jueves, 3 de mayo de 2018

12 pequeños cambios: abril

Este mes no tenía ni idea de cómo plantearlo, aunque sí ha habido algunas cosas, surgidas por casualidad, que me han servido para el reto. Pero sobre todo me ha servido para reflexionar sobre el uso que le damos a las cosas y lo que retiramos o tiramos a veces sin más, sin pensar en que podíamos haberlo aprovechado para otra cosa.



En mi instituto se repartió fruta y todos los días veía que los chavales querían sacar las cajas a la calle para tirarlas a la basura, así que me he quedado con ellas y las he reciclado para clase, para que guarden mis alumnos en ellas sus cosas el curso que viene cuando pinte y organice las clases, y otras para casa también para almacenaje. Como tengo pocos alumnos, quería que el curso que viene cada uno tuviera una caja en las estanterías para que pudiera dejar allí los materiales que estime oportuno, o libros de texto, o su libro de lectura, o lo que sea. Y algunas para dejar cosas mías, que siempre voy cargada con cajas de pinturas, rotuladores, tijeras, pegamentos...

No he querido ponerme a pintarlas porque es algo que quiero que hagan los chicos en los últimos días del curso, cuando ya estemos cansados de las clases y esté casi todo hecho. Esa última semana quiero que pintemos las paredes y que decoremos la clase para los próximos cursos.

Tengo acumuladas en mi terraza, en un almacén del cole y en mi maletero del coche un montón de cajas que en breve nos pondremos a reciclar para reutilizar.

También hay algo de lo que no me había dado cuenta pero que hago siempre: el cristal. Los tarros de cristal los reciclo todos en mi instituto, donde se hacen muchas conservas con los chavales de las clases de cocina. Y algunos tarros, los de mermelada, en mi casa se han convertido en la cristalería de diario. Y son los que más me gustan.

También he estado estos días, aprovechando que ya ha llegado la primavera, intentando ver qué uso le damos a algunas prendas de ropa que ya no nos sirven. En algunos casos la ropa del mayor pasa al pequeño, como siempre he hecho (y últimamente mucha ropa del mayor la heredo yo, sobre todo camisetas y sudaderas), y otras prendas se las doy a una amiga. Lo que está en peor estado es lo que veía con peores posibilidades de reciclado, así que he estado preparando trapos para limpiar los cristales con las camisetas viejas, como hacía mi abuela y he retirado un montón de toallas muy usadas para llevar a la protectora de animales, donde dicen que siempre les hacen falta toallas y mantas.

Creo que eso es todo. No he hecho grandes cosas en cuanto a reutilizar lo que tengo, pero sí el ejercicio de ser más consciente de las cosas que tiras o sacas de casa, y de cómo podríamos aprovechar más todos los recursos de que disponemos. Reconozco que me cuesta mucho.

4 comentarios:

  1. a mí los giros del guión de nuestra vida me han hecho dejar de lado los 12 cambios, pero me ha gustado todo lo que has podido hacer <3

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    1. Es poquita cosa. Tú lo tienes muy claro desde hace mucho tiempo.

      Besos.

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  2. Reconozco que lo del reciclaje no es lo mío, aunque con la ropa si. O la doy a quien la necesita, o a alguna amiga si le vienen bien las tallas, si no, a los contenedores de Cáritas.
    Me resulta curioso eso que dices de decorar la clase los últimos días de curso. Para mis hijos, esos suelen ser días de excursión (y aburrimiento, que no todos los días se van), aunque sea a una piscina municipal con su curso y tutor/a. Sin embargo, en la primera y segunda semana del curso, es cuando decoran la que saben que va a ser su clase, a su gusto pero bajo supervisión (como tienen optativas, todos los cursos van cambiando de grupo, porque además mezclan si hay algún repetidor, niños con necesidades especiales...; vaya, que el año que viene nadie sabe en qué clase o grupo va a estar hasta el primer día de curso que los van llamando por nombre).
    Me acabo de dar cuenta de que también hemos terminado en parte con las botellas de plástico para el agua. He comprado unas muy monas de cristal en Ikea (en casa todos bebemos agua fría, y si gastamos las de las jarras grandes, puedo ser yo la que mate a alguien), y ayer el profe de tenis del niño les dió una lección sobre lo malo que es reutilizar esas botellas.

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    1. Es que mis alumnos de segundo serán mis alumnos de tercero el curso que viene, están en un programa especial. Este año íbamos a hacerlo a principio de curso y no pudo ser, así que he decidido hacerlo ahora, en junio, la última semana de clase, esa en la que ya estamos cansados de todo.

      BEsos.

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