martes, 28 de agosto de 2012

Privilegios

Oigo por todas partes que, en los tiempos que corren, los funcionarios somos unos privilegiados.

Y sé, todos sabemos, que se refieren a tener trabajo y un sueldo a pesar de la crisis, del paro y demás.




Pero el caso es que yo nunca me he sentido nada privilegiada por mi trabajo.

No quiero hablar de los demás, pero puedo contaros algunas cosas de mis privilegios.

Cuando me casé, muy muy joven, hace ya una eternidad, volví del viaje de novios con los temarios de mi oposición debajo del brazo para ponerme a estudiar inmediatamente. Y así lo hice. Pasé ese año metida en bibliotecas, estudiando entre ocho y diez horas diarias, descansando sólo un día  a la semana. Un amigo de mi chico (lo tengo clavado y no se lo perdono) me decía insistentemente que una vez casada no iba a estudiar ni a sacar oposiciones.


Llegué a los exámenes y suspendí el oral, el último.

Entonces empecé a trabajar, a hacer sustituciones, a ir y a venir.

El sistema era, y es así. Llamada de teléfono a cualquier hora de la mañana, ofreciéndote una sustitución a doscientos kilometros (por ejemplo) de donde estás y sin saber para cuanto tiempo. Dices que sí. Yo siempre he dicho que sí. Te vas hasta el culo del mundo, firmas un  contrato, llegas al instituto extenuada y te ponen unos libros en la mano y te colocan delante de una treintena de chicos, hala, a trabajar.

Eso, en mi caso, ha durado 10 años y seis oposiciones, seis puñeteras veces que me he preparado para mis exámenes y cinco de ellas no he conseguido sacarlas. A la sexta aprobé, que ya era hora.

Cuando nació mi hijo mayor, sólo cogí dos meses del permiso maternal porque no podía permitirme perder, no el dinero, sino los puntos que se consiguen trabajando y sin los cuales no te llaman para seguir trabajando.



Cuando era un bebé de poquitos meses, me hacía doscientos kilómetros diarios para ir a trabajar después de pasar las noches, una tras otra, en blanco con el niño más llorón del mundo y del universo, sola, porque mi chico vivía a cien kilómetros pero en otra dirección. Y después, por la tarde, me ponía a estudiar, porque ese año tocaban oposiciones. Recuerdo poner una mano sobre la cuna del niño y acunarle mientras con la otra sujetaba los apuntes (normalmente conseguía dormirme yo antes que él).


Después de diez años de interina, saco las oposiciones (por fin) y me ponen el primer año de practicas, me da la risa, después de los años que llevo, me ponen la L en la espalda.



Y, por si fuera poco, acabas las prácticas y toca esperar a que te den destino. Mi comunidad es muy grande, así que el destino podía ser cualquier sitio, más cerca o más lejos.

He tenido la suerte de que ha sido más cerca, de que no tengo que mudarme ni nada de eso. Me han dado destino por fin, y sólo está a unos cuantos (bastantes tirando a muchos) kilómetros de mi casa.

No me quejo, estoy contentísima. Y además voy con mucha ilusión. Pero tengo que explicar aquí que viajaré una hora por la mañana y otra a mediodía, en coche, para ir y volver a mi puesto de trabajo, pasando un puerto de montaña de por medio.

Y todo ello cobrando cada día menos y trabajando cada día más.

Me sigo preguntando dónde están mis privilegios.

43 comentarios:

  1. Yo siempre digo lo mismo, si es tan fácil y además tenemos tanta suerte, animo a todo el mundo a que se prepare unas oposiciones..... en fin, a alguien hay que demonizar.....

    B*

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    1. Sí, tienen que echar la culpa a los funcionarios de los errores que no hemos cometido.

      Besos.

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    2. No soy de ñas que digo que sea fácil, y de verdad lo siento por los que valen, hacen bien su trabajo y no son rencompensados justamente, lo que pasa es que hay muchos que no valen y que tienen mucho morro.

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  2. Yo a estas alturas ya ni contesto cuando oigo esos comentarios.
    Pero hasta hace no mucho intentaba explicarles que a mi me había costado mucho esfuerzo, y que cualquiera pudo haber hecho los examenes a mi lado...
    Eso si, me ponen de una mala leche que no veas.
    De hecho, yo ni siquiera me fui de viaje de novios. Me casé un 7 de septiembre y el 21 estaba haciendo el 2º examen de una oposición (que por cierto, aprobé sin plaza. Fue la que me dió los puntos para entrar como interina). Pero de eso solo nos acordamos mi marido y yo.
    En fin, es cierto lo que expones. Pero opinar sin saber, y poner a caldo al funcinario parece el nuevo deporte nacional.

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    1. Lo de aprobar sin plaza a mí me ha pasado dos veces. Y con eso también conseguí puntos para ser interina y ponerme a trabajar. Llevo muchas provincias, dieciséis institutos y muchos pueblos y ciudades recorridas para trabajar, con muchísimo esfuerzo. Nadie me ha regalado nada. Es más, me ha costado mucho trabajo todo lo que he conseguido. A mí, y a mi familia.

      En fin, creo que sólo nos entendemos entre nosotros...

      Besos.

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  3. Siempre me sorprende que la gente diga eso de qué suerte tienes (antes) o qué privilegiado (ahora). ¡Pero si es una convocatoria pública y se puede presentar cualquiera! Si de verdad lo ven tan bueno, no entiendo por qué no lo intentan.

    A mí verdaderamente no me costó mucho, también es cierto que no soy nada victimista y que siempre lo cuento todo como si no hubiese tenido que hacer nada, pero me gustaría saber cuánta gente se atrevería a irse a Melilla con una mano delante y otra detrás sólo porque es imposible acceder a las bolsas de interinos de más cerca. Como había aprobado el primer examen, tenía 5 puntos muy importantes para cualquier bolsa, pero en Aragón llevaban años sin abrir la bolsa y metiendo a gente del inem sin los requisitos. Viéndolo tan negro, me apunté a todo lo que salió, y el destino me llevó a Melilla. Me llamaron un viernes mientras yo entraba al último trabajo temporalísimo que tenía, entré, me despedí, y el lunes estaba en Melilla, sin saber para cuánto tiempo. Fue muy emocionante pero sé que casi nadie lo haría. Gracias a hacer eso, aprendí mucho del trabajo, y gracias a ello, aprobé.

    No me quejo, pero no me sobra nada.

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    1. Yo tampoco me quejo de nada. Y lo he pasado mal por esos pueblos de dios, no creas, pero era lo que quería y mi trabajo me costó. No quiero que la gente me diga eso de que tengo suerte. Me la he currado.

      Besos.

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  4. Lo peor es que mi marido se estaba preparando para unas oposiciones y D. Mariano, ha cerrado toda oportunidad para que salgan plazas....osea llevaba tres años estudiando después de venir de trabajar 9 horas diarias, para nada....pero eso si, vivimos por encima de nuestras posibilidades....y toda la culpa es de los funcionarios. En fin.

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    1. Qué me vas. Contar. Mucha gente que me importa está en la misma situación, sin posibilidad siquiera de presentarse a los exámenes e intentarlo.

      Besos.

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  5. Que te voy a contar,Ro...en sitaciones similarísimas a las tuyas estoy y es así como lo cuentas, veces parece que tienes que justificarte por ser una privilegiada.Lo que pasa es que esos privilegios no entendemos cuales son.Funcionarios somos médicos,bomberos,maestros...y estamos trabajando,sí,pero en unas condiciones complicadísimas.BESOS,Ro!

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    1. Mi marido también es funcionario, de otro ramo completamente distinto al mío, y sus condiciones laborales han empeorado más incluso. Entre los dos, cada vez ganamos menos, trabajamos más y vemos que además la gente nos dice que como somos los dos funcionarios... Vosotros sí que podéis...

      Besos.

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  6. Yo creo que no es facil sacarse unas oposiciones, estudiar requiere grandes esfuerzos y renunciar a muchas cosas para conseguir algo.
    Es duro, es cierto, pero creo que la gente cuando se refiere a beneficios se refiere a la sanidad, a las desgravaciones por compra de gafas, etc, a esas cosas, que otros trabajadores no tienen,

    Pero por contra, en el sector privado esta el beneficio del sueldo, del libre mercado.

    YO pertenezco a este ultimo alsector privado, no considero que el que no tengais paro, sea un beneficio, y creo que cada sector tiene sus pros y sus contras. Pero yo tengo mi teoria con los funcionarios y es la siguiente.

    Estoy segurisima, supersegura de que la fama de vagos no es cierta, hay mucha gente muy buena que trabaja, y que trabaja duro y mucho, pero un pequeño sector funcionarial que es vago hasta la medula, revago a mas no poder, y son como manzanitas podridas, y contaniman al resto, y para que esto no ocurra, a muchos los ponen de cara atencion al cliente. Lo que fomenta esa mala imagen.

    Y para evitar suspicacias te dire en las anecdotas que me baso.

    Trafico, voy a pagar una multa y el de la ventanilla de caja me dice que espere un momento, (esta superentretenido con unas tijeras recortando a una modelo de una revista) Cuando acaba de cortar tres me atiende.

    Hacienda, pago parte de unos impuestos y pido aplazamiento del resto, me llama un señor y me dice que el proximo dia no page nada, que asi tiene que trabajar el doble haciendo dos expedientes en vez de uno.

    Juzgados: Llamo para informarme sobre el estado de un embargo. Me dicen, que llame mas adelante, que ahora esta muy liada y le cuesta mucho trabajo tener que empezar a buscar un expediente. Que siga reteniendo y que si me paso ya se lo devolveran al trabajador.

    Y por ultimo, Padrón: VOy a empadronarme y se dejan el guion de mi apellido, les digo que va con guion y me constentan, que es que es una mierda estos apellidos y que luego resulta un coñazo ponerse a buscar a pellidos compuestos .

    Obviamente, esto no es representativo, por eso estoy segura que estos cuatro negados, son los que me atienden, mientras que el resto de la gente trabaja efectivamente. Y como no los pueden echar, que atie3ndan al publico.

    Jejeje, fuera la chapa que te he metido, creo c<omo he dicho al principio, cada sector tiene sus más y sus menos, QUien se queja del sector contrario, igual es que se equivoco al elegir el que tiene.

    Besos guapa y perdon por la chapa.

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    1. Claro, Scarlata, malos trabajadores hay en todas partes. En lo mío, por ejemplo, todos podemos poner ejemplos de buenos y malos profes que hemos tenido. Cuando uno trabaja con personas, y no con papeles, se nota más. Pero es que siempre el sector privado nos ha pasado por las narices sus sueldos, muy superiores en la misma categoría, y ahora parece que todo el mundo se legre de nuestras bajadas de sueldo y precariedad laboral, como si fuéramos los culpables de la crisis.

      Besos.

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    2. Yo creo que en la administración sí hay vagos e incompetentes, pero es que de esos hay a patadas EN LA ESPECIE HUMANA. No sé cuál es el problema, pero parece que sólo tiene uno problemas con la atención al público en la administración, y yo más bien creo que es en todas partes...

      Si voy al dentista, (para lo que tengo que llamar una semana antes y pedir hora, ojo!), tengo que esperar cuarenta minutos a que me atiendan y a todos nos parece normal. Nadie me pide disculpas, por supuesto.

      Voy a la peluquería y nuuuuunca me cogen a mi hora, porque es así y punto. Supongo que es un problema de organización, pero nadie les llama incompetentes por eso.

      Voy al Macdonalds y la chica que pone el café habla con el de al lado relajadamente sobre lo que le da la gana y no se da cuenta de que tengo prisa y por eso estoy comiendo allí. Me crispo.

      Si voy a comprar al súper, también me pasa. Siempre me cambio de caja porque la cajera parece tonta y se tira tres horas para meter el código de no sé qué, y encima se le ha olvidado poner el descuento a determinado producto y vuelta a empezar. Pero por la ley de Murphy de los supermercados, resulta que mi nueva caja va todavía más lenta.

      No hablemos de cuando llamo a Movistar y me pregunto por qué no habrá un tiroteo a la americana en todos los callcenters, porque para lo que te solucionan...

      Total. Que es un problema que va más allá de la administración y parecemos no darnos cuenta.

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    3. ajjj me saca de quicio la gente que se pone a hablar mientras te atiende... eso es educacion.

      Y lo de tener eseprando en el destinsta.. superirrespetuoso.

      Pero es que ya no hay civismo... ni buen servicio.

      Para ejemplo las tiendas, ya no te atienden.. te sirves es como un self service pero de ropa.

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    4. Estoy de acuerdo. La educación brilla por su ausencia. La culpa la tienen los profesores!!!

      Besos.

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    5. No se vosotras, pero en la medida de las posibilidades cuando en una empresa privada me maltratan o veo que un trabajador es incompetente o bien pong reclamación o no vuelvo a comprar/usar sus servicios.

      Pero en la administración publica estamos indefensos, me parece vergonzoso que no existan mejores controles para que no haya tanto vago que ademas no se cortan un pelo, cuando viven de miedo gracias al resto de tontos que. Pagamos su poco o mucho sueldo.

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  7. Ese sistema tiene que cambiar, no sé cómo, pero tiene que cambiar. Yo creo que a veces el problema es que cuando el funcionario llega por fin a su plaza, ha vagado por tantas provincias, tantos puestos, tanta inseguridad e incertidumbre en cuanto a destinos y contratos durante tantos años... que entonces se acomoda y considera que ya puede "descansar" y "despreocuparse" porque por fin tiene su merecida plaza fija. Aunque me parece que tal y como están las cosas hoy día... poco acomodo va a haber para nadie, porque la carga de trabajo es mayor cada vez y las condiciones van empeorando...
    ¡¡Ánimo para el próximo curso!!

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    1. Empiezo el curso muy animada y con ganas. Hasta ahora siempre ha sido así, no sé si con los años eso cambiará. Espero que no, porque si pierdo la ilusión en lo que hago, no sé...

      Besos.

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    2. Eso va en la persona. He trabajado con vagos de treinta años y con gente súper trabajadora de sesenta. Hay interinos que cuando les van a cesar se relajan y dicen "para lo que me queda...", pero he visto muchos más que echan un montón de horas antes de cesar para dejar la mesa limpia (el trabajo al día).

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    3. Me pasa lo mismo que Anita dice. Tengo compañeros malos trabajadores y vagos con menos de 30 años, y algunos que se jubilan en breve y siempre organizando cosas. Va en la persona. Y vagos hay por todas partes, además, cada vez más.

      Besos.

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  8. Te entiendo perfectamente. Después de una carrera, un máster, medio año trabajando de becaria, otro medio en otra ciudad que no era la mía, y cuatro años en un trabajo que me absorbía el 99% de mi tiempo (el otro 1% lo dedicaba a dormir, vicios que tiene una) aún hoy tengo que oír que vaya suerte tengo con mi trabajo. La gente es muy envidiosa y muy comodona.

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    1. La mayoría de los funcionarios lo somos con un gran esfuerzo y sacrificios nuestros y de nuestras familias. Los demás eso no lo ven. Pero no es que me importe, realmente.

      Besos.

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  9. Desde luego, es infinitamente más fácil y cómodo decir " has tenido suerte, no te puedes quejar" que reconocer el esfuerzo y tesón para poder lograr tus objetivos. Yo también fui opositora, aprobé sin plaza...pero soy impaciente y ahora me doy cuenta que tal vez debí no desistir tan pronto. En fin; de todas formas, las decisiones que se han tomado en el pasado su razón tenían entonces, aunque ahora no la veamos así. He optado por ser mi propia jefa, y no me quejo en absoluto...pero sí que a veces añoro la seguridad laboral que tendría de haber sido más constante y dejarme las pestañas. Un abrazo a todos los que, aún siendo funcionarios, hacen bien su trabajo, que los hay, y muchos! (modo irónico ON, no se me enfade nadie). Besitos!!

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    1. Te entiendo. Yo estuve a punto de tirar la toalla muchas veces, la suerte que tuve es que no me faltaba trabajo de interina, y por eso seguí intentandolo. En fin, las decisiones que tomamos en un momento nos condicionan la vida.

      A veces también me gustaría ser mi propia jefa, de verdad...

      Besos.

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  10. Joder!!que injusticia!!después de diez años de interina te ponen en prácticas???!!bahhh!!españa es lo peor, y tienen que ser muy duras las oposiciones , jolín, y separada de tu chico buff...pero también he de decir que el trabajo de profesor es duro,hay muuuuucho que aguantar y mucho que que hacer... estar detrás de un mostrador 4 horas por la mañana con 1 hora de descanso no tanto...que su esfuerzo les costaría conseguir ese puesto, no digo que no.Pero en general tienen una pachooorra. En la administración hay mucho borrego...pero tampoco se puede generalizar borregos hay en todas partes!!!!somos españa!!!donde se trabaja con poca gana y con cara de mala hostía casi SIEMPRE!!es raro el día qu no te topes con alguien así. Llegué de Nueva york encantada. Todo el mundo te desea los buenos días, y te dice hola con una sonrisa de oreja a oreja. Aquí los hay por supuesto pero no son los más...bueno me salí un poco de tema, lo siento.

    besines

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    1. No sabes cómo te envidio, por lo de Nueva york, es que tengo tantas ganas de ir... Pero, otra desventaja de mi trabajo es que no puedo coger vacaciones cuando todo está más barato, y tengo que ir a todas partes en temporada alta. Y la economía familiar no está para muchos trotes.

      Besos.

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    2. Ya...nosotros tardaremos en volver también, porque como bien dices no está la cosa para muchos trotes...y es verdad tienes que ir sí o sí en temporada alta, si que es coñazo...

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  11. Por cierto no quiero ser pesada, pero te he dado un premio en mi blog...

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    1. Lo he visto, Marlén. Mañana tocan los agradecimientos y demás.

      Besos.

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  12. Ro, me ha encantado tu post.Es lo de siempre, hablamos muchas veces por hablar, y sin saber lo que decimos. Ya era hora de que alguien pusiera las cosas claras:)
    Un beso

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  13. Típico, hablamos sin saber....
    Yo siempre que escucho este tipo de comentarios digo siempre lo mismo.
    "Si tan "bien" viven y tan fácil es, sacaros las oposiciones"
    Yo hice las prácticas para sacarme en CAP y durante el tiempo que estuve en el instituto, una de las semanas la dediqué por completo a dar clases y de fácil no tiene nada, preparar las clases, documentación, en mi caso, fotos y fotos, porque daba las clases de Historia del Arte.
    En fin, que es muy fácil hablar sin saber y en este país somos expertos.

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    1. Cada uno tiene su propia historia, como funcionario o no, luchando por lo que quiere. Yo quería ser profe y lo he conseguido. Pero que no me llamen privilegiada por eso.

      Besos.

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  14. Sabes... yo si te envidio. A mi me da igual que seas funcionaria. Yo te envidio pq trabajas en lo que te gusta, te envidio pq cuando miras hacia atrás ves toda esa lucha y ves todos esos años de duro sacrificio puedes volver la cabeza y sonreir pq lo has conseguido. Tu Ro, lo has conseguido. Has conseguido ganar era carrera de fondo que son unas oposiciones, una carrera que ha sido dura, y has ido poco a poco y durante muchos años. Yo si te envidio a TI Ro, a la Ro Brave pelirroja, no la funcionaria, a la guerrera.
    ... ya ves... soy una envidiosilla ;P
    Si pasas por mi blog te doy una flecha para tu arco ;)

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    1. Como siempre, me encanta lo que dices. La lucha ha sido muy dura. Y saqué mi plaza con dos peques de tres y siete años, peleando mucho y trabajando mientras estudiaba. Pero es lo que hacemos una parte importante de la gente. Luchar por lo que queremos, sea lo que sea.

      He visto que me has dado una flecha para mi arco, aunque la verdad es que ando fatal de puntería. Jajaja.

      Besos.

      Oye, iba a pedir mi agenda Moleskine y aprovechar para coger una black de las que nos enseñaste. No he hecho el pedido porque no la veo por ningún sitio.

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  15. Suscribo todo lo que dices, tu historia es la mía. Me subleva oír lo de los privilegios y la suerte de seguir trabajando, porque me lo suelen decir personas que han estado años trabajando lo justo para cobrar el paro, o saltando de un trabajo a otro por no aguantar ninguno, o alguna que dejó de trabajar porque quiso para estar más tranquiliza en su casa con sus niños. Hay algún afortunado/ a por ahí que aprobó a la primera y se quedó de primer destino al lado de su casa, pero a la inmensa mayoría nos ha costado años y sacrificios sin fin llegar a esta estabilidad, un camino espinoso pero abierto a todo el que lo quiera emprender, por lo menos hasta ahora, que con tanto recorte vamos a ver hasta cuando no ofertan plazas. Besos desde el sur.

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    1. Me siento comprendida hoy. Muy comprendida. El trabajo, el esfuerzo,... no quiero que nadie me los reconozca, pero tampoco que me echen en cara lo que he conseguido, poco o mucho, creo que me lo merezco.

      Besos.

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  16. Hace tiempo leí, no recuerdo dónde, que en cierta ocasión una historia de un pianista que deleitaba con su música a un grupo de personas. Una mujer, cuando terminó el concierto, se acercó a decirle que le admiraba y que le envidiaba. Y el pianista le dijo que no le envidiaba a él, que ella envidia sus éxitos actuales, su forma de tocar en ese momento. Pero que no le envidiaba a él,no. Porque él habia pasado muchos años de esfuerzo, mucho sufrimiento e incomprensión. No le envidiaba por haber tenido que pasar hambre para poder comprarse un piano, ni por haber dejado de lado su vida personal y a la persona que amaba por hacer una gira de mala muerte en antros de mala muerte. Usted envidia lo que ha visto ahora, pero no a mi, le dijo. Usted quiere el fruto, el éxito, la admiración. Pero dudo que envidie el esfuerzo y el sacrificio por el que hay que pasar inevitablemente para llegar hasta aquí.

    Con los funcionarios creo que pasa un poco lo mismo. Nadie, excepto los íntimos, están a nuestro lado durante el proceso viendo el sacrificio y el esfuerzo. Los demás se enteran cuando ya hemos llegado a la meta. Cuadno ya lo hemos conseguido. Y como el tiempo es algo subjetivo, lo que a nosotros nos ha llevado años, los demás lo ven como segundos.

    Ahora mismo yo tengo la sensación de que además hay una campaña de acoso y derribo a los profesores. Que se están cebando un poco demasiado con nosotros. Que está pasando? A vceces creo que es por pura envidia o un trauma del ministro que no soporta que tengamos (bueno yo solo he currado 5 dias) más vacaciones que él. ;-))
    Quizá seas privilegiada, pero por eso peleaste y luchaste. Así que... ¡¡¡habrá que seguir peleando!! Ánimos y besos!!!

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    1. Mi mayor privilegio es dedicarme a algo que me gusta y me llena. Eso lo tengo claro, pero nadie tiene por qué envidiarme ni odiarme por algo que me ha costado tanto...

      Besos.

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  17. Bueno, llego algo tarde, pero tengo que dejar yo también mi testimonio, je,je...

    Terminé una carrera en julio y en octubre estaba trabajando para un gran banco. Y después de que se llevara lo mejor de mi juventud mientras trabajaba doce horas diarias durante cinco años y medio, me fui de excedencia y sin cobrar nada, claro está, y viviendo de mis ahorros, estudié para unas oposiciones y terminé otra carrera mientras me seguía presentando para todo lo que salía. Cuando aprobé por fin, tomé posesión de mi plaza con la mayor ilusión del mundo y con muchísimas ganas de trabajar. Sé que en todos sitios cuecen habas, pero sufrí mucho al ver que intentaron explotarme de igual manera (culpa mía) que cuando estaba en la privada, en la que por lo menos, me pagaban incentivos y podía ascender sin examinarme cada vez. Tuve que frenar mi ritmo de trabajo y acomodarme a la nueva situación, no por frescura, sino porque al final acababa haciendo mi trabajo y el del de al lado. Esta gente (los jefes, los de arriba) no terminan de entender que un funcionario es un trabajador y que tiene que cumplir su horario y sus obligaciones, tenga la capacidad que tenga. Siempre nos referimos al funcionario como un vago, que atiende mal, que no cumple...Yo trabajé durante años en registro e información y escuché todo tipo de quejas hacia procedimientos o funcionarios y sólo una vez, una persona puso una reclamación y eso que muchas veces, hasta yo misma les animaba. Otro gallo me hubiera cantado si más gente se hubiese quejado. Las cosas, en mi organismo, habrían cambiado. Y que sepan que sí, hay casos de acoso laboral, de desprecio absoluto a personas que por problemas de salud han tenido que coger bajas y que al volver, se les castiga, se les arrima, hasta que se convierten en personas absolutamente grises.

    Yo no permito que nadie me atienda mal, ni en una cafetería, ni en una administración. Creo que nadie debería permitirlo.

    Besos a todos.

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    1. Tienes razón. En la pública y en la privada hy de todo. He hecho muchas cosas que no me orares pondrían por buena voluntad y desconocimiento. Y luego uno va espabilando.

      Besos.

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