Nueva York, allá vamos

Hoy, en un ratito, salimos de viaje a Nueva York. Sí, hoy, precisamente un cuatro de julio. Y pienso tomármelo todo con mucha calma porque tenemos muchos días para verlo todo.

Quiero disfrutar de cada minuto: es lo que me he propuesto. Del viaje, del avión, de los aeropuertos, con mis libros y mis capítulos de series, de la llegada y la primera vista de la ciudad, del hotel (espero) y de los alrededores, de todo lo que nos pueda ofrecer la ciudad a la que vamos a ir en plan slow.

Ya sé que no es la ciudad más adecuada para tomárselo todo con calma, pero me refiero a que no quiero volver de vacaciones como si me hubieran apaleado. Quiero disfrutar de cada minuto, y descansar cuando me apetezca, y mejor pasarme una hora tumbada en el césped de Central Park que corriendo de un lado a otro para ver muchos museos. No sé si me entendéis el plan.

Tengo planificadas rutas para muchos de los días, pero no para todos, porque quiero que también estemos a lo que surja, sin preocuparnos mucho por la planificación. Eso con mi chico es complicado porque quiere siempre saber qué vamos a hacer a cada momento y tenerlo todo planeado le da tranquilidad. Pero me apetece dejar mucho sitio a la improvisación.

El caso es que este es uno de mis viajes más anhelados, creo que el más deseado, y voy a exprimirlo todo lo que pueda.

Hablamos a la vuelta.