Cien razones por las que vivir 3

41. Los gatitos.

42. Las cajas de música.


43. Los huevos fritos.

44. La coca cola. Sí, sé lo que me vais a decir, que además es malísima, pero me encanta y soy una verdadera adicta, así que aquí está.

45. Los momentos a solas, conmigo misma, pensando cosas.

46. Las cosas hechas a mano. La artesanía.

47. El sonido del mar.

48. Sentarte a leer en el sofá, con una manta, mientras fuera está lloviendo o nevando.

49. Un día libre para mí sola. Me ocurre tan pocas veces que no recuerdo cuando fue la última. Si es posible, con la casa para mí sola. No hace falta ir a ningún sitio...

50. La selva esmeralda. Mi película preferida de la adolescencia. No preguntéis por qué. Yo tampoco lo sé, pero la vi cientos de veces entonces.

51. Y junto a ella esta otra: El lago azul. Lo sé, una adolescencia muy hortera.

52.¡Ah! y me olvidaba de Dirty Dancing. ¡Vaya adolescencia hortera!

53. Esta escultura.

54. Las personas que van por la vida con una sonrisa.

55. La sensación al terminar un libro que te ha emocionado, mezcla de sentimientos.

56. La comida de mi madre.

57. Los desayunos sin prisas.

58. Venecia.

59. El momento en que te quitas, por fin, esos zapatos que te estaban matando los pies.

60. Las chuches.

(continuará hasta cien)