Este año nos decidimos por Cádiz, ya os conté el motivo (teníamos pensado ir el año pasado y se nos chafaron los planes) así que era algo que teníamos claro, porque tampoco podíamos hacer otros viajes que a mí me apetecían y que tengo programados, sobre todo por cuestiones económicas.
También teníamos claro, al menos yo, que no íbamos a un complejo turístico al lado del mar ni a un hotel de esos con animación para los niños que están tan de moda. Entiendo que para muchas familias sean un buen recurso, pero solo fuimos una vez y no nos pareció una buena experiencia. No me gusta eso de quedarme en un hotel todas las vacaciones, igual que no me gusta tostarme en la playa.
Por todo eso alquilamos un apartamento en el centro de la ciudad, para poder movernos a la playa (una, la Caleta, a diez minutos andando, otras a veinte y otras para ir en coche o en autobús) pero también y sobre todo para disfrutar de la ciudad. Y así ha sido.
Y sí, tirando de tópico, en un primer momento me recordó a La Habana, por ubicación, por sus calles, por su malecón... pero esa sensación pasó pronto.
Por las mañanas, mientras mi peque jugaba y los otros dos dormían, he salido a pasear sin demasiado calor, buscando cafeterías chulas para desayunar y visitando todos los barrios y recorriendo todas las calles que he podido. He pasado todos los días un par de horas o tres fuera, viviendo la ciudad. Después hemos salido un rato. Para nosotros hacía demasiado calor para ir a la playa, así que nos hemos refugiado en las calles estrechas del centro y hemos disfrutado de los aperitivos, de lugares curiosos para comer, o de comer un bocadillo los cuatro en casa, algo que no solemos hacer habitualmente.
Después de la siesta, hemos ido a la playa, pero ya a cerrarla. O sea a las seis o más tarde hasta que se ha hecho de noche. Ver anochecer en la playa es algo que creo que nunca había hecho, por cuestión de haber pasado muchos veranos en el Mediterráneo, en que mi madre nos imponía playa mañana y tarde, a horas de mucho calor, y luego salir a pasear por las noches. Y porque más tarde he ido poco a la playa y muchas veces lo he hecho en el Cantábrico, y no ha sido nunca el plan. Creo que, por ese motivo, por ir a la playa cuando no hace calor, me he reconciliado este año con la playa.
Hemos visto, por tanto, maravillosos atardeceres, con una luz preciosa. Y hemos cenado en la playa, algo que tampoco había hecho nunca. Porque no puedo comer en la playa, así que soy de esas raras personas que no va con nevera y comida, porque odio masticar arena y odio la arena en general. Pero comer unas tapas en un chiringuito es otra cosa y cenar, como hicimos una noche, en el Nahu Beach, tan recomendado por varias personas, fue una muy grata experiencia.
Algunas noches también hemos salido a pasear, antes o después de cenar, pero yo soy poco nocturna y no hemos probados los locales nocturnos de la ciudad, aunque mi adolescente me sugiriera cada noche irnos de copas... jajaja.
En estos días nos hemos movido para pasar el día a Gibraltar y Bolonia y otro día para ver Vejer de la Frontera. Y los dos planes resultaron estupendamente. Gibraltar nos gustó más de lo que esperábamos (mis expectativas eran muy bajas) y Bolonia es una de las playas más bonitas que haya visto.
Vejer es un precioso pueblo blanco que nos encontramos en fiestas y que nos encantó recorrer ya al anochecer y sin calor.
Ha sido un viaje estupendo, quizá porque hemos estado bastante a nuestro aire, cada uno siguiendo los horarios que le dictaba su cuerpo, sin prisas y sin imponernos nada unos a otros ni a nosotros mismos: unos han disfrutado de dormir hasta que han querido, otros de pasear, otros de jugar y leer, y todos felices.
Me alegro de que hayáis disfrutado este año de unas vacaciones así, después de lo accidentadas que fueron el año pasado.
ResponderEliminarLo cierto es que es genial esa sensación de estar sin presión y sin prisas, sólo disfrutando.
Pues me alegro mucho, muchísimo de que haya ido tan bien :)
ResponderEliminarUnas vacaciones maravillosas! Me alegra mucho que hayáis disfrutado tanto Cádiz. El año próximo otra vez pa Andalucía, que se está muy bien (pero no cuando yo vaya a RoLandia, que tenemos que vernos de nuevo allí ;)
ResponderEliminarQué bien que hayáis disfrutado tanto. Lo que yo no sería capaz de hacer (creo) es lo de ir cada uno a su bola. No sé, me da la impresión de que se pierden muchos planes, cosas chulas que hacer que si no planteas con tiempo, no se pueden hacer. Por otra parte, lo que si me gustaría es pensar en VACACIONES, o sea, ir a donde sea, pero sin pensar en comidas, horarios, obligaciones... Si, ya me han dicho antes que parezco bipolar :)
ResponderEliminarHan sido vacaciones de verdad para todos, porque muchas veces intentamos buscar un punto intermedio y no logramos contentar a nadie. Ahora hemos paseado, yo por las mañanas, mi hijo y yo en la playa, el padre y el peque se han bañado horas y horas, el padre y el mayor han dormido lo que les ha dado la gana y todos felices.
EliminarBesos.
Cádiz... "salada claridad"
ResponderEliminarQué luz más preciosa tiene esta ciudad.
EliminarBesos.
Me alegro un montón de que hayáis disfrutado el viaje, no hay nada como un viaje tranquilo, a tu ritmo y sin imposiciones.
ResponderEliminarBesos.
Cierto, puede que no se vean muchas cosas, pero se descansa y vuelve uno reconfortado.
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Me alegra que hayáis disfrutado las vacaciones.
ResponderEliminarA mí, al contrario que Sara M., me parece genial eso de ir cada uno a su bola. Cada uno debe hacer lo que le apetezca y no siempre se coincide, pero siempre hay tiempo para estar y disfrutar juntos también.
Un beso
Claro, cuando estás fuera son 24 horas juntos, algo que normalmente no haces en casa, y a veces forzamos un poco intentando que si yo me levanto a las ocho, no sé, los demás lo hagan a las diez, pero a lo mejor para ellos es pronto y les estoy fastidiando el descanso y su disfrute, así que ha sido un mar de calma, de no ponernos nerviosos unos con otros y todo ha ido bien.
EliminarBesos.
Me alegro que hayan disfrutado. Qué maravilla no ir pendiente del reloj y hacer lo que pide el cuerpo, a la hora que sea.
ResponderEliminarUna de las mejores cosas de mi viaje fue aquella tarde de martes. Un abrazo.
Me parece increíble que no hubieras visto nunca atardecer en la playa ni hubieras cenado en ella.(Es para lo que existe la playa).
ResponderEliminarPero bueno, yo no he estado nunca en Cádiz.