Libros en agosto

El mes de agosto no ha sido tan lector como suele serlo, y sé que, como siempre me sucede, en septiembre voy bajo mínimos con las lecturas, porque tengo mucho trabajo por delante. Pero no pasa nada. Ahora mismo estoy muy enganchada a un libro del que ya os hablaré en septiembre, y llevo un ritmo muy lento porque también estoy con un libro viajero que no tardará en salir.

Empecé el mes con tres libros pendientes. El primero de ellos fue la novela de Laura Ferrero Qué vas a hacer con el resto de tu vida, una novela que disfruté mucho.

Después, y casi a la vez, he leído también Mi año de descanso y relajación, de Ottessa Moshfegh, y de la que ya os he hablado por aquí.

Después decidí darle un vistazo a la primera parte de las Crónicas de los Cazalet, y me quedé. Aún no os he contado nada de esta saga pero lo haré, porque ya estoy leyendo el segundo volumen.

Saliendo de lo que llaman "zona de confort", he leído un libro de poemas, de una escritora norteamericana: Sharon Olds. Me ha gustado mucho cómo escribe y lo que muestra, pero es de una dureza que no va conmigo. Lo bueno de estas cosas es que te sacan de lo de siempre, de lo que sueles leer, y te abren otros horizontes.

Ah, y además he leído un libro juvenil, o infantil, que me ha gustado mucho. Hoyos de Louis Sachar.

En agosto también empecé un libro viajero, leí la mitad de una novela que estoy terminando ahora y la mitad también del segundo volumen de Los Cazalet. No ha sido, como os decía, un agosto muy lector, pero me ha gustado lo que he leído, y estoy terminando varias cosas de las que hablaré por aquí en breve.