En esta profesión vemos a las personas, a los alumnos, durante una etapa de su vida, una etapa además cambiante, y a veces difícil para muchos. Puede que pasemos con ellos, día a día, un año de nuestras vidas, y luego no volvamos a saber nada más.
O puede que tengamos más suerte, y veamos cómo evolucionan a lo largo de tres o cuatro años, o de toda la etapa de secundaria, y seamos capaces incluso de vislumbrar si alguna de esas semillas que intentamos plantar se ha secado o parece brotar por alguna parte.
Llegué hace ya cinco cursos a mi instituto anterior, y mi primera tutoría fue complicada. Pero he tenido la suerte de ver cómo han ido evolucionando la mayoría de ellos: los que no terminaron cuarto de la ESO, que fueron muy pocos; los que siguieron adelante sin problemas; los que repitieron y luego les fue bien o repitieron y luego les siguió yendo mal; aquella alumna pakistaní a la que sus padres le enviaron a casarse a pesar de ser una de las mejores estudiantes de aquella clase, porque ya sabía lo suficiente; aquel que luego se metió en problemas... Y mi niño.
De él os he hablado varias veces, la última aquí.
Después de pasar a segundo de bachillerato, el año pasado hizo un poco el tonto a principio de curso, dejó de ir a clase, estuvo pensando en dejarlo, en ponerse a trabajar... Y al final ha tenido que repetir segundo. Este año, antes de marcharme, pasó a despedirme y me prometió que lo iba a sacar sin problemas. Enseguida me asomé a la sala y pedí testigos, que se comprometiera de verdad delante de profesores que le iban a dar clase este curso.
Ayer me llamaron para decirme que estaba trabajando mucho, que todos sus profesores estaban muy contentos con él, que hasta la profesora de inglés, asignatura que siempre ha odiado, está feliz con su trabajo. Y que él había pedido que me lo dijeran, porque siempre que me manda un mensaje o yo a él y le digo que estudie, no le hago mucho caso cuando me dice que le está yendo bien.
Por otra parte, ayer muchos de mis exalumnos me estuvieron mandando mensajes todo el día porque, gracias a su participación en la Jornada de lectura en voz alta a la que fuimos el curso pasado, les invitaron al Festival iberoamericano de literatura infantil y juvenil, y allí pasaron el día de ayer.
Así que anoche me fui a la cama con una sensación de bienestar que no he tenido últimamente con mis nuevos alumnos. Ya sé lo que me vais a decir, que tengo que darles tiempo, que necesitamos acostumbrarnos unos a los otros, y que el cariño no es cosa de un día. Y es verdad, pero... bueno, ya sabéis, echo mucho de menos a mis alumnos.
Enhorabuena :-)
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa.
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¡felicidades!!!
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias.
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¡Qué suerte tienen tus alumnos!!!!!!!!
ResponderEliminarMira que muchas veces soy yo la que me considero afortunada por los alumnos que tengo. Este año no tanto, pero bueno.
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Qué alegría saber de ellos, dentro de poco te pasará lo mismo con estos ^^
ResponderEliminarEso espero.
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Es normal tu corazoncito sigue allí, pero en cuanto veas ese camino en los actuales los harás tuyos también.
ResponderEliminarBesos.
Tengo ganas de verme centrada en mi instituto, porque a veces mi mente vuela hacia el otro, mis alumnos, mis compañeros...
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Esas satisfacciones son las que le dan sal a la vida. A saborearlas :-)
ResponderEliminarMuchas gracias. Me encanta que le vaya tan bien. Se lo merece.
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Pues que bueno haber tenido esas noticias satisfactorias de ese alumno que tanto has querido..
ResponderEliminarEs buenísimo. Y tengo que agradecer una vez más a las redes sociales el poder estar en contacto con él y con otros muchos.
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Siento que tu trabajo no solo es por dinero, trnsmites, vocacion.......
ResponderEliminarun abrazo
Muchas gracias. Quiero creer que tengo vocación para esto, pero también hay que intentar hacerlo bien y a veces parece que hagas lo que hagas no obtienes resultados...
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Enhorabuena!!!
ResponderEliminarTuvo la inmensa suerte de cruzarse en tu camino. Me alegro mucho de sus progresos.
Coquelicot
Gracias. Que sepas que este post está dedicado a ti, que me has preguntado por él.
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Muchas gracias.
EliminarTe sigo desde hace ya tanto tiempo que eres como de la familia y de vez en cuando me vienen a la memoria libros que has recomendado,alguna receta y por supuesto las personas, y la historia de ese chico que llegó al corazón...
Coquelicot
¡Pero eso es ver frutos! A tu trabajo, de eso de lo que hablabas no hace tanto... Me alegro por él y por tí.
ResponderEliminarSí, en este caso estoy viendo los frutos, y ha sido así estos años al repetir centro. Ahora, por el tipo de alumnos que tengo, no sé si me van a dar muchas satisfacciones...
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pronto cosecharás nuevos logros con tus nuevas semillitas! ^^
ResponderEliminarHay veces que leyendo tus post emocionas, y eso a primera hora tomando el café en la oficina...!!!!
ResponderEliminarEnhorabuena por tu niño, que gran satisfacción ....
Me encanta eso de que estés en contacto con tus alumnos de una forma tan cercana.. Como han ido cambiando las cosas. (
Un besín
Ro, qué sensación tan bonita te ha tenido que quedar en el cuerpo... Saber que has conseguido influir tanto en esos chicos, que algunos de ellos lograrán cosas en la vida gracias a tu intervención... Me alegro mucho. Enhorabuena :)
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