Libros de noviembre

He retomado, como suele pasarme a finales de año, las ganas de leer. Supongo que, aunque el verano y las vacaciones suelen ser mis mejores épocas lectoras, en estos días tan cortos y fríos, apetece mucho la mantita y el libro para pasar las tardes.
Además, estudiar con mi hijo pequeño tiene como contrapartida que, mientras él estudia, yo leo. Y me cunde mucho más.

Empecé el mes de una forma inmejorable, leyendo El legado de Catherine Elliot de Esther Gili y Gemma Camblor. Me encantó y lo recomiendo a todo el mundo.

Después, me decidí por uno de esos eternos pendientes: Amsterdam de Iam Macewan. Es el primero, que yo recuerde, que leo de este autor. Y le reconozco una gran capacidad para crear personajes, pero que a mí no ha terminado de llegarme. Probaré con otro libro más, porque sé que es un novelista muy reconocido y tiene muchos seguidores por todo el mundo.  Tengo que decir que la historia ha estado bien, pero no me ha emocionado.

Y a continuación tenía ganas de leer hace tiempo este libro: El resto de sus vidas. Aparecía en varias de esas listas de libros que hay que leer y pensé que era para mí. No me equivocaba.

El siguiente libro leído en estos días ha sido Esperando a Mister Bojangles. Una novela muy corta pero que ha sido de lo mejor que he leído últimamente.

Después, entré de lleno en un mundo más sórdido y oscuro: el de La camarera, de Marcus Orths. Otro de esos libros que tomé de una recomendación de IG pero que esta vez no ha sido de mi agrado. La camarera trata sobre una mujer que acaba de salir de una institución psiquiátrica y encuentra trabajo como limpiadora en un hotel. Conocemos a través de ella cómo va haciendo cosas cada vez más extrañas dentro de las habitaciones del hotel, cómo es su relación con su madre y con los demás. Es una historia muy rara, diferente, es verdad, pero me ha resultado poco agradable, y no ha terminado de convencerme.

A continuación repetí escritor con El lector del tren de las 6:27. Venía recomendado por mí misma, por lo mucho que me había gustado el libro anterior del mismo autor. Pero no me ha entusiasmado. Me ha gustado, especialmente de la mitad en adelante, pero lo cierto es que mis expectativas estaban altas y no las ha satisfecho totalmente.

Después, nos decidimos por una lectura más o menos conjunta. Tres mil noches con Marga, un libro que le apetecía a Anita y que nos dispusimos a leer todas juntas, más o menos. Os hablaré de él esta semana, porque me encanta leer con mis chicas, pero es que además esta vez me ha gustado mucho el libro elegido.

Y, como había recuperado el ritmo lector, aún me ha dado tiempo a leer algo más en este mes. El mismo día 30 terminé Querido Miguel, de Nataliza Ginzburg, una novela de la que también quiero hablaros porque me ha gustado mucho.

Total, que ha sido un buen mes, con ocho libros leídos, y algunos de ellos, al menos la mitad, que me han entusiasmado, lo cual creo que es un buen promedio.