Operación buenorra. Semanas 3 y 4

La tercera semana del mes tampoco me puse en serio con mi operación buenorra.

No voy a dar mil excusas, que las tengo, claro, porque no merece la pena. He estado sin ganas de hacer nada y sí he cuidado un poco más lo que como, pero poco más.

El resultado es que de ejercicio nada de nada, un asquete, vamos. Y no me apeteció hacer ningún tipo de resumen porque no había nada que decir.

La cuarta semana, en cambio, me he cuidado más. De ejercicio he estado escasa también, iba a empezar Kayla pero estoy baja de ánimo y para hacer un programa así lo primero que se necesita es estar animada.

He desayunado muy bien, como siempre, y he comido regular, no por nada, sino porque parece que no tengo hambre a todas horas, lo cual es raro en mí. Así que, aprovechando esto, he comido como los pájaros, un poquito de aquí y un poquito de allí, lo cual se ha traducido en estas dos semanas en una bajada de peso, pero no me engaño, se debe a que no tengo ganas de nada, básicamente.

El domingo desayuné tostadas francesas, pero fit, según la receta de Anita.

El resto de la semana he desayunado tostadas de pan casero o bagels. De los días entre semana, como me levanto de noche y cada vez el tiempo me da menos de sí, no tengo fotos, pero sí de hoy sábado.

Lo peor de todo es que no me he movido.  Nada.

Resumiendo, que el primer mes de mi operación buenorra no he hecho nada y me extraña hasta que no termine el mes con más kilos de los que empezaba. Pero sigo con mis propósitos de cambio para el mes de marzo, a ver si las ganas y el tiempo me acompañan un poco más.