El personal laboral

 No tenía mucha intención de contar mis historias con el personal laboral de mi centro, pero voy a hacerlo porque todo forma parte de mis días, y de mi trabajo como secretaria.

No sé si lo sabéis, supongo que los profes que me leen, que son unos cuantos, sí. En los centros educativos, el secretario es el encargado del personal laboral del centro: conserjes, personal de limpieza y administrativos. En otros centros hay más, pero en mi caso son estos tres tipos. Son un total de doce personas.

Soy la que tengo que controlar que cumplan con su trabajo, suministrarles el vestuario, el material de limpieza y lo que necesiten para realizar sus funciones, y esto ha sido un verdadero calvario desde el inicio del curso. Desde antes de que empezara. 

No puedo ni debo entrar en detalles, pero partimos de una situación en la que anteriores equipos directivos les han dejado hacer lo que les diera la gana, hasta el punto de no cumplir con su horario, ni con sus funciones, y además discutir cada cosa que se les dice o se les pide. Está siendo algo muy complicado, sobre todo porque he ido por las buenas, con mi carácter tranquilo y calmado (al menos por fuera) y se han debido de pensar que soy tonta. 

La cosa llegó hasta el punto de que una de las trabajadoras se permitió increparme dándome gritos por algo en lo que no estaba de acuerdo conmigo. Que yo entiendo que no esté de acuerdo, pero no la mala educación ni la falta de respeto. 

Así que ha habido que ponerse seria, que es lo peor que puede pasar. Porque las cosas de mutuo acuerdo, negociadas, todos a una, intentando que todo funcione, es la mejor manera de que salgan bien, pero así ellos intentarán hacer lo menos posible (que es lo que vienen haciendo durante años) y yo tendré que intentar que eso no pase. Mal para todos. 

Hemos solicitado una reunión con el comité de empresa para ver si llegamos a algún tipo de acuerdo que sabemos que tampoco van a cumplir. La cosa está difícil. Ellos tienen mucha experiencia en escaquearse de cumplir sus funciones (y hablo en general, porque, por supuesto, hay personas que sí trabajan y cumplen) y se creen que somos malas porque intentamos que trabajen. No veo solución; lo discuten todo, incluso entre ellos, con una falta de educación y de todo tremenda. Y no sé cuál puede ser la deriva de los acontecimientos, pero me temo que nada buena.