miércoles, 20 de mayo de 2015

El ejemplo

Está muy claro que el valor del ejemplo que damos a nuestros hijos  (y en mi caso también a mis alumnos) es mucho más importante que todo lo que les digamos.



En estos días me he estado acordando de una escena. En su momento no me di cuenta de nada, pero al recordarlo, he sentido que todo eso era cierto.

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Hace dos semanas perdimos a nuestra compañera. Ya os lo conté. Muchos nos enteramos justo el día anterior de que estaba muy malita, y otros se enteraron a la mañana siguiente, al llegar al instituto, de que había fallecido.



Solté dos lagrimillas en la sala de profesores pero me armé de valor, salí de allí como un cohete y me dispuse a dar mis primeras dos clases de la mañana. Tenía suerte: exposiciones orales de los alumnos. Me senté como una alumna más, al fondo de la clase y dejé que empezaran.

En mi primera clase tuve que salir al baño una vez. Algunos chavales me preguntaron si estaba bien, pero más les pareció una alergia o catarro que otra cosa.

La segunda clase que tenía era mi tutoría con primero de la ESO. Y todo iba bien. Pero la directora cogió el micrófono y nos anunció el fallecimiento de nuestra compañera por megafonía. Empezó con la voz tomada y terminó deshecha en lágrimas. Yo no me di cuenta de que estaba llorando a moco tendido hasta que se hizo el silencio y mis niños se quedaron mudos, mirando hacia sus mesas sin saber qué hacer ni decir. El niño que estaba exponiendo también se quedó allí de pie, a medio camino entre sentarse o seguir.



Uno de mis alumnos (precisamente uno de los más guerreros) se levanta, me pone la mano en el hombro y me dice:

- Profe, vete al baño... si quieres.

Y fui.  Esperé unos minutos a que se me pasara. La puerta de mi clase estaba abierta y el baño al lado, pero no se les oía ni moverse.

Volví, les pedí perdón, les sonreí, y parece que respiraron, porque para ellos creo que fue un poco fuerte verme llorar así, y poco profesional por mi parte, todo hay que decirlo.

Lo que os quería decir, lo del valor del ejemplo viene por todo esto: este año en mi clase de primero muchas veces se han puesto malos, han discutido entre ellos, se han encontrado mal... siempre en esos casos me he acercado a ellos, les he puesto la mano en el hombro y les he susurrado que salieran de clase si lo necesitaban. Pensé que mi actitud no era algo en lo que ellos se fijaran. Procuro pasear por la clase y decirle algo a un alumno que veo que no está bien mientras los demás trabajan y no miran. Pero en el aula todo se ve, y todo se aprende, y al final las personas terminan tratándote como tú les tratas a ellos.



Aquel día aprendí una lección de mis alumnos: no son meras palabras eso de practicar con el ejemplo, ni mucho menos.

31 comentarios:

  1. Muy bien, si señora! Me alegro mucho de que estén aprendiendo tb eso de ti, a ser "personas"

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    1. Bueno, creo que cuando estamos delante de niños o adolescentes, todo lo que hacemos y decimos les afecta, de todo toman nota, aunque no lo creamos.

      Besos.

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  2. No sabes cómo me alegra saber que "tus niños" aprenden de ti otras cosas que no son la literatura. Lo de poco profesional tranquila, en momentos así todos nos rompemos.

    Un besazo reina!

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    1. Gracias. Espero que aprendan algo más que literatura, porque de literatura aprenden muy poco.

      Besos.

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  3. Son esponjitas, ¿verdad?

    A mí no me parece "poco profesional" mostrar tus emociones en clase. Al contrario, de hecho, les están enseñando a gestionar sus emociones, a mostrar tristeza y empatía ante un duelo.

    Dicho esto, siento lo de tu compi. Un abrazo.

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  4. Estoy contigo en lo del ejemplo, aunque parece que no atienden, que no se dan cuenta de nada lo captan todo y cuando menos te lo esperas ahí está el gesto, y creo que no estuviste poco profesional en ningún momento, simplemente fue una reacción muy normal y humana a lo que había ocurrido. Tus niños tienen una suerte increíble contigo y en el fondo lo saben.
    Besos.

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    1. No sé si lo saben porque me están dando un curso... pero bueno, será que yo no tengo mucha paciencia últimamente.

      Besos.

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  5. Me parece muy interesante lo que dices. Y también cómo los chavales se dan cuenta de todo.
    Esta navidad una niña escribió al Bigotes en veintiocho sitios (en la pizarra, en la redacción de turno, en el Christmas) un "muchas gracias por tu apoyo" que al señor Mus llamó mucho la atención.
    Él me contaba que era una niña muy insegura, como que se lo creía poco y él siempre es muy de dar ánimos y venga, bien, muy bien (siempre dice eso, jaja), pero no era consciente de que la niña se diese cuenta del refuerzo positivo que le daba. Y sí, se dan cuenta de todo.
    Me encanta vuestro trabajo, cada día más.
    Mua!

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    1. Lo del apoyo es una de las cosas que ellos más notan. Es que hay niños que no reciben a menudo palabras positivas de nadie respecto a nada, ni siquiera en casa. Ponerle una nota a un niño diciendo que está trabajando bien o que está mejorando a veces es algo que ellos no esperan y les asombra mucho.

      Besos.

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    2. El refuerzo positivo no es muy utilizado, desgraciadamente, por lo menos desde mi experiencia de mi madre, siempre procuro dejarles a caer a los profesores de mis hijos de la importancia de la motivación. En ocasiones la timidez se considera apatía, y en el caso contrario, se piensa que las personas extrovertidas no tienen problemas de autoestima, y TODOS necesitamos ese apoyo que tanto agradece la niña del Tutordesexto o tus alumnos de ti Ro, y que, de hecho, te devuelven cuando lo necesitas tú.

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    1. Es que somos el espejo en que se miran, y no nos damos cuenta.

      Besos.

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  7. Ay, Ro... pues hasta me has hecho soltar a mí una lagrimilla...
    Cuánta razón tienes en lo que dices. Es muy importante, y la mayoría de las veces no nos damos cuenta.

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    1. Mira que estoy toda la mañana con ellos, y muchas veces no me doy cuenta ni yo.

      bEsos.

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  8. No creo que llorar por la pérdida de una compañera sea de poco profesional, sino de ser humana. Y además lo has estado haciendo tan bien en tu trabajo que no sólo no lo perjudicó sino que lo reforzó, creo yo.
    Un bsito

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    1. Normalmente los alumnos que me conocen un poco me han visto llorar, porque soy llorona de toda la vida, pero es que me puse en un plan que no era muy visible, por nadie, y menos por un grupo de niños.

      Besos.

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  9. Después de varios años de profesora, sé que los chavales te tratan como les tratas, un profesor influye muchísimo más de lo que la gente cree en un alumno.

    Y llorar es ser humana, es duro mostrar tus emociones pero deben saber que es bueno mostrarlas y compartirlas, lo bueno y lo malo. Jamás olvidarè el dia que les contè mi embarazo a mis alumnos, la cara de alegría de algunos y yo ahi con una voz temblorosa, que casi no me salía... Pero esa cara, el ver que comparten tus sentimientis, no tiene precio.

    Un besazo

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    1. Te doy la razón. Ellos suelen discriminar en estas cosas, saben portarse con cada profesor de una manera y tratan a cada uno como ellos les tratan, con frialdad, con cercanía, pasando de todo... no sé, a veces parece que no nos damos cuenta de ello. Yo también tuve esa experiencia con un grupo. Les conté mi embarazo, precisamente el día de mi cumple, que ellos me habían preparado una fiesta sorpresa. Y luego, quince días después, perdí el niño. Volví al insti sólo para dar las notas, pero no te imaginas mis alumnos que no sabían qué decirme pero que pasaron todos a abrazarme y me hicieron llorar un montón.

      Besos.

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    2. Ains, yo cuando se lo dije iba asustada porque ya habia pasado un aborto, justo el versno anterior y claro, ninguno lo sabía, pero yo si, y el decirlo mezclaba la emoción del momento con el miedo a lo que pudiera pasar y ya te digo, con un hilo de voz... Al final mi niño nació justo en el cumple de uno de esos alumnos y que ilusión cuando èl se acuerda de felicitar a mi niño.
      Ains, que charla te he dado! Muak

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  10. los niños son como esponjas, todo lo que ven , lo imitan

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    1. Absolutamente todo, incluido lo que pensamos que no ven.

      bEsos.

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  11. Lo he leído esta mañana y se me ha escapado una lagrimita. Ahora otra. Qué bonito profe. Qué gesto de empatía y respeto tan maravilloso han aprendido. Ellos ven que tú te preocupas por ellos, y ellos cuando ha sido necesario, se han preocupado por ti. :_)

    Por cierto, lo de "muy poco profesional"... A mí durante mi formación también me decían algo así en plan: no sonrías, no muestres tus sentimientos, mantén un férreo control emocional, porque eso es PROFESIONALIDAD. Ya bueno, yo qué sé. Creo que esto no es blanco o negro. Una cosa sería si estuvieses hecha una magdalena día sí y día también, pero cuando pasa algo así, cuando se pierde a una persona, lo normal es estar triste, y cuando se está triste a veces se llora, esas cosas pasan. Y eso también es educación.

    ¿Te he dicho alguna vez que quiero ser como tú? :)

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  12. Tengo un Profe en casa que también espera que si no la Historia, al menos cunda el ejemplo! Buen trabajo! Un abrazo

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    1. Efectivamente, lo otro es menos importante.

      Besos.

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  13. Tienes mucha razón, están siempre aprendiendo, aunque no lo parezca. Es algo que he aprendido con mi hijo mayor, por eso cada día trato de ser el mejor ejemplo para ellos.
    Un abrazo.

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  14. de acuerdo al 99%, porque discrepo en una cosa, no creo que uno sea poco profesional por aceptar sus emociones, sobre todo cuando son respuesta a hechos tan fuertes e inesperados. eres una gran prooooofeeeee!

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  15. Qué bonito... Yo leí una vez, no sé si por este mundo de la blogosfera, un artículo que hablaba de algo así como "mami no es Dios". A veces nos empeñamos en ser superpersonas, y ser fuertes, y no mostrar debilidad... y, precisamente por esto de que somos ejemplo, quizás no es tan malo mostrar un poquito nuestro lado humano y que aprendan que no es malo expresar emociones y sentir...
    Un besote y mucho ánimo.

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  16. Me he emocionado mucho con el gesto de tu alumno y su "origen"... sí señor, muy grande.

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  17. Por supuesto que el ejemplo cunde.
    Y cómo llena ver wue ha sido el del bueno....el tuyo.

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