Bajo la misma estrella

Un día me ha durado este libro. Y me ha dado una pena terrible que se acabara, pero no podía dejar de leerlo.

Tenía miedo de que no me gustara, porque mucha gente habla muy bien de él y mis expectativas eran altas.

La historia puede ser triste y lacrimógena, pero me ha parecido preciosa la forma en que está contada. Una historia puede estar contada de mil formas diferentes. Como dice la protagonista: "Creo que en este mundo tenemos la opción de elegir cómo contar una historia triste".

El mérito de esta novela es su tono de humor, ironía... y que está llena de frases que harías tuyas, y más aún si tuvieras quince años.

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Hazel es una adolescente que lleva casi toda su vida conviviendo con el cáncer. No va al instituto y apenas sale de casa.

Pero sus padres le obligan a ir a un grupo de apoyo para enfermos como ella. Allí conoce a Augustus Waters.

He llorado a gusto. Mucho, muchísimo, casi desde la primera página hasta la última, y entre lágrimas he reído, mucho.

Pero os advierto de que es una novela para adolescentes, y yo estoy acostumbrada a ellas.

Estoy deseando ver la película.