domingo, 10 de mayo de 2020

Un domingo de mayo

Hoy me he levantado tarde, algo que ha sucedido más días en los últimos meses, pero que no es lo habitual en mí, ni siquiera en este aislamiento. Me he levantado hace tan solo un rato y me he puesto al ordenador mientras desayunaba, pensando en trabajar un rato, pero con pocas ganas. 

Estoy desanimada. Como profesora, como madre, como persona y como todo... Ya sé que es un momento, que quizás esta tarde esté mejor, o mañana, que estar en casa todo el día hace que nuestros ánimos fluctúen de la emoción, las ganas de llorar, el aburrimiento, las ganas de hacer mil cosas, las de no hacer nada,... y todo eso en el mismo día. 

Pero también es cierto que los últimos meses mi trabajo está siendo muy complicado. No me quejo de horas dedicadas a la docencia. No me quejo de horarios, porque trabaje todo el día, lo mismo mañana que tarde que noche. No me quejo de nada. Además, en definitiva, con los pocos alumnos que tengo y las pocas ganas que tienen de hacer nada, mi único esfuerzo es perseguirles para que entreguen tareas, para que vean los vídeos, para que estén atentos a todo. He pasado de profesora y tutora, a tutora a tiempo completo, intentando en todo momento que mis chicos no se desenganchen, y no creáis que lo he conseguido en muchos casos.

Como madre estoy harta. Supongo que os pasará a muchos padres. Me paso el día detrás del mío para que haga las cosas que le mandan. A veces, los profesores se piensan que los chavales saben manejar las tecnologías mejor que ellos, pero nunca nadie se ha preocupado de enseñarles. Profesores que se quejan porque no les mandan las respuestas en otro color, otros que se quejan porque las fotos están giradas, otros que se quejan y se enfadan porque no lo querían en este correo, lo querían en este otro... En fin, que está siendo todo un despropósito importante. Y mi hijo pierde el tiempo más que nunca, porque estar al ordenador y no despistarse es imposible para él, pero también os digo que hace casi las mismas horas que cuando iba a clase. Media mañana y media tarde está ahí metido, en clase, haciendo ejercicios online, que si ahora un examen, que si un cuestionario, que si más ejercicios. Una locura.

Como persona también estoy harta, harta de que nos tomemos, como os decía el otro día, las cosas como nos da la gana. Cada uno interpreta las normas como quiere y hace lo que quiere. Yo estoy procurando salir lo menos posible. Sigo saliendo a la compra una vez cada diez días, más o menos. Algún día he salido al súper que tengo debajo de casa a por una cosa que necesitaba, pero nada más. Y estoy saliendo a caminar por la mañana pronto con mi hijo,  porque está creciendo mucho y le duelen las piernas de estar todo el día sentado, y le hace falta. La verdad es que a mí también. Pero los primeros días fueron una locura de gente. Ahora vamos pronto, a las nueve y pico estamos en casa, y mucho mejor. 

Estaba pensando también en qué estaría yo haciendo hoy,  un domingo de mayo, si no fuera por todo esto. Este domingo en concreto estaría en mi pueblo, porque son las fiestas. Y cualquier otro domingo a estas alturas de curso me habría levantado igual que hoy, habría desayunado igual que hoy y estaría al ordenador igual que hoy, pensando en lo que me quedaba por hacer para el final de curso. Posiblemente habría ido al cine con mi niño por la tarde, eso siempre que no tuviera demasiado que estudiar. Y el resto sería lo mismo que estoy haciendo ahora. Lo pienso, pero no me conformo. Sobre todo esta mañana, que me siento encerrada y no sé por qué. 

16 comentarios:

  1. Yo lo estoy llevando bastante bien. Hace un mes que he vuelto a la oficina y, por tanto, lo estoy viviendo de forma diferente. Sin embargo, solo salgo para ir al trabajo (por obligación) y una vez a la semana para ir a comprar. Al igual que tú, me pone de los nervios que la gente no respete las normas. Hace tres meses que no vuelvo a casa con mi familia y no lo podré hacer hasta que la situación no mejore. Ojalá todos pusiéramos de nuestra parte.
    ¡Mucho ánimo y un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también creo que lo estoy llevando bastante bien, la verdad, pero a veces el día se tuerce...

      Besos.

      Eliminar
  2. Es normal que te sientas encerrada porque lo estás. Pero mañana será otro día.

    Lo de los estudios del peque parece un chiste, con lo sencillo que es hacer las cosas fáciles y lo que nos gusta complicarlas.

    Disfruta lo que puedas del domingo. Y ponte tu rebecón nuevo, que te dará buen rollo ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He terminado el rebecón nuevo justo a tiempo para no poder ponérmelo por el calor. Jajaja

      Eliminar
  3. "A veces, los profesores se piensan que los chavales saben manejar las tecnologías mejor que ellos, pero nunca nadie se ha preocupado de enseñarles".
    No es mi caso, pero no sabes cómo he oído eso estos días. Y mi hijo por ejemplo, en las clases de ¿moodle? que tiene, tienen que ser desde su móvil (yo persiguiéndole para que lo suelte, y mira tú lo que pasa), porque nuestros ordenadores están anticuados, menos el del trabajo de su padre, y no admiten esas cosas.
    Bajones tenemos todos, y no seré yo quien te diga que luches contra ellos; ya pasará y punto.
    Cuídate.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que da para una entrada pero los chicos en general usan las tecnologías para unas cosas y cuando tienen que hacerlo para trabajar o estudiar encuentran muchas dificultades. Lo de podere compaginar trabajar desde casa, las clases del niño y demás y un ordenador es complicado. Y solo tengo uno en casa, porque si son dos, a ver cómo hacemos turnos...

      Besos

      Eliminar
  4. Me he sentido muy identificada con el ''lo pienso, pero no me conformo''. Creo que todos hemos tenido días así en la cuarentena, por desgracia. Y es más duro todavía cuando, como bien dices, parece que el mundo se empeña en complicar la situación: yo he tenido la suerte de que mi facultad se ha portado de lujo, pero mis compis universitarios en otras carreras o universidades están teniendo que soportar una presión terrible. No sé me ocurre nada que decir para animarte, pero te mando mucha paciencia por el tema de tu hijo, empatizo mucho con sus despistes con el ordenador, con todas las horas que tiene que pasar ahí es normal que se le vaya el santo al cielo: a mí me pasa, y también me recuerda a uno de mis primos, que tiene a la santa de su madre agobiadísima. Un abrazo Ro :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay universidades, como la de mi hijo, en la que solo hace una semana que saben lo que tienen que hacer para aprobar las materias. Mi hijo lo está pasando mal porque lucha por la matrícula. Y cree que no la va a poder sacar desde casa.

      Besos.

      Eliminar
  5. Lo que cuentas, tómalo cómo un bajón ocasionado por las circunstancias que estamos viviendo. Tenemos que sacar las frustraciones fuera y aunque parece que vamos aceptado la situación que padecemos porque entendemos que es lo correcto, en el fondo no es así. A todos nos ha echado por tierra planes, rutinas...etc. Por no hablar de la presión constante por buscar una normalidad, desarrollar nuestro trabajo lo mejor posible, continuar con nuestras relaciones, no aburrimos, no engordar, mantener la salud y una infinidad de cosas más, todas dentro de casa. En definitiva acostumbrarnos a vivir de forma diferente.
    Yo creo, que estamos dentro de un gran experimento, que nos provoca todo tipo de reacciones que hay que tomarlas de momento como normales.
    Saludos
    Elena V

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Elena. Nos ponemos demasiadas expectativas, la verdad, como si estar encerrados nos supone exigirnos más, mucho más, a todos.

      Besos.

      Eliminar
  6. Es normal sentir estos bajones.. mucho tiempo con esta situación extraña, vuelve loco a cualquiera.. y encima lo de los chicos y sus deberes no suma..
    Ayer domingo yo también estuve algo baja animicamente, esta cuarentena termina cansando.. pero claro, hay que cumplirla por el bien de todos. Yo vivo en una ciudad muy grande y populosa, por lo que abrir un poco las restricciones es muy dificil. En otros sectores del pais se ha comenzando a autorizar algunas salidas, acá habrá que esperar.. y me parece será bastante tiempo.. habrá que tener paciencia.. beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo raro es que no tengo malos días. El día puede pasar por malos y buenos momentos varías veces...

      Besos.

      Eliminar
  7. yo tb parece q vivo en una montaña rusa.
    Animo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que es bastante general. Tendremos que animarnos unos a otros.

      Besos.

      Eliminar
  8. Como madre y como persona comparto tu estado de ánimo totalmente.

    Besos.

    ResponderEliminar

Cuéntame...