El inicio de curso

Nunca creo que se haya hablado tanto del inicio del curso como este año, en que todos estamos preocupados por cómo van a resultar las cosas.

Nadie sabe bien cómo se va a hacer y tampoco el resultado. No sabemos si las cosas irán marchando más o menos bien o dentro de un mes estamos todos dando clases online.

En mi comunidad autónoma, Castilla y León, las medidas del gobierno regional son a todas luces insuficientes, por no decir que inexistentes. El grueso de la responsabilidad y de la organización se lo han dejado a los centros, a sus directores, a sus equipos, a sus profesores. Así si salen mal las cosas (o cuando salgan mal) parecerá que todo es responsabilidad de otros.

Nadie quiere tomar las riendas de algo tan difícil. Y nos sentimos bastante desamparados y desprotegidos. Y no porque pensemos, al menos no en mi caso, que con tanto niño al final vamos a contagiarnos todos. NO es eso ni mucho menos. Es porque el gobierno pide a los ciudadanos una responsabilidad que hemos demostrado no tener. No lleve a su hijo si tiene fiebre, no lo deje a cargo de los abuelos, extreme las medidas. Como adultos no hemos sabido hacerlo bien y pretendemos que nuestros hijos lo hagan mucho mejor. Probablemente así sea, a mí no me cabe duda. Pero la irresponsabilidad de unos pocos en este caso va en perjuicio de todos.

En fin, que falta un día para iniciar el curso (los profes, aunque muchos no lo crean, empezamos siempre el primer día de septiembre) y no sabemos qué tenemos que hacer. Yo mañana tengo exámenes de recuperación, y como yo la mayoría de mis compañeros. ¿Qué nos vamos a encontrar? Es incierto.

De momento me voy a mi nuevo centro, a ponerme al día, a ver lo que hay y lo que hace falta, porque el curso que empieza va a ser para mí muy diferente. Ya os contaré.