Estamos terminando el año y es bueno echar la vista atrás y ver qué cosas han sido buenas en este 2018. Debo decir que las personas que me rodean, de una u otra forma, han sido lo más importante del año, y que en muchos casos sin ellas, sin su apoyo y ayuda, no sé qué habría sido de mí estos últimos meses.
Destacaré aquí algunas de mis cosas favoritas de este año que, por fin, termina.
Mis hijos, por supuesto, están en el primer lugar de mis cosas favoritas, porque este año, además, creo que no puedo quejarme de nada de ellos. El mayor creció, maduró y es un proyecto de persona mayor maravilloso.
Mi peque y su instrumento a veces nos llevan por la calle de la amargura, por los exámenes finales, pero también cada día me dan más satisfacciones. La evolución que está llevando a cabo es importante, y seguiré trabajando con él, animándole todo lo que pueda, porque es una de las mejores cosas de mi vida.
He viajado tres veces, tres semanas distintas, a lugares diferentes, con alumnos. Hemos estado en un pueblo abandonado en Huesca, en Búbal, hemos estado en Dublín, y también de ruta por Extremadura y Andalucía. Y estos tres viajes son de las mejores cosas de mi año. Los tres viajes han sido muy cansados, agotadores, especialmente el último, pero han merecido la pena porque siempre merece la pena hacer estas salidas con alumnos, ver lo que aprenden en todos los terrenos.
Siempre, entre las cosas preferidas de mi año, están mis quedadas con mis queridas kiwis. Son ya tradición, al menos dos veces al año. Y las esperamos con muchas ganas. Pero es que ellas, mis kiwis, son de mis personas favoritas del mundo. Siempre están ahí, día a día, para todo, a pesar de las distancias, y eso es algo maravilloso.
En mi familia no todo es perfecto, pero nos llevamos bien y estamos cuando hace falta, y eso también es algo que tengo que agradecer a este año; estar pendiente de mis hermanos cuando lo han necesitado, y que ellos lo estén de mí; seguir viendo crecer a mis sobrinos, que ahora vienen más a menudo; mantener contacto casi a diario con mi madre y con mi padre, saber que están ahí... Ha sido especialmente importante este año.
Y también otras personas, personas a las que no voy a nombrar porque me dejaría a unas cuantas. Algunas de ellas forman parte de mi día a día, como mis amigas del café de los viernes, con las que soltamos el lastre de la semana y tenemos conversaciones totalmente intrascendentes delante de un café. O mi compañera del trabajo, esa que se ha venido a cada viaje que he organizado, y que se apunta a todo lo que le propongo, esa con la que viajo cada día y que está ahí siempre. Y otras personas no tan cercanas, algunas de ellas que he conocido por aquí, o que pertenecen a mis libros viajeros, con las que puedo hablar de mil cosas y que forman parte de mi vida.
Haciendo memoria de lo que ha sido mi año, y a pesar de todo, tengo que sentirme afortunada, porque hay mucha gente a la que quiero y que me quiere, en distintos grados y de distintas formas, pero al fin y al cabo la vida se compone de eso, ¿no?
Un lujo estar entre tus seres queridos
ResponderEliminarbesos
El lujo es ser amiga tuya.
EliminarBesos.
Dentro de lo que cabe, no ha sido tan tan malo, ¿no? O.o
ResponderEliminarBueno... lo malo es lo que no se cuenta. Esto son redes sociales, ¿no? jajaja. En fin, que el balance de lo positivo es bueno.
EliminarBEsos.
Mola que tus cosas favoritas no sean cosas ^^
ResponderEliminarUn abrazo y a por el 2019!
Muchas cosas buenas, eres muy afortunada. Pero los demás somos aún más afortunados por tenerte, pocas personas tan sensibles, graciosas y adorables como tú. Ah! Y buena cocinera, presuntamente :P
ResponderEliminargentecosas del amor <3
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