Libros de abril

Empecé el mes terminando un libro del que os hablé en marzo, La puerta. Un libro que me gustó mucho y me sacó un poco del tipo de libros que suelo leer. Un verdadero acierto.

Inmediatamente me puse con nuestra querida Amelie Nothomb y su Metafísica de los tubos, que, como siempre, me alucinó.

A la vez, empecé la saga de Lorenzo Silva con el primero de los libros de la saga de Chamorro y Bevilaqua. Me gustó tanto que pensé en leer enseguida el segundo. Pero entre medias se me cruzaron unos cuantos. Por ejemplo, La historia del amor, uno de los mejores libros que he leído últimamente, creo que el mejor de este año, de momento.

También he leído un libro que tenía en mi lista desde hace mucho tiempo: El chico de las estrellas. Ya ya os conté que no me gustó demasiado.

Y un libro viajero que además estaba en mi lista de pendientes desde hace mucho y que me ha gustado bastante. Me apetecería hablaros de él pero lo haré cuando dé toda la vuelta entre las participantes, dentro de un tiempo.

Después terminé Veinticuatro horas en la vida de una mujer, un libro que me regalé en Reyes y que tan solo había empezado y dejado a un lado porque otros me apetecían más.

Y, por último, me metí en la lectura de uno de esos libros cuya portada ves por ahí, te gusta y decides que tienes que leerlo sin saber siquiera de qué va. Y ha sido un verdadero "libro de Satán" (como dice Dina). Un libro muy mal escrito, con expresiones repetidas continuamente y con una historia sin pies ni cabeza. Se supone, según he visto después, que es romántico juvenil, o juvenil romántico... bien, pues ¡madre mía! No hay por dónde cogerlo, así que ni me molestaré en hacer una pequeña reseña, porque está todo dicho. Ah, y tiene, al menos, una continuación.

Finalmente han sido este mes siete libros, y parece que he vuelto a leer algunas cosas interesantes, por lo que estoy muy animada y ya tengo empezado el siguiente (en realidad, otros dos).