miércoles, 3 de febrero de 2021

Sucedió en enero

 Enero ha sido un mes complicado. No diré que malo, pero tampoco bueno: hemos tenido de todo, o casi de todo. Pero, sobre todo, mucho trabajo. Muchísimo trabajo.



Como ha pasado en tantos sitios, y como se veía venir, las Navidades han hecho estragos. El primer día estábamos todos, al menos de profes, pero enseguida empezaron las bajas, hasta el punto de que, de cinco en el equipo directivo, hemos estado dos algunos días. Con eso se nos ha multiplicado el trabajo, y el mes de enero ya venía cargado.



Me he pasado el mes peleándome con las cuentas del instituto. Un error (mío) en un apunte en el libro de contabilidad me ha llevado por la calle de la amargura, a la desesperación, a pensar que no valgo para esto y mil cosas más. Y a dormir durante semanas entre poco y nada. Es la realidad. Ahora, visto en perspectiva, y localizado el error, me parece poco menos que una tontería, pero se me da bien hacer drama de las cosas. 



Por lo demás, no puedo contar cosas especiales de este mes. He visto algunas películas, alguna serie mientras tejía, he leído un poco, sobre todo novelas gráficas por mi incapacidad de concentrarme demasiado... Y poco más. No he ido, como es lógico, a ninguna parte, ni he hecho nada digno de mención. Salir a caminar con una amiga, pasear a la perrita, entrenar (poco), y estar en casa. 

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