Kamishibai

El curso pasado trabajamos por primera vez este tipo de actividad con nuestros alumnos. Nos parecía que podía estimularles la creatividad y ser divertido para ellos. Y no nos equivocamos.

No fue nada del otro mundo. Es decir, sí, fue mucho; mucho trabajo con ellos y mucho esfuerzo, y luego el resultado no fue todo lo bueno que podrías esperar o imaginar, pero para mí fue un logro importante.

Lo hicimos con los alumnos de necesidades especiales. Así que los resultados, por malos que fueran siempre fueron positivos. Ellos mismos escribieron la historia, hicieron los dibujos y después nos contaron el cuento. Finalmente los grabamos en vídeo, pero no sé qué hicimos con aquellos vídeos. A ver si consigo recuperarlos...

Aunque este año no tengo a mi lado a la persona que lo hizo posible, la PT que teníamos en el centro, me propuse no dejar esta actividad atrás.

En la primera evaluación leímos este libro en primero, del cual os hablé hace poco.

Y preparamos unos kamishibai con la historia que cuenta el libro.

Han trabajado en grupo, algo que parece una forma de trabajo habitual pero a la que no están nada acostumbrados. Surgieron problemas de reparto del trabajo y han tenido que solucionarlo todo ellos solos.

Después, nos ha llevado un tiempo la logística: conseguir que nos plastificaran los dibujos, ordenarlos, organizarlos y grabarlos recitando sus historias.

El resultado no es perfecto, ni mucho menos, en realidad, dista mucho de estar bien, pero lo han hecho todo ellos: texto, dibujos, preparación, todo sin ayuda. No puedo pedir más.

Por si os apetece ver alguno, aquí os dejo los vídeos.

 Después, la inútil de su profesora los ha editado sin tener ni idea del tema y quitándose horas de dormir.

Bueno, esa ha sido nuestra experiencia. ¿Qué os parece?