Me gustaría apuntarme a eso de la Slow life. De verdad que me gustaría.
Pero es que soy de natural un poquito acelerada, y no sé si me estresaría lo de ir despacio por la vida.
Lo que sí puedo hacer, y creo que debo, más que nada por mi salud mental, es tomarme un día slow de vez en cuando.
Puede ser así:
- 1. Al levantarte dedícate un tiempo a desayunar tranquilo y visionar el día que tienes por delante.
- 2. Practica un hobbie sosegado.. Pescar, pintar, plantar; pero trata de hacer una sola cosa a la vez.
- 3. Come despacio. Disfruta de la soledad o de una conversación si estas con más gente.
- 4. Haz una siesta y tómate una hora extra en la cama, te lo mereces.
- 5. Escribe cualquier cosa. Sumérgete en el día que has tenido.
- 6. Sal de casa y practica el noble arte del dolce fare niente. Lee un periódico, observa las fachadas...
- 7. Cena un menú con alto contenido en frutas y verduras.
- 8. Lee un libro en la cama, abandónate a tus pensamientos y fluye.
Yo mañana me voy a dedicar a todo esto. He quedado con amigos para comer, no me voy a perder la siesta y voy a tomarme el día todo para mí.
Consejos tomados de esta página.
¿Slow life? ¿Eso qué es? Explícate mejor, porque yo ahora mismo lo que tengo es un corazónsaltandoenelpechoquesemevaasalir de todo lo que tengo que hacer y ni recuerdo. ¡¡Ay!!
ResponderEliminarJajaja, yo tengo el problema contrario: nací para vivir tranquila y todo el mundo me va metiendo prisa. Para mí lo de desayunar tranquila (media horita) es fundamental, si no empiezo el día de mala leche. Y así me pasa, que como hay quien no me deja vivir, pues voy quemada todo el santo día.
ResponderEliminarDisfruta de tu día slow. :)
Yo intento ponerlo en práctica algunos fines de semana, pero en el día a día es prácticamente imposible, por desgracia.
ResponderEliminarDisfrútalo mañana, bueno, mejor dicho, disfruta de cada día; o, al menos, de un trocito de cada uno de los días.
No sabíamos que existía hasta hace un par de semanas que estuvimos en Málaga y ya lo echamso de menos... disfruta!!! :***
ResponderEliminarDesde hace años me planteo muchos días vivir así, pero es taaaan complicado!! Ojalá pudiésemos cumplirlo siempre.
ResponderEliminarAbrazo!
Yo intento el slow,a veces lo consigo...
ResponderEliminarVivimos con demasiados horarios y prisas,de vez en cuando hay que frenar.
Bss
Disfruta de tu día perfecto :))
ResponderEliminarMe apunto a tu día slow, me parece un plan PERFECTO.
ResponderEliminarLo del desayuno es sagrado, aunque eso significa madrugar más, pero no puedo desayunar a la carrera. Pero prácticamente es mi único movimiento slow. El resto del día son carreras, prisas y miles de tareas por hacer, quedando alguna siempre pendiente.
ResponderEliminarPero es cierto que, de vez en cuando, me tomo un día slow, y sienta de miedo.
Besazos.
Yo empecé a disfrutar de fines de semana slow hace ya tiempo. Empecé un poco por la obligación de buscar planes caseros y no morir en el intento para poder ahorrar. Ahora, la mayoría de mis fines de semana son así, desayuno tranquilamente, leo, buceo por internet, leo, veo pelis... Como mucho, alguna lavadora cae y poco más. Disfruto mucho más de mi tiempo y el resto de la semana me cunde muchísimo más, porque me la como. Además, cuando tengo una época grande de estrés, noto que mi cuerpo me pide "cogerme" una tarde libre incluso entre semana (como el otro día, que la utilicé para leer) Como el cuerpo es sabio, le suelo hacer caso y desde que práctico esta manera de organizar mi tiempo, aprovecho y disfruto de todo muchísimo más. Supongo que no tener niños ayuda bastante a poder realizar esta manera de vivir, sin prisas ni horarios... Pero cuéntanos, ¿qué tal te ha ido la experiencia, Ro?
ResponderEliminarNo eres capaz.....
ResponderEliminarAins, cómo mola... si fuera tan fácil...
ResponderEliminarBesos!
he hecho trampa...porque sé que no ha sido tu slow sunday como tu esperabas....estoy leyendo tus entradas pasadas...que llevo un tiempo sin entrar por tu casa....
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