Este ha sido un mes completamente atípico por muchas cosas. Empezamos el mes a punto de vacaciones, o con ganas de ellas, y entre unas cosas y otras, hemos vuelto de Semana Santa casi para despedir el mes. Una cosa muy rara.
En la mesilla, libros y más libros. Estoy leyendo bastante, y libros de esos que lees como placer a veces incluso culpable (muy poco culpable, la verdad, a mí los libros me gustan o no me gustan independientemente de muchas cosas). Libros sin pretensiones pero que te enganchan.
En la cómoda, los jerséis de invierno dispuestos para ser guardados. Aunque la semana pasada nevó por aquí...
En el sofá, he hecho bastantes horas estas vacaciones. No me ha apetecido demasiado salir y he visto alguna serie, películas, he leído, he tejido...
En la nevera, sigo con organización, pero la verdad es que hoy, precisamente hoy, me pilláis con ella casi vacía.
En la caja de galletas, torrijas. No en la caja de galletas, pero como dulce del mes. Hice torrijas hace unas semanas, y es que es uno de los dulces que más me gustan, y a mi hijo mayor también. Y las he repetido en Semana Santa para llevar al pueblo y también dejar en casa. Muy ricas.
En la ducha, más tranquilidad últimamente. Tiempo para relajarme, tiempo para ducharme. Y como duermo algo mejor, me levanto con más ganas de ducha y de empezar el día.
En los labios, he vuelto a ponerme algo de color, algunos días, poquito, pero mejora las ojeras, o por lo menos evita que todo el mundo se fije en ellas.
En la cabeza, siguen muchas cosas, pero más centrada, menos perdida y más decidida y optimista.
En la pared, este cartel que prepararon los de primero en Plástica y que hemos puesto en un lugar importante del instituto. Me encanta.
En la calle, tengo que reconocer que este mes he salido muy poco. No fui ni siquiera a la feria del libro, ni he hecho esos paseos que tan bien me vienen para mente y cuerpo. En la última semana, al volver de vacaciones, he ido retomando eso de salir.
En la mochila, poca cosa. He visitado a mi padre y a mi madre, y he hecho un curso muy interesante sobre mediación escolar. Nada más.
En todas partes, ganas, ya no de primavera, sino de verano.
Me encanta el mural. Y que te pintes los labios.
ResponderEliminarJajaja. El mural no es cosa mía. Solo ayudamos a elegir lugar y a ponerlo. Los labios, me cuesta, pero estoy en ello.
EliminarBesos.
Torrijas, mmmmmm.
ResponderEliminarY más optimista 👏🏼👏🏼👏🏼.
Dos cosas juntas que a lo mejor tienen algo que ver... no sé... jajaja
EliminarBEsos.
A mí los labios rojos me dan mucha fuerza y las torrijas ni te cuento jajajaja.
ResponderEliminarJajajaja. A mí los labios rojos me cuestan, no estoy acostumbrada a verme con ellos. Pero creo que me dan fuerza también.
EliminarBEsos.
Fíjate, que a lo mejor tus torrijas si que me gustarían :)
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