Libros en septiembre

Mi primer libro terminado en septiembre fue La señal, de Maxime Chattam. Lo había empezado en agosto pero no me había dado tiempo a terminarlo así que no lo incluí en las lecturas de ese mes. Fue un viaje a mi adolescencia y esas noches sin dormir leyendo a Stephen King.

Después tenía varios frentes abiertos, y seguí con ellos abiertos unos días, porque los inicios de curso siempre son de poco leer y mucho trabajar y poner la mente en los chavales.

He leído, a ratos libres y en el instituto o en esperas en el coche, Papaíto Piernas Largas. Y ha sido de esos libros tiernos y mágicos que no se olvidan.

Y en casa he terminado, por fin, Alta fidelidad, un libro que empecé en julio y lo abandoné por otros porque siempre encontraba algo que me apetecía más, a pesar de que tenía ganas de continuar con él. Ha sido ahora en septiembre cuando por fin lo he terminado y me ha gustado, sin entusiasmarme.

Por último, ya casi he terminado La isla de los conejos, un libro de relatos al que tenía ganas desde hace tiempo y del que ya os hablaré por aquí.

Además, he leído un libro viajero, que ya está (casi) preparado para enviar a mis compañeras. Eso hace un total de cinco libros (escasamente) en este mes de septiembre. No está mal para lo que suele ser el mes, en el que nunca encuentro tiempo de leer.