Estamos ya a estas alturas de octubre y aún no os he hablado de mis nuevos alumnos.
No tengo este curso muchos alumnos. En realidad, tengo solamente veintiséis en total, en dos grupos. Un grupo de diez alumnos de lengua, del que os hablaré ahora; y un grupo de dieciséis de valores éticos. Lo de dar clase de Valores éticos no es la primera vez que lo hago aunque no sea lo mío. Y este año fue por necesidades del horario, que nos estaba volviendo locos y al final solté un: Mira, esto lo doy yo y arreglado. Y así es.
No es el mejor año para prepararme una materia que no es la mía, pero para mí Valores Éticos es una asignatura muy chula, que da mucho juego, y me gusta impartirla en un Tercero de la ESO, que es uno de mis niveles favoritos, por la adolescencia, lo perdidos que están y lo mayores que se creen. Hemos empezado bien, y creo que nos llevaremos muy bien.
En primero tengo un desdoble de Lengua. Esto de habilitar aulas seguras para la pandemia ha dejado grupos muy pequeños y grupos muy grandes. Porque los agrupamientos no se han hecho de forma pedagógica, sino por los espacios. Así que hay un grupo de 29 de primero de la ESO del cual desdoblo con 10. Y me he cogido los que, según las pruebas iniciales, tienen el nivel más bajo.
No es una clase complicada de comportamiento, ni mucho menos, pero sí en cuanto a alumnos absentistas y a falta de trabajo. Aún estoy valorándolos, pero la conclusión primera es que la mayoría de mis alumnos son inteligentes, entienden bien, pero no han trabajado nunca, y sus faltas de asistencia les dificultan aún más seguir una clase normal.
Tengo un alumno con graves dificultades de aprendizaje. Tan graves como que creo que no es solo eso lo que tiene. También uno con problemas de atención, y el resto pueden aprender mucho este curso, al ser pocos y estar dedicada a ellos con todos mis sentidos.
El nivel, como comprenderéis, es muy bajo, con dificultades hasta para leer y escribir correctamente. Y no estoy hablando de ortografía. Pero ya estamos mejorando. Y esto es algo que me encanta. Alumnos pequeños, aún bastante moldeables, muchos ánimos de su profe, y sentimiento de grupo. Eso es lo que estoy trabajando ahora. Y los mínimos de la materia.
Ya os seguiré contando.
Los pequeños, si te haces querer y se prenden a trabajar, te darán muchas satisfacciones.
ResponderEliminarUn beso grande
Fer
Yo este año no doy Valores Éticos, por primera vez en mi vida docente, y lo echo de menos. Y echo de menos a mis primerillos de la ESO, entre pequeños y grandes. Son asignaturas que se pueden disfrutar mucho si el grupo se presta.
ResponderEliminarMucho ánimo. Yo todavía estoy intentando conocer a mis alumnos, que no veas lo que está costando :( ¡Abrazo!