viernes, 28 de junio de 2019

En camino

Estoy, ya os lo dije, en camino de una nueva vida. No sé en qué momento ha comenzado o si estoy a punto de empezarla, o si todo es camino y no se sabe dónde empieza y dónde termina. El caso es que estoy, como digo en el título, en camino. Y resulta que es un camino que me gusta.



Pero no es eso lo que quería contaros hoy. El título es engañoso. En realidad quiero deciros que estoy caminando mucho últimamente. Me apetece salir a andar, y cada vez me viene mejor, me relajo, pienso en mis cosas, mando audios interminables a mis amigas, se ríen de mis paseos... pero me vienen muy bien.



Ayer no pude salir y lo eché de menos. Yo, con lo perezosa que soy para mover el culo del sofá. Y eso me motiva, no solo porque me hace falta, porque estoy menos en forma que en toda mi vida (y eso es mucho) sino porque me viene bien a la mente, quizá más incluso que al cuerpo.



Puede que tenga que ver con mis inminentes vacaciones, o con el buen tiempo. No lo sé, pero me gusta caminar lejos, dejarme llevar por mis pasos, no pensar en nada. Creo que le estoy cogiendo el gusto a esto de andar siempre de camino...

Ah, y hoy estoy doblemente en camino, porque tengo que trabajar pero después me cogeré un par de trenes para estar con mis chicas favoritas esta noche en Granada. Y tengo muchas ganas.

8 comentarios:

  1. Bueno, mi cabeza que es selectiva solo ha leído Granada y amigas ¡Qué pasada! Granada es un sitio mágico de los de verdad. Yo echo mucho de menos el salir a andar. No encuentro el hueco por ningún lado, porque la vida me dio un extra desde Diciembre y hasta que no se solucione la cosa lo tengo un poco chungo para eso del tiempo libre. Pero, intento caminar mucho, mucho aunque sea con los niños a cuestas, es lo bueno de esta ciudad y de vivir en el centro. Tengo un paseo marítico espectacular a 5 minutos de casa y el casco histórico justo al lado. Así que los paseos siempre son sanadores. A mí, el renacer, los nuevos comienzos y el reinventarse me parecen etapas preciosas, duras, como casi todo de lo que se aprende mucho, pero transformadoras.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta caminar, aunque ahora con el calor me da más pereza.
    Cuando voy de paseo intento mirar hacia arriba; hay calles por las que paso todos los días y lo único que reconozco son las plantas bajas de los edificios, y entonces miro hacia arriba y descubro ventanas con cortinas bonitas, balcones llenos de plantas, terrazas tan grandes que se podría vivir en ellas.
    Caminar ayuda a pensar, o a dejar de hacerlos, según lo que necesites.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que más de una vez los paseos han dado un respiro a mi cabeza. En momentos duros, me gusta andar y andar, sola, sobre todo porque hay momentos en la vida en los que no hay solución positiva, y por lo menos hay que ver las cosas de otra manera y relativizar.

    ResponderEliminar
  4. A disfrutar de Granada, es una de mis cudades favoritas!

    ResponderEliminar
  5. Que bueno que puedas caminar, eso es muy positivo y grato. Yo lo estoy haciendo menos de lo que debería..
    Vas a Granada? que genial! estuve allí en el viaje a España que hicimos hace dos meses, es de las ciudades que más me gustaron.. preciosa en serio! disfruta de ese encuentro!
    Suerte además con los nuevos caminos de la vida, que te encuentres a vos misma en ellos.. beso

    ResponderEliminar
  6. Yo he pasado de 0 a 100 con el nuevo trabajo no me da tiempo a moverme nada....

    ResponderEliminar
  7. Andar es más sano que correr :P

    ResponderEliminar
  8. me sorprende que nadie lo haya dicho, así que lo digo yo:

    se hace camino al andar, golpe a golpe y verso a verso! :D

    ResponderEliminar

Cuéntame...