No pensaba contarlo por aquí, porque estaba, y estoy, tan enfadada que no me salía decirlo sin jurar en hebreo y siendo medianamente correcta.
El día 1 de abril llevamos a los chavales al teatro. En el pueblo hay un teatro estupendo, maravilloso, y enorme, que ya quisieran muchas ciudades.
Todos los años el ayuntamiento nos ofrece una obra de teatro adecuada para los alumnos de secundaria por tan solo dos euros.
Y todos los años nos molestamos en informarnos para qué niveles podría ser adecuada, en aleccionar a nuestros alumnos y en llevarlos acompañadísimos para que no haya problemas.
Hace un par de años, tres o cuatro de nuestros alumnos llevaron comida al teatro, chuches, palomitas, y estuvieron tirándose bolitas de chocolate, y molestando. A esos chavales me los saqué de allí y los llevé al instituto, castigados.
Desde entonces mi compañero dijo que nunca más iba con alumnos al teatro.
Pero este año le convencí para que los lleváramos. Es más, hice gestiones con el ayuntamiento y finalmente nos han ofrecido, gestionadas por ellos, no una, sino tres obras de teatro a lo largo del año, además de una actuación que organizó el instituto y que también se llevó a cabo en el teatro del pueblo.
La primera de las obras de teatro era ese día 1 de abril. Allá nos fuimos con los alumnos y:
Primer error: había tanta gente que los alumnos se desperdigaron por todo el patio de butacas.
Segundo error: se nos mezclaron con los de los otros institutos, especialmente con los de las monjas, que traen a los chavales, los sueltan y no se preocupan de ellos el resto del tiempo.
Tercer error: nos quedamos vigilando pero, aun sabiendo donde estaba el foco conflictivo, no me senté con ellos como he hecho otras veces. Y la razón fue que se pusieron en la última fila de arriba del todo y yo desde allí no veo nada. Y a mí también me apetecía verlo. (Ya, ya sé que iba allí como profesora, y que tenía que haberlo hecho, pero no lo hice).
Un teatro lleno de adolescentes, algunos de primero de la ESO (no nuestros) que no entendían nada de nada; una versión (preciosa) de la Odisea, complicada para quien no conociera la historia; los alumnos cada vez más alborotados.
Hubo momentos en los que me apeteció parar el espectáculo y sacarlos de allí. Y no fueron ellos, los míos, precisamente, los que peor se portaron. Pero fue bochornoso.
Resultado:
(Había decidido echarles la bronca, pero es lo que ellos esperan, una bronca, un castigo y ya está. Esta vez no va a ser así)
- No les hablo. Sí, claro que les hablo, les doy clase todos los días, pero nada más. Les está molestando bastante porque no les saludo por los pasillos, no les contesto a lo que me preguntan salvo que sea del tema que estoy explicando y no me dirijo a ellos para nada.
- No van al teatro más, al menos conmigo. Y nos quedan dos obras en las próximas semanas que les he ofrecido a los de tercero.
- No van de excursión de fin de curso conmigo a ninguna parte. Ni con nadie.
- Ayer martes teníamos programada una salida para visitar centros de formación profesional y yo, a pesar de estar como profesora acompañante, no fui.
- El proyecto que iba a hacer con ellos, lo he hecho con otro grupo.
No sé, pero sigo dolida. Faltaron al respeto a los actores y la compañía de teatro que estaban actuando, y muy bien, por cierto. Y me faltaron al respeto a mí, que llevo meses de organización, de llamadas, de visitas al ayuntamiento para ofrecerles algo que, si no, ellos nunca verían.
Pues eso, que estoy decepcionada.
No te falta razón!
ResponderEliminarHaces bien,ánimo.
Besos.
Estoy dolida con ellos. A ver si se me pasa...
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No me extraña que estes decepcionada reina. A ver si se dan cuenta de la "cagada" y se les quita las ganas de volver a hacer el tonto.
ResponderEliminarUn besazo!!!
No sé, creo que con el tiempo se darán cuenta. Y lo siento por unos cuantos de clase, que pasaron tanta vergüenza como yo y no se merecen el castigo ni mi actitud.
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Pues hija que quieres que te diga, me parece buena estrategia, seguro que no saben qué hacer para que se te pase.
ResponderEliminarPues de momento están tan impartamos que no saben qué hacer ni decir.
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El peor desprecio es el no aprecio...
ResponderEliminarPues me parece muy bien, sobre todo si eres capaz de mantenerlo, que yo para eso no sirvo. No sé estar enfadada demasiado tiempo, y más con un "grupo". Pero entiendo lo que estás haciendo. ¿Te han pedido perdón? Perdón en serio, de hablar contigo, no de "venga, seño..." y ya está. Veo mucho mejor tu actitud personal con ellos que el hecho de que no vayan de excursión; con el cariño que te tienen, lo estarán sufriendo.
Yo tampoco sirvo. Enseguida me hacen reír. Pero esta vez no voy a cansarme pronto.
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Entiendo tu decepción, porque es eso, decepción, no cabreo. Esperas algo de alguien y no cumple., Es un sentimiento horrible, pero creo que has actuado como debes. Espero que tus alumnos se den cuenta y aprendan a comportarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es terrible, porque mis alumnos me pueden decepcionar muchas veces porque no estudian, porque no siguen mis consejos... pero ahora mi decepción va mucho más allá.
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Joder, yo no entiendo a los jóvenes, en serio!!! la cantidad de oportunidades que pierden por hacer el tonto.
ResponderEliminarYo no voy a mover un dedo más por ellos y lo que teníamos previsto para cuarto va a ir a otros cursos, así que creo que han perdido muchas oportunidades. Muchas.
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Perfectamente comprensible tu enfado y decepción. No entiendo a los chicos de hoy; todas las oportunidades interesantes (y profesores valiosos) que tienen y no lo valoran.
ResponderEliminarYo creo que todos somos iguales en esas edades. NOs llevaban a ver algo con quince años y nos interesaba todo menos lo que nos llevaban a ver. Pero hay que comportarse. Eso es lo primero.
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Te entiendo a la perfección, esas cosas dan mucha rabia. Yo viví algo similar.
ResponderEliminarMis hijos fueron a clase con monjas y en mi caso los vigilaban mucho y nunca hubo problemas.
Pero cuando estaban en segundo y tercero de ESO fueron con el coro al que asistían(gente de muchos coles e institutos) a un recital de coros, a participar y a ver un espectáculo.
Bien, actuaron enseguida los coros jóvenes y al acabar y para ver actuar a los mayores los dejaron sentarse mezclados unos coros con otros y sin los directores ni padres ni nada.
Mientras las compañías adultas actuaban el comportamiento fue bochornoso.
Mis hijos estaban en una esquina frente a mí(esa es otra, fin de semana y autocar gratis y casi no había padres viéndolos)y ni se movieron porque mi mirada sirvió para amedrentarlos a ellos y a los de al lado, pero los otros...
Los de un coro muy conocido de mi región se portaron realmente fatal, yo aluciné, se reían en los solos, imitaban voces...¿pero no estáis en una actividad que os gusta?
No sé a los otros pero en el coro de los nuestros los castigaron sin ir una actuación, y aunque los míos se habían portado bien me pareció justo porque vaya bochorno.
Un besín y eres muy lista actuando así, muy muy lista.
Muy bien. A veces para que se den cuenta es bueno hacerles entender lo que han provocado. Como han dicho, el mejor desprecio es no hacer aprecio. A ver si consigues que alguno de ellos se de cuenta y reflexione. Estaría bien que alguno llegará a escribir una carta pidiendo perdón a los actores de la compañía, por ejemplo. ¿Eso es una utopía, verdad?
ResponderEliminarAún recuerdo a Iñaki Miramón parando una escena por que en el patio de butacas sonó un móvil, hace ya años. Me dio vergüenza a mí, con eso te dijo todo.
Ainssssssss deben estar pasándolo fatal. Porque eres su profe favorita, seguro.... Pero dales caña. Lo que aprendan hoy les será muy útil de adultos. Yo los mato. Un beso fuerte.
ResponderEliminarEntiendo tu enfado, y espero que de verdad saques algo de todo esto. Porque yo tengo un profe en casa también y creo que a ciertas edades es difícil dar lecciones. No sé, espero que nos cuentes cómo ha ido. Un besazo
ResponderEliminarNo saben la suerte que tienen contigo. No es por hacer de abogado del diablo pero piensa que son unos pringaillos dominados por las hormonas, por lo que haga el de la lado...
ResponderEliminarEntiendo tu decepción y me parece que merecen tu indiferencia. Es una lástima que hayan desaprovechado una oportunidad así. Pero también hay que recordar que es de pura ignorancia o torpedez propia de la edad... (Pa'matarles!!!!)
Un beso
Lo son. Dominados por las hormonas y por lo que haga el que tienen al lado.
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Jo maja, no me extraña que lo estés :((
ResponderEliminarSi ni siquiera los adultos nos damos cuenta el esfuerzo y el trabajo que conlleva que ciertas cosas salgan adelante, aún siendo para nuestro propio beneficio, imagínate con adolescentes :((
Pero no es excusa que lo sean y la pena es que se darán cuenta de lo que se perdieron cuando ya era demasiado tarde :((
Eran cuatro actores jóvenes, dos chicos y dos chicas, y tuvieron que aguantar todo tipo de comentarios y risas que me dan vergüenza ahora mismo, quince días después.
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Ro! como te entiendo. En el pueblo donde viven mis padres (que yo sigo viviendo con ellos). Hicieron una obra de teatro, un sábado, por 3€ la entrada. Fueron 3 monologos, muy divertivos, 3 mujeres contando sus desgracias y me moleste muchisimo en la educación de los asistentes. Gente hablando, moviles sonando y ya el colmo fue, que uno de ellos hasta contesto al telefono y salió. De hecho, escribi al ayuntamiento, pero estoy esperando su respuesta
ResponderEliminarAhora no somos capaces de estar concentrados en nada ni una hora. Vas al cine y no ves más que las luces de los teléfonos móviles. Hace poco en el teatro a un señor le sonó el móvil y se salió a contestarlo. Pero antes había estado toooooda la obra con la lucecita del móvil encendida.
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De esta aprenden.
ResponderEliminarTe entiendo, Ro. A mí se me habrían llevado los demonios. Este trabajo compensa, pero a veces te das cuenta de lo poco que aprovechan las oportunidades y... >_<
Además eso, menuda falta de respeto :( Pero ya digo, creo que la lección se la aprenden con ese escarmiento.
¡Besos!
No sé si aprenden, pero conmigo no vuelven a ir a ningún sitio. Mira que estas cosas se me suelen pasar, pero esta vez no.
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No sé qué les pasa. Me ocurrió algo parecido al llevar en febrero a los primeros de la ESO al CAC de Málaga. Y lo peor es que vimos solo la primera parte de la exposición y nos echaron antes de ver la que a mi me interesaba.
ResponderEliminarEn clase no me sale seguir enfadada pero este año que se olviden de otra excursión. Con lo que cuesta organizar todo. Creo que se saben la teoría....pero a la hora de ponerla en práctica...
Yo no soy nada rencorosa y no me sale estar enfadada, pero aún ninguno de ellos ha dicho ni mú, y me parece que me merezco una disculpa, así que me lo recuerdo antes de entrar en clase y sigo con mi actitud.
EliminarbEsos.
Qué situación más bochornosa, entiendo tu enfado, tu decepción, todo lo que puedas sentir, yo soy de las que si alguien actúa de modo poco cívico me siento fatal aun sin tener nada que ver. Así que como responsable de un grupo de chicos y chicas, que aunque no iniciaran el alboroto, supongo que ayudaron de algún modo a que se diera, es comprensible tu enfado. Creo que has optado por una buena estrategia, con los castigos y las broncas para mí poco se consigue, en cambio con la indiferencia puedes transmitirles lo mal que te han hecho sentir, lo defraudada que estás...
ResponderEliminarÁnimo bonita, después de tanto esfuerzo la pena es lo que se pierden a causa de su actitud, y lo que se perderán otros alumnos por culpa de ellos.
Me da pena porque son buenos chicos y es la edad, la edad y que a veces nos apuntamos a lo de alrededor sin pensar. Ellos no habrían hablado ni se habrían reído si no llega a haber otra gente que lo hace, pero eso no les exime de culpa.
EliminarBesos.
Pues ya sabes qué poner de deberes: cómo escribir una carta pidiendo disculpas ;)
ResponderEliminarPero sobre todo, que quede claro el esfuerzo que te había supuesto y porqué estás molesta.
ResponderEliminarY que no paguen justos por pecadores...o sí para que sea el mismo grupo el que resuelva temas internos y se enfrenten entre ellos.
Duro trabajo.Un abrazote.