Un día tuve que recibir a los padres de un alumno. Y digo tuve porque fue una experiencia de esas que no apetece, un mal rato.
El chico se estaba portando, no diré mal, pero no demasiado bien, tenía ya un par de toques de atención de varios profesores, entre ellos de su tutora, que soy yo, y los padres venían para ver qué tipo de castigo le íbamos a imponer.
Cuando los vi, pensé que eran los hermanos del chico. La madre, muy muy joven, y muy guapa, parecía la dependienta de una tienda de ropa para jovencitas. El padre, con gorro calado hasta las cejas, cascos, piercings y demás.
Los dos muy educados, los dos muy disgustados, los dos con los ojos llorosos.
Me pedían como tutora que no fuéramos duros con el chico, que lo estaba pasando muy mal porque ellos se estaban separando.
Se sentaron allí, enfrente de mí, y llamamos al alumno para que estuviera presente.
Allí me vi, con tres personas llorando delante de mí, contándome sus penas; el chaval intentaba aguantar pero se notaba el peso que llevaba encima.
Por si necesitáis aclaración, no lloré, esta vez no, pero me faltó poco...
En la reunión de la comisión de convivencia yo abogué por el chico. No podía hacer otra cosa, ya me conocéis, hay que dar oportunidades a todo el mundo, y si las circunstancias a tu alrededor no son las que deberían, entonces las oportunidades que haga falta y alguna más.
Hace dos días recibí una llamada a las doce de la noche. El padre de este chico había muerto.
No he conseguido dormir y me he sentido fatal desde entonces, con ganas de llorar y con una impotencia terrible, porque hay personas a las que parece que todo les va bien y no lo aprovechan, y otras que tienen muy mala suerte en la vida desde muy pequeños.
Y a algunos chavales las cosas alrededor se les ponen difíciles para salir adelante. Es muy triste, pero es así.
Ayer por la mañana he visitado el tanatorio y, de regreso al insti, no he podido evitar echar unas lágrimas. Mis chicos, esos que parece que nada les afecta y que todo les pasa por encima, no sabían como reaccionar, primero ante lo que le ha pasado a su amigo y compañero, un chico al que todos quieren, y luego ante una profesora que les dice claramente que se encuentra mal y que si por favor pueden seguir ellos solos con el libro que estábamos leyendo porque ella no puede.
Y es que no podía. Hoy no.
Ayer por la mañana he visitado el tanatorio y, de regreso al insti, no he podido evitar echar unas lágrimas. Mis chicos, esos que parece que nada les afecta y que todo les pasa por encima, no sabían como reaccionar, primero ante lo que le ha pasado a su amigo y compañero, un chico al que todos quieren, y luego ante una profesora que les dice claramente que se encuentra mal y que si por favor pueden seguir ellos solos con el libro que estábamos leyendo porque ella no puede.
Y es que no podía. Hoy no.
Y es cierto, la vida no es fácil para nadie, pero hay a gente que parece que le va poniendo zancadillas desde bien temprano. Se me viene a la cabeza la frase: "No podemos elegir lo que nos pasa, pero sí qué hacemos con ello", no es un consuelo, pero ayudar a nuestros chicos a ser resilentes y acompañarlos en su dolor es lo único que podemos hacer.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué triste! A veces, la vida parece que la toma con determinadas personas... Pero me alegro de que seas su tutora, porque ahora va a necesitar mucho más apoyo y comprensión.
ResponderEliminarÁnimo! Un abrazo.
:`(
ResponderEliminarDice mi padre, que es muy guasón y se toma todo con humor, que unos nacen con estrella, y otros nacimos estrellados. Y es cierto. Y es triste. Durante las prácticas una niña pasó por algo parecido. Su madre falleció repentinamente. Mi tutora, que llevaba muchos años, muchos dando clase, parecía que le había afectado lo justo, aunque comprensiva estaba serena (y eso que había sido también profe de la madre). Yo no sabía cómo reaccionar. En clase me asaltaban ataques de empatía y tuve que contener las lágrimas. Va a hacer un año dentro de unos días.
ResponderEliminarMe gustaría que la gente que critica tanto a los profeosres cayese en que la escuela es un rompeolas, y los profesores son parte de él, una parte bien importante. En la escuela se ve todo si no miras para otro lado. Y si eres humano, sufres. Profe, eres muy humana. Que eso no cambie nunca.
Un abrazo fuerte.
Solo puedo, desde la lejanía, darte ánimos y esperanzas...para ti, para el futuro del chico. ¡Ánimo!
ResponderEliminarMucho ánimo, ahora el chico te va a necesitar mucho más.
ResponderEliminarUn besazo para ti y todo el cariño del mundo para él, transmiteselo como creas más conveniente.
Cómo te entiendo!
ResponderEliminarLa de terapias de familia que hemos hecho...!
Y las lágrimas que hemos echado con los niños, los padres...!
Ánimo, porque todavía nos queda mucho por ver y pasar!
Abrazos!
;)
Bueno, ha sido como las imagenes que has puesto. Poco a poco he ido sumergiendome en unas frias y oscuras aguas. La vida es eso, una prueba extrema. Un descenso a plemo pulmón en la que voluntariamente dejamos de respirar mientras recorremos largas distancias o descendemos a nuestras profundidades. A veces ni siquiera entramos orientación Ro. Imagínate ahora a ese muchacho. Toda esa presión según va descendiendo. Ro, tienes que lograr subir. Tu también necesitas oxígeno.
ResponderEliminarBesos y espero que te recuperes, no por ser mayores buceamos mejor.
A veces parece que todo se pone en contra!
ResponderEliminarQué lástima! ahora darle mucho apoyo a ese chico, debe es una tragedia perder a un padre siendo un niño.... lo siento mucho de verdad :(
ResponderEliminarAhora es cuando va a necesitar vuestro apoyo.
ResponderEliminarTiene suerte de que tu seas su tutora.
Besos y abrazos
Que pena!!!!!!! Ay.... Que pena!!!!!
ResponderEliminarLola
Joder, se me han puesto los ojos llorosos hasta a mi. Me quedo con que los demás alumnos no supieran como reaccionar ante la desgracia de su compañero. Eso demuestra sus sentimientos, su inocencia y su sensibilidad... Jolín. Qué pena, en serio.
ResponderEliminarQué pena. Y luego dicen que la suerte no existe. Existe desde el mismo momento en el que naces, dependiendo de dónde y cuándo naces, ya estás marcado por una suerte favorable o desfavorable. Te tocan cartas. Con algunas puedes conseguir una gran partida. Con otras, lo tienes realmente complicado. Aun así hay que luchar siempre. Ganar no está en nuestra mano, intentarlo sí.
ResponderEliminarAprovecha el fin de semana para nadar hasta la superficie, y oxigenarte bien, que todavía te queda mucho por nadar.
Besos
Mucho ánimo,Ro...
ResponderEliminar...y miles de abrazos para tu alumno...
Tiene suerte porque ha dado con una profesora que se preocupa,que se preocupará por él...
Descansa,desahógate este fin de semana...y llora lo que necesites...
Besos y abrazos...
Cuanto lo siento Ro, por ti por el chico, por la familia del chico y por sus compañeros. Que cuesta arriba se hace algunas veces la vida para algunos. No dejes a ese chico. Posiblemente las pocas posibilidades que tenga ese chico en la vida se las deis vosotros en el instituto, sicreeis en el.
ResponderEliminarVaya! realmente como tú dices, a algunas personas la vida se empeña en ponérselo difícil, que triste, que mala edad para quedarse sin padre.
ResponderEliminarLo siento
Lo siento mucho. La'vida pone unas pruebas demasiado duras.
ResponderEliminarQué pena, pobre chaval. Espero que las cosas le vayan un poquito mejor...
ResponderEliminarGracias a todos. Gracias, de verdad. Me habéis emocionado.
ResponderEliminarÉl está al abrigo de sus amigos, que ya sabéis que a esta edad es el mejor refugio. Y me han prometido entre todos, tras arduas negociaciones de anoche a las tantas, que vendrá el lunes a clase. Claro que vamos a intentar sacarlo adelante entre todos. Pero tiene que dejarse, y no sé si se va a dejar.
Besos.
Madre mía Ro, que panorama para el pobre chaval...
ResponderEliminarBelén
¡Que horror!
ResponderEliminarQue historia tran triste, espero que este chico pueda salir adelante.
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