas, nos pasa como a los niños cuando están muy pasaditos de vueltas por el cansancio y no dicen más que tonterías. Así que al final me tuve que levantar y, así, un poco disimuladamente, darle un abrazo de los buenos a mi jefe de estudios, que es un tío genial pero se estaba poniendo malo malísimo, y de mala leche, y nunca le había visto así.

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Me voy corriendo a comprar los materiales para mi curso de broches de fieltro. Por cierto, ¿qué no entenderán los alumnos cuando se dice taller de broches de fieltro? Se me han apuntado dos chicos de un ciclo de FP de carrocería de vehículos. ¿Será la palabra taller? Así que ya estoy buscando un diseño de broche adecuado para que lo luzcan en la solapa del mono azul de trabajo.