jueves, 29 de noviembre de 2018

El método del castigo

No soy partidaria, así si me lo preguntan directamente, de los castigos como método de aprendizaje. Pero tampoco estoy totalmente en contra de ellos. Y a veces funcionan. Aunque tenemos que tener cuidado con ellos. Os explico.

Cuando mi peque era muy pequeño, con cuatro o cinco años, se pasaba la vida castigado. Llegamos a un punto en que era más lo que duraban los castigos que lo que había hecho y enlazábamos unos castigos con otros. No funcionaba, claro. Pero necesité que alguien desde fuera me lo dijera (la psicóloga a la que empezamos a ir) para entender muchas cosas y para cambiar de método.



Pero un castigo de vez en cuando no me parece del todo negativo. A lo mejor estoy equivocada, pero estoy aplicándolo ahora con mis alumnos con algún resultado positivo.

En las primera pruebas, algunos de mis alumnos de segundo me entregaban los controles o los ejercicios en blanco, simplemente firmaban y ya. No hacían el esfuerzo de leer lo que se les pedía, de mirar si era fácil o difícil. Era mejor darlo por perdido que intentarlo. Y a mí eso, después de explicar, hacer ejercicios, repasar, volver a repasar, dárselo masticadito, darles las preguntas que les iba a poner, dedicar tiempo a dudas y demás, después de todo eso, que me entregaran los exámenes en blanco me crispaba los nervios.



Así que les lancé un órdago. Algo que me podía haber salido muy mal, que aún me puede salir mal, pero que me está saliendo bien, de momento. Les castigué sin recreo hasta que aprobaran.

Y ahí estuvimos, ellos entregando la prueba en blanco, y sin recreo, tres días. Al cuarto alguno empezó a escribir, al quinto aprobó el primero, siete días después, los tres habían aprobado y, por tanto, podían salir al recreo.



Segunda prueba desde entonces: suspenden dos, ya no cuatro. Al día siguiente, o sea, ayer, sin recreo para repetirla. Aprueban los dos. Creo que ahora saben que voy en serio y no quieren jugársela. Listos.

A ver lo que me dura, porque soy muy cabezota, y les he dicho que esto va a ser así, que si ellos no apuestan por ellos mismos y no confían en sus posibilidades de aprobar, yo sí, así que vamos a estar así todo el tiempo que quieran. Puede que me pase el curso sin recreo, no lo sé, pero de momento está funcionando.



Por otro lado, se me plantea la duda de si aprenden más o mejor. No lo sé, pero terminan haciendo algo de lo que se les pide: rellenar unos ejercicios. Se están esforzando (el mínimo, menos del mínimo) en aprobar, aunque sea por las razones equivocadas. Así que de momento es un triunfo para mí. Ya os contaré cómo seguimos.


12 comentarios:

  1. Hola.
    Uf qué duro es acertar. Pienso que lo haces bien porque aqune ahora mismo quizás estén aproband por razones equivocadas o no aprendan igual de bien que quien lo hace por otras razones algo de poso seguro que va quedando. Y además van viendo que son capaces y supongo que eso en un futuro servirá para que intenten más cosas y quien sabe, seguro que al menos alguno da un giro positivo a su vida.
    Muy feliz jueves.

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    1. Espero que al menos vean que tienen una esperanza de sacarlo, y que por ahí les entre la cordura.

      Besos.

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  2. ¡¡¡Bien por tí!!! Yo creo que las razones por las que estudien es lo de menos, el caso es que ya están haciendo algo más de lo que hacían al principio de curso, con lo cual, es una victoria tuya.
    Sinceramente no creo que te vayas a quedar sin recreo mucho más ;-)

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    1. Bueeeenoooo... yo no apostaría por ello. A veces se cansan y les da igual estar sin recreo con tal de no hacer nada. Veremos.

      BEsos.

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  3. Pues mira, lo de los castigos sin recreo lo han sufrido siendo pequeños, y en esos momentos me parecía fatal, porque un niño tiene que desfogar, y si no lo dejas, es bastante peor. Pero ahora que ya son mayorcitos, me parece muy bien. Ya son bastante maduros como para entenderlo sin "necesitar" ese desfogue físico. Si además te ha ido bien, pues adelante.

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    1. Tampoco me gusta dejarles sin recreo, pero era mi única opción, porque suspender, llamar a sus padres y demás no ha funcionado.

      Besos.

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  4. Por un lado te diría que el recreo me parece sagrado, pero por otro son mayorcitos (y parece que has dado con la tecla), así que ¡felicidades!

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  5. Una compañera me dijo una vez que a veces funciona ser como la lluvia que a base de caer, cala. Siempre recuerdo sus palabras cuando me enfrento a situaciones así. Trabajar partiendo de 0 motivación es complicado mucho. Ybsi los estímulos que pones a su disposición no los despiertan hace que todo sean aún más difícil. Así que si el castigo es una herramienta que te está funcionando, a mí me parece genial.

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    1. Ese dicho de tu compañera lo tengo claro desde hace años. Yo soy muy pesada, y han visto que voy en serio, y que creo que pueden aprobar, aún en contra de su voluntad. A ver lo que sale...

      Besos.

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  6. es que una cosa es no entender algo y otra es no querer hacer NADA! ùu

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