12 pequeños cambios: marzo

El mes de marzo se nos planteaba hacer cambios en la cocina, y yo enseguida pensé en el orden, que siempre me hace falta, y en los menús y comidas, que por temporadas también son muy necesarios por aquí.

He estado practicando eso de la compra inversa, sacando cosas del fondo de los armarios a ver que podía hacer con ellas. Y me ha resultado bastante bien. Los sábados por la mañana he hecho mi lista, siempre intentando aprovechar lo del congelador y los armarios, y he ido sacando a la luz un montón de cosas que de otra forma no habríamos utilizado. Eso ha supuesto una limpieza bastante importante de productos (y también recetas que no hacemos todos los días, con lo cual todos hemos salido ganando).

También en el armario de arriba he ido haciendo limpieza. Y cuando me refiero al armario de arriba hablo del que contiene harinas de distintos tipos, colorantes alimentarios, esencias, productos varios para hacer repostería... Muchas veces cuando limpio ese armario es para tirar cosas que tengo caducadas, pero no sé por qué no me planteo darle utilidad a lo que tengo. Esta vez no ha sido así. He hecho, por ejemplo, cuajada, porque tenía dos paquetes de sobres para cuajada y no los había empezado. He usado harinas diferentes para probar panes como el de maíz, o utilizado la harina de castañas para mis tortitas de la mañana, sustituyendo en una parte a la avena.

Hemos hecho recuento de cereales de desayuno (producto que antes era un básico en casa y ahora vamos relegando poco a poco) con especial atención al pequeño, que era un fiel consumidor y se ha convertido en esporádico; solo desayuna cereales sábado y domingo, y últimamente ni eso. Finalmente hemos dejado las existencias en una caja, una solamente, y con ingredientes bastante mejores que los que comía antes, y una caja de galletas, algo que ya es de consumo también esporádico en casa.

En cuanto al día sin carne, me planteé que fuera los lunes. Y a todos les pareció bien como experimento. Pero sé que a veces no se puede, porque si hay sobras de pollo, por ejemplo, del domingo, no vamos a tirarlas. Pero sí hemos cumplido con un día sin carne a la semana. Tampoco siento que esté haciendo nada especial, así que creo que ya lo hacía sin ser consciente. No somos especialmente carnívoros y cada vez comemos más pescado. Quizá debería plantearme un día vegetariano a la semana. Eso sí sería un reto...

He ido haciendo, cada fin de semana, limpieza de un armario de los que tengo como almacenamiento. Mucha falta me hacía. Así que todo esto me ha venido muy bien, porque he sacado conservas del fondo de los cajones y he ido ideando recetas para utilizarlas.

Como medida más definitiva, creo que voy a seguir haciendo la lista de la compra pensando en lo que ya tengo en casa, en despensa, frigorífico y congelador, algo que me ha supuesto limitar las existencias de cosas almacenadas y ser mucho más consciente de lo que tengo.

El tema de los menús semanales, lo intento pero no soy muy constante, porque muchas veces veo algo que se me antoja, o cenamos fuera, y eso desbarata los menús de toda la semana. Sí es cierto que cada vez voy más a la compra consciente de lo que vamos a comer y cenar en los próximos días y con eso limito la compra de cosas superfluas. Pero sigo sin ser absolutamente organizada en el tema. Y mi chico es mucho menos organizado que yo.

En definitiva, creo que hemos mejorado, y de eso se trataba.